EDUCACIÓN-IRAQ: Otro examen perdido

De crisis en crisis, sin electricidad ni libertad para desplazarse ante las pésimas condiciones de seguridad, la gran mayoría de los estudiantes iraquíes reprueban sus exámenes de la escuela secundaria.

"Que los estudiantes de secundaria reprueban los exámenes es el resultado natural de lo que ocurre en Iraq con la ocupación estadounidense", dijo IPS el profesor Mahmud Jassim.

"¡Cómo van a aprobar exámenes tan difíciles sintiéndose horrible, exhaustos por el calor, a oscuras por la falta de electricidad, teniendo que trabajar debido a la muerte o detención de su padre y con todos los problemas del mundo sobre sus espaldas!", añadió.

Jassim indicó que 75 por ciento de sus estudiantes perdieron los exámenes.

"Me dan vergüenza los resultados de mis estudiantes este año", comentó a IPS el director de una escuela de Bagdad, que pidió reserva de su identidad.
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"No puedo darte porcentajes porque revelaría mi nombre y el de la escuela. ¿No parece que viviéramos en un país democrático, no?", preguntó.

Otros dos directores, que no quisieron identificarse por el clima de miedo imperante, señalaron que los resultados de los exámenes muestran las divisiones sectarias, y no por buenos motivos.

Las secundarias chiitas, alegaron, tienen un mal sistema de vigilancia de exámenes que permite a los alumnos copiar y muchos profesores creen que la mayoría de los estudiantes que aprobaron lo hicieron de este modo.

"Los que copiaron aprobaron, los honestos reprobaron", señaló a IPS Ghanim Jamil, profesor en Bagdad. "Si un estudiante es hijo de un alto funcionario del gobierno o de un miembro de una organización armada, ¿cómo le vamos a prohibir copiar? Nos matarían".

Sin embargo, algunos funcionarios del Ministerio de Educación sugirieron que los malos resultados son una señal alentadora.

"El bajo porcentaje de aprobaciones muestra credibilidad y disciplina", declaró Waleed Hussein, funcionario de comunicación y relaciones públicas del Ministerio.

Hussein se negó a dar cifras de la cantidad de estudiantes que reprobaron.

"Desde que fuimos expulsados de nuestra casa, vivo en otra vieja y de dos habitaciones con toda mi familia", relató a IPS Manhal Ali, quien perdió cinco de los siete exámenes que ha dado.

"Vivimos cinco hermanos y nuestros padres en un lugar pequeño que no tiene casi nada, ni electricidad, por no hablar del ambiente de hacinamiento. Aprobé árabe e inglés porque soy bueno en esas materias, pero reprobé las otras que me implicaban estudiar mucho", explicó el joven.

Muchos de los estudiantes pertenecientes a familias desplazadas de sus hogares con los que habló IPS reprobaron sus exámenes este año.

"Mi padre fue detenido por efectivos estadounidenses en 2005", relató Omar Khattab. "Su comercio de ropas fue saqueado por el llamado ejército iraquí que llegó con los estadounidenses para llevárselo. Ahora tengo que trabajar como peón para alimentar a mi familia", añadió.

Iraq fue considerado uno de los mejores países de Medio Oriente para estudiar. Tras la invasión a Kuwait que encabezó entre 1979 y 2003 el dictador Saddam Hussein, ejecutado en la horca en diciembre de 2006, en 1990 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) impuso sanciones económicas a Iraq, que afectaron gravemente el sistema educativo.

Desde la ocupación estadounidense en marzo de 2003, el deterioro se aceleró.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), este país destinó cinco por ciento de su presupuesto a la educación hasta 1989, mientras que las naciones en desarrollo destinan en promedio sólo 3,8 por ciento.

Decenas de miles de escuelas fueron construidas entre 1960 y 1990. Pero en los años 90, más de 83 por ciento de las del centro y sur del país necesitaban reformas. Esa cifra se elevó desde la invasión de 2003.

Las promesas de Estados Unidos de reconstruir la infraestructura educativa quedaron por el camino.

"Decidí dejar de engañarme con soñar en ir a la universidad y ser abogado", dijo a IPS Sufian Kathum, otro estudiante de Bagdad que también reprobó sus exámenes. "Hay que enfrentar la realidad, Iraq no existe como país", sentenció.

"Los estadounidenses y sus colaboradores nos quieren para que seamos policías corruptos y recolectores de basura que ponen bombas al costado del camino para ellos", señaló Kathum.

"Tenemos que darnos cuenta de que la universidad se convirtió en un lujo que no podemos costear", se lamentó.

(*Ahmed, corresponsal en la provincia de Diayala, trabaja en estrecha colaboración con Dahr Jamail, nuestro especialista radicado en Estados Unidos y especializado en Iraq)

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