El gobierno español del socialista José Luis Rodríguez Zapatero continúa sin respetar la norma aprobada en diciembre sobre las ventas externas de armamentos, advirtieron portavoces de las organizaciones no gubernamentales Greenpeace y Amnistía Internacional.
Todavía no se han publicado informaciones oficiales sobre las exportaciones de este año, pero ambas asociaciones sostienen que esas transacciones continúan sin restricciones y en fuentes oficiales no proporcionan información al respecto.
Aunque el gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE) se manifiesta a favor de la paz, España ha aumentado de manera considerable la exportación de armas, incluyendo las bombas de racimo, bajo el gobierno de su secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero.
La exportación comenzó a aumentar en 1991, durante el mandato del centroderechista José María Aznar, pero fue en 2006, ya con Zapatero en la jefatura de gobierno, cuando aumentó en 50 por ciento.
"Y a corto plazo no parece que se pueda frenar este proceso, enmarcado en la carrera armamentista global", señaló a IPS Mabel González, responsable de la campaña de desarme de Greenpeace.
No obstante, añadió, tanto esa organización ambientalista como otras continuarán presionando a las autoridades españolas para que aplique la ley de fines de 2007 "y evitar el descontrol, que puede ser fatal para muchos, incluidos los españoles".
Uno de los lugares donde más se trafica con armas es el Medio Oriente. El abogado y coronel retirado Fernando de Salas, rector de la centenaria Sociedad de Estudios Internacionales, dijo a IPS que el conflicto en esa región ya está afectando a Europa.
"En cualquier momento puede afectar mucho más", alertó De Salas, al poner como ejemplo el despliegue de tropas europeas en la fuerza de paz de la Organización de las Naciones Unidas en Líbano, en la que participa España.
Una eventual participación militar de Irán en el conflicto en esa región "desataría consecuencias de una proyección imprevisible y muy difíciles de afrontar. La violencia casi con toda seguridad llegaría a Europa", adicionó.
En cuanto a la venta de armas, De Salas considera que "hoy es una actividad normal de todos los estados, no hay uno que las fabrique y pueda anotarse entre los que no exportan". Ello se debe, puntualizó, a que no se ha tomado debida cuenta "de que el enemigo no debe ser el hombre sino los desastres naturales".
Por ello, debería tomarse conciencia de que "la guerra hay que hacerla contra los desastres naturales, contra el deterioro del medio ambiente, poner en ese objetivo todas las fuerzas, para salvar al mundo que está en verdadero peligro", concluyó.
Las exportaciones españolas de armas alcanzaron un máximo histórico en 2007, al totalizar casi 933 millones de euros (1.448 millones de dólares), 10 por ciento más que el año anterior, según el informe remitido esta semana al Congreso legislativo por la Secretaría de Estado de Comercio.
Con esas cifras, España se convierte en el octavo exportador de armas convencionales en el mundo, detrás de Estados Unidos, Rusia, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Holanda e Italia.
Los principales compradores fueron Noruega, Finlandia, Malasia, Brasil, Venezuela, Colombia y Marruecos.
Las organizaciones no gubernamentales, no obstante, son moderadamente optimistas y, además, se muestran resueltas a intensificar su lucha para que se acabe con ese comercio.
Al respecto destacan que, en cumplimiento de la nueva ley, se ha presentado por primera vez información por categorías sobre las licencias autorizadas, licencias que deben recibir tanto las empresas privadas como las instituciones públicas que vendan armas.
En el informe, también por primera vez el gobierno informó sobre las operaciones realizadas que no cumplieron con la documentación exigida y con los informes previos de la Junta Interministerial Reguladora del Comercio Exterior de Material de Defensa y de Doble Uso (JIMDDU).
Pero, objetó González, así como la nueva ley ha proporcionado mejora en términos de transparencia y cumpliéndola, "el gobierno debería informar sobre los criterios que aplicó para eximir a determinadas operaciones de la presentación de esos informes previos".
Intermon Oxfam, Greenpeace, Fundación por la Paz y Amnistía Internacional señalan que, si bien las exportaciones se realizaron antes de la aprobación de la nueva ley, se debe tener presente que España sigue vendiendo armas a países en los que hay riesgos evidentes de violación de los derechos humanos.
Como ejemplo de ello identificaron la venta de armas a Colombia, inmersa en una guerra civil desde comienzos de los años 60, y a Marruecos, que sigue manteniendo su poder colonial sobre parte del Sahara Occidental, enfrentado militarmente al Frente Polisario, la organización que lucha por la independencia de ese territorio desde hace décadas.
España ha exportado a Marruecos productos denominados "otro material", pero que consistió en armamentos para la policía de ese país.
Sobre la venta de material de doble uso se destaca un hecho curioso: el mayor cliente fue Estados Unidos, seguido por alguno de sus adversarios, como Irán, Venezuela, China y Cuba.
Por todo ello, las organizaciones civiles demandan que el gobierno de Zapatero haga comparecer en el Parlamento al secretario de Estado de Comercio para que informe sobre los criterios utilizados para la exportación de armas y material de doble uso.
Y también que adopte una postura activa favorable a la elaboración de un efectivo Tratado Internacional por el comercio de armas en Naciones Unidas y la firma y rápida ratificación de la Convención de Dublín para la prohibición de las bombas de racimo.