SIDA-AMÉRICA LATINA: La amenaza persiste

La pandemia de sida se mantiene estable en América Latina y afecta con fuerza a los grupos vulnerables, como homosexuales, hombres que tienen sexo con hombres y prostitutas, según el informe mundial divulgado este martes por la Organización de Naciones Unidas (ONU).

Los datos recogidos durante 2007 indican que en la región se presentaron 140.000 nuevas infecciones, con lo cual la cantidad de personas portadoras del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), causante del sida, totalizaron 1,7 millones.

Además, el documento elaborado por el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre le VIH/Sida (Onusida), informa que 63.000 personas fallecieron en 2007 a causa de padecimientos relacionados con la pandemia.

El director para América Latina del Onusida, César Núñez, declaró en la presentación del informe que "no se trata de una epidemia pequeña y controlada", por lo cual recomendó un fuerte énfasis en las medidas de prevención.

Brasil, con 800.000 casos, y México, con 200.000, aparecen con los mayores índices de prevalencia de la región, mientras se alerta que América Central y el Caribe es también una zona con fuerte impacto de la enfermedad.
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En el Caribe hay 230.000 personas portadoras del virus, 20.000 personas lo contrajeron el año pasado y otras 14.000 fallecieron en el mismo lapso.

En el mundo hay 33 millones de personas con VIH, la mayoría de ellas en países de África subsahariana, según la investigación que la agencia de la ONU divulgada este martes simultáneamente en México, Nueva York, Ginebra, Johannesburgo y Bangkok.

La presentación es previa a la XVII Conferencia Internacional sobre el Sida, que se efectuará del 3 al 8 de agosto en la capital mexicana y a la que se prevé acudan unos 25.000 expertos, activistas y delegados de organismos nacionales e internacionales provenientes de 150 naciones.

El estudio de Onusida, en el capítulo latinoamericano, sostiene que el sexo sin protección en el colectivo de hombres que tienen sexo con hombres está muy presente en México, Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú.

También advierte que en países como Bolivia y Perú el contagio tiene mucho que ver con la práctica de sexo sin protección y por el uso de drogas inyectables sin las precauciones recomendadas por la entidad.

También se enfatiza en que se percibe una feminización de la epidemia. "Hemos visto que la cantidad de mujeres que se infectan ha aumentado en los últimos años y lo vamos a ver con más énfasis en el futuro", alertó Núñez.

Más de 30 por ciento de los enfermos en la región son mujeres. En México unas 40.000 mujeres son portadoras del virus.

"Hay que aumentar la visibilidad de la epidemia en las mujeres para promover prácticas sexuales seguras y protegidas", planteó Linda Adechar, directora general de la no gubernamental Fundación Vihdha.

Además, la tuberculosis derivada de las bajas defensas que provoca el virus aparece como la razón principal de muerte en los afectados con VIH.

"La enfermedad continúa siendo la principal causa de mortalidad en los grupos vulnerables", destacó Phillipe Lamy, representante residente en México de la Organización Panamericana de la Salud.

Núñez subrayó que hay un aumento importante en la prevención y tratamiento en América Latina, donde 390.000 personas reciben terapia antirretroviral. Pero otras 630.000 personas carecen de ese acceso, afirma.

"El número de personas con tratamiento antirretroviral ha aumentado", destacó el funcionario, quien insistió en la importancia de la prevención.

"Medidas como el control de sangre y el aumento en el uso del condón han dado una respuesta alentadora", explicó, a su vez, Mauricio Hernández, subsecretario (viceministro) de Prevención de la Secretaría de Salud de México.

La lucha contra el virus se ha visto obstaculizada desde su aparición por factores como el estigma, la discriminación, la homofobia y la falta de información sobre el mal.

En ese sentido, un estudio de siete países latinoamericanos, patrocinado por el Centro Internacional de Cooperación Técnica en VIH y sida de Brasil y por la agencia de cooperación alemana (GTZ), pone de manifiesto que, a pesar de haber más políticas gubernamentales y más leyes, la discriminación hacia personas infectadas con y grupos vulnerables permanece como un desafío trascendental.

El documento titulado "La respuesta al VIH/SIDA en América Latina desde la perspectiva social", que será presentado en la Conferencia de México, plantea que uno de los mayores esfuerzos que requieren los países para luchar contra la epidemia es llevar a las personas de las poblaciones vulnerables a un punto de equidad en las distintas facetas de la vida social. El reporte, al que IPS tuvo acceso y fue coordinado por la Secretaría General de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), indica que en la región prácticamente todas las constituciones mencionan el derecho a la no discriminación, pero no a los portadores de VIH ni a los miembros de los colectivos gay, lésbico o transgénero.

"La materia laboral es de las más problemáticas ya que es donde se verifica de forma sistemática la violación de las normas que garantizan el derecho a la no discriminación que se oculta gracias a las reformas de flexibilidad laboral y a las dificultades probatorias de los despidos discriminatorios", cita el texto que abarca Argentina, Colombia, Chile, El Salvador, México, Perú y República Dominicana,

"En el caso de VIH, la discriminación sigue siendo muy fuerte debido al prejuicio y a mala información sobre la infección", dijo a IPS José Aguilar, coordinador nacional de la red Democracia y Sexualidad.

La Encuesta Nacional de Discriminación de 2005 arrojó que los dos grupos que se perciben como más discriminados en México son los discapacitados y los homosexuales.

En promedio, nueve de cada 10 mujeres, discapacitados, indígenas, homosexuales, adultos mayores y pertenecientes a minorías religiosas respondieron que son objeto de discriminación por su condición. Además, una de cada tres personas pertenecientes a estos grupos afirmó que ha sido discriminada en el trabajo.

Alejandra Gil, presidenta de la no gubernamental Asociación en Pro Apoyo a Servidores, que apoya a trabajadoras sexuales de un barrio capitalino, comentó a IPS que la visibilización de los grupos vulnerables puede ayudar a combatir el estigma y la discriminación.

México, Perú, Colombia, El Salvador y República Dominicana cuentan con órganos multisectoriales para abordar el tema del VIH, mientras que eso no ocurre en Argentina y Chile. Además, todos los países estudiados poseen planes nacionales frente a la enfermedad.

Los investigadores encontraron que el derecho a la no discriminación presenta lagunas y contradicciones en las normas existentes en los países estudiados.

"Mientras que por un lado, el Estado intenta combatir la estigmatización de las personas que viven con VIH, por el otro mantiene leyes e instituciones que en sí mismas son discriminadoras de los colectivos en situación de vulnerabilidad respecto del VIH", señala el documento.

"El estigma y la discriminación siguen siendo factores muy fuertes", destacó Núñez.

El análisis de Flacso revela, en relación con la prohibición general de la discriminación laboral, que algunos marcos legales latinoamericanos establecen este tipo de contravenciones pero lo que reina es la omisión.

"Necesitamos espacios laborales libres de estigma y discriminación", planteó Adechar.

Otro estudio, patrocinado por la Alianza Internacional contra el VIH-Sida y que también será presentado en la Conferencia, concluyó en que las organizaciones de lucha contra la enfermedad han ganado más presencia e influencia políticas, pero cuentan con menos recursos financieros para ejecutar sus proyectos, en diez naciones latinoamericanas.

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