Serbia ha descubierto que 16 emperadores romanos, entre los siglos III y IV, nacieron en lo que hoy es territorio de esta nación balcánica. Y la intención es que los turistas también lo sepan.
"Eran tiempos muy turbulentos, que precedieron al colapso final del Imperio Romano de Occidente a fines del siglo V", explicó a IPS el historiador Aleksandar Jovanovic.
"Debido a esas circunstancias, el trono no era hereditario, sino una cuestión relacionada con la valentía y liderazgo de los soldados. En esos tiempos, líderes militares exitosos, aunque no muy preparados, podían convertirse en emperadores", agregó.
Sin embargo, su gloria era efímera y se extendía "por apenas uno o dos años. Eran guardianes de las fronteras del imperio y morían en las batallas contra los bárbaros, peleando codo a codo con sus soldados", explicó Jovanovic.
Esos emperadores querían permanecer en las ciudades fronterizas en las que habían nacido y hacerlas tan importantes como les fuera posible, construyendo templos para los dioses, teatros, mercados y sitios para reuniones comunales.
En su momento de máximo apogeo, el Imperio Romano abarcó desde la península Ibérica en su límite occidental hasta África septentrional en el austral, a través de la moderna Europa e Inglaterra en su frontera norte y Rumania y Turquía en su borde oriental y sudoriental.
Dejó de existir a fines del siglo V, cuando el imperio de occidente cayó ante las tribus germánicas. La parte oriental sobrevivió hasta 1453, cuando Constantinopla, hoy Estambul, fue tomada por los otomanos.
Uno de los más prominentes emperadores romanos nacidos en lo que hoy es Serbia (en la actual sudoriental ciudad de Nis) fue Constantino I (272-337), quien puso fin a la persecución de los cristianos en 313 y prácticamente convirtió a esa fe en la religión oficial del imperio.
Las autoridades serbias quieren que ese pasado sirva como atracción para los turistas de hoy. El primer paso hacia la promoción del "turismo de la antigua Roma" en versión local fue dado en 2006 en Kostolac, 90 kilómetros al este de Belgrado, cuando las Puertas de Viminatium fueron abiertas al público.
El entusiasmo del arqueólogo Miomir Korac, quien trabajó en el lugar durante seis años con 40 asistentes, rindió sus frutos: más de 50.000 personas visitaron el sitio en 2007.
"Es una iniciativa única que revela la historia antigua y la populariza entre nuestra gente y los turistas extranjeros. Une los tiempos pasados y los modernos", afirmó Korac.
Viminatium se encuentra a sólo cuatro kilómetros del río Danubio. En los meses de verano, más de 600 barcos con turistas realizan cruceros por sus aguas desde Viena hasta la costa del mar Negro, en Rumania. La mayoría de los visitantes del lugar provienen de esas excursiones.
Los turistas pueden recorrer los baños termales, observar el sistema de suministro de agua que se extiende por 10 kilómetros trepando las montañas vecinas, sentarse en el anfiteatro o visitar la necrópolis. Hace poco fue desenterrado el mausoleo del emperador Hostilian, quien murió en la ciudad en 251.
Se ignora si murió a causa de la peste o fue asesinado. Los visitantes pueden comprar el juego "El Misterio de la Muerte del Emperador" y tratar de resolverlo por sí mismos. Tampoco está claro si la desaparición de Viminatium se debió a la enfermedad o fue destruida por los bárbaros.
Los turistas son llevados en réplicas de antiguas carrozas romanas a tabernas donde se ofrecen comidas basadas en recetas de 1.700 años de antigüedad: pan y queso de cabra con hojas de laurel, cerdo asado con miel o albóndigas de carne cubiertas de sésamo fritas en aceite de oliva.
"Esto es apenas el comienzo del proyecto que planeamos desarrollar", dijo Korac a IPS. "Se llama 'La Ruta de los Emperadores Romanos' e incluirá siete ciudades serbias, cuna de emperadores o importantes campos militares de las antiguas legiones imperiales", agregó.
Koran estima que la iniciativa puede ser autosuficiente. "Sólo el precio de las entradas a los sitios recientemente excavados, como Sirmium", hoy Sremska Mitrovica, en Serbia occidental, "Mediana y Naissus en el sureste del país pueden dar un ingreso de millones de dólares", se entusiasmó.
Serbia ha presentado este proyecto en ferias turísticas de toda Europa y está gestionando una donación de 37,5 millones de dólares de la Unión Europea para llevarlo adelante.
A lo largo de una ruta de 600 kilómetros, alrededor de 100 viviendas serán convertidas en albergues o casas de huéspedes, con un menú de antiguas comidas romanas para quienes lo deseen.
"Los únicos lugares en Europa donde existe algo similar son Francia e Italia. Nosotros podemos iniciar proyectos de cooperación con nuestros vecinos, como Bulgaria, Grecia, Hungría y Macedonia para enlazar las rutas de los antiguos emperadores romanos", señaló Korac.