SERBIA: Con Karadzic ante millones de narices

Los serbios siguen atónitos con la noticia de que Radovan Karadzic, acusado de crímenes de guerra, estuviera tanto tiempo radicado en la capital de Serbia ejerciendo la psiquiatría, participando en seminarios y hasta escribiendo columnas en la prensa.

Karadzic era uno de los hombres más buscados del mundo desde que el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia, creado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en mayo de 1993, lo acusó de genocidio en la guerra de secesión de Bosnia-Herzegovina de 1992 a 1995.

Cuando fue hallado en Belgrado, estaba irreconocible, de larga barba y lentes, y se hacía llamar Dragan Dabic.

A él y a su comandante Ratko Mladic, quien sigue prófugo, se los responsabiliza de la muerte de más de 7.500 hombres y niños musulmanes en julio de 1995 en la oriental localidad bosnia de Srebrenica, considerada la peor masacre registrada en Europa desde la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).

Además, sus fuerzas mantuvieron un sangriento asedio sobre Sarajevo durante tres años y medio. El bombardeo de la capital bosnia se cobró la vida de más de 10.000 personas.
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La nueva apariencia del otrora corpulento Karadzic, de 63 años, impactó a la población cuando el fiscal para crímenes de guerra Vladimir Vukcevic y Rasim Llajic, alto funcionario para la cooperación con el Tribunal en La Haya, mostraron a la prensa fotografías de Dragan Dabic luego de su arresto el lunes.

El hombre esbelto, vestido de negro, con una barba blanca, una pequeña cola de caballo en la parte alta de su cabeza y gruesos anteojos no se parecía en nada al Karadzic que todos conocían.

Su rasgo característico solía ser una melena entrecana y unas espesas cejas negras.

Los canales de televisión locales comenzaron a difundir imágenes de hace un año de Dabic dando conferencias y en las que aparece siempre con la misma compañera, Mila Damjanov, de 53 años.

Mientras la prensa indaga su vida amorosa, sus apartamentos alquilados en Belgrado y los comercios y la iglesia a los que concurría, el público se pregunta cómo el hombre más buscado del mundo pudo vivir así.

Durante la guerra de secesión de Bosnia-Herzegovina, Karadzic solía aparecer en los medios locales e internacionales alardeando de de los éxitos bélicos de los serbios y de su coraje.

"Cambió su identidad física y social, pero no su psiquis", dijo a IPS Leposava Kron, del Instituto de Criminología.

"Siguió siendo el mismo. No adquirió una personalidad múltiple. Siempre supo quién era. Sería un suicidio psicológico para él no dirigirse a un público y escuchar los aplausos", añadió.

Muchos piensan que cualesquiera fueran los motivos de quienes lo ayudaron durante estos 13 años deben darse a conocer.

El flamante ministro del Interior, Ivica Dacic, se limitó a informar que "quienes lo protegieron lo entregaron".

Dacic pertenece al Partido Socialista del ex presidente Slobodan Milosevic (1941-2006), que en la actualidad trata de desvincularse de su pasado. El ministro pertenece a la coalición de gobierno que desde hace un mes encabeza por Mirko Cvetkovic.

Milosevic gobernó Serbia desde 1989 hasta su caída a causa de un levantamiento popular en 2000, cuando ejercía la presidencia de la entonces Federación Yugoslava, y falleció en 2006 en una cárcel del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia.

El nuevo jefe de la Agencia de Seguridad e Inteligencia Sasa Vukadinovic asumió el 17 de este mes. Karadzic fue detenido en la noche del día 21.

"Lo que dice Dacic es básicamente correcto", sostuvo el analista Misa Brkic.

"La policía secreta que le facilitó la identidad falsa y sus patrocinadores económicos lo fueron abandonando de a poco desde 2000. Ellos fueron, al parecer, quienes crearon el mito de que Karadzic se escondía desde hace años en las montañas montenegrinas o en el este Bosnio-Herzegovina", señaló.

"Sólo la policía secreta pudo haberle dado una nueva identidad, un trabajo y una revista para escribir una columna", añadió Brkic.

"Hasta que no asumió el nuevo gobierno, no había voluntad política en Serbia para detenerlo", añadió Brkik.

La mayoría de los medios serbios parecen estar fascinados con los misterios en torno a la vida secreta de Karadzic y muy pocos mencionaron que estaba requerido por el Tribunal en La Haya.

Cuando se menciona la matanza de Srebrenica, se la califica de "presunta" y casi nadie se refirió al ataque contra Sarajevo.

También se dio mucho espacio a los integrantes de la familia de Karadzic que vivían en Pale, cerca de Sarajevo.

Hace un tiempo, la oficina del alto representante de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Bosnia-Herzegovina, Miroslav Lajcak, incautó documentos a sus familiares por sospechar que ayudaban a Karadzic.

Lajcak rechazó un pedido de la familia para recuperar los documentos al trasladarse a Belgrado para ver a Karadzic.

Su hijo Sasa y su hija Sonja "tendrán la oportunidad de ver a su padre después de muchos, muchos años. No puede decirse lo mismo de los familiares de las víctimas de Srebrenica y de otros lugares de Bosnia-Herzegovina", señaló.

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