Vladimir Putin, ahora en su nueva función de primer ministro de Rusia, se dedica de lleno a su propio plan de desarrollo estratégico, que sirvió como herramienta de campaña para ganar votos en las últimas elecciones presidenciales.
Este programa de 12 años busca lograr mejoras en la educación, la vivienda, la agricultura y la atención de la salud. Analistas políticos consideran que ayudará a mantener alta la popularidad de Putin, en caso de que decida volver a presentarse como candidato a la presidencia.
Tras cumplir dos mandatos como presidente, Putin se vio impedido de aspirar a una nueva reelección en los comicios de marzo y eligió como su delfín a Dimitri Medvedev, quien obtuvo una aplastante victoria en las urnas. Reservó para sí mismo el cargo de primer ministro y tiene la posibilidad de aspirar nuevamente a la presidencia en 2012.
La única reforma introducida en el área educativa durante el mandato de Putin fue la adopción gradual de exámenes unificados en algunas materias básicas. Se sabe que muchos directores y rectores aceptan grandes sumas de dinero de padres que buscan asegurar la admisión de sus hijos y esa medida constituyó un paso para impedir esa práctica. Georgy Egorov, autor de varios estudios sobre la economía rusa tras la disolución de la Unión Soviética en 1991, publicados por la estadounidense Universidad de Harvard, dijo a IPS que los trabajadores de la salud también adoptan prácticas corruptas.
"Reconocer que la cobertura de salud ya no es universal y gratuita ayudará a definir las opciones disponibles, tanto para la población como para los políticos", agregó.
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Las reformas son imprescindibles en otras áreas, ya que el desarrollo agrícola y la disponibilidad de viviendas a un precio accesible varían marcadamente de región a región, dijo Egorov.
Un presupuesto que contemple algunas de las metas del plan de desarrollo será enviado a la Duma (cámara de diputados) el próximo 26 de agosto.
Yevgeny Volk, de la filial moscovita del estadounidense centro de estudios Heritage Foundation, señaló a IPS que la imagen y futuro político de Putin dependerán en gran medida del éxito de estas reformas. Advirtió que la excesiva burocracia y la corrupción generalizada son obstáculos para su implementación.
Al mismo tiempo, la estrategia plantea otros problemas. "Es claro que el gran aumento del gasto fiscal, como consecuencia de estos planes, ha contribuido dramáticamente a que se disparara la tasa de inflación", agregó.
"En el primer semestre de este año llegó a nueve por ciento, cuando la proyección oficial para todo 2008 era de ocho por ciento. Ahora podría ubicarse entre 18 y 20 por ciento anual. Esto creará serios problemas económicos y políticos al gobierno y aumentará el descontento popular", dijo Volk.
"También podría ser una fuente de tensiones entre Putin y Medvedev, ya que ninguno de ellos querrá cargar con la responsabilidad de las desastrosas consecuencias", advirtió.
Cuando era primer viceprimer ministro durante la presidencia de Putin, se otorgó a Medvedev la responsabilidad de ejecutar estos proyectos para aumentar su popularidad durante la campaña electoral, comentó Volk.
Irina Bolgova, profesora de la estatal Universidad de Moscú de Relaciones Internacionales afirmó que las reformas "son la mejor política diseñada hasta el momento tras el colapso de la economía centralizada soviética".
Pero advirtió que el plan afronta problemas estructurales, como la falta de mano de obra calificada, la mala administración y la existencia de equipos obsoletos. Sobre todo, advirtió Bolgova, "debe modificarse el sistema de valores sociales, algo extremadamente difícil de lograr".
Putin subrayó este mes la necesidad de aplicar un enfoque autocrítico. "Creo que es muy importante que nuestros planes nacionales de desarrollo sean discutidos en todos los niveles de la sociedad, con la participación de todas las instituciones", dijo en una reunión de gabinete.
"Finalmente, este proceso ayudará a mejorar el desarrollo social y económico nacional hacia 2020", añadió.