POBLACIÓN-CUBA: Envejecer más tarde

La propuesta de extender la edad para jubilarse será apenas una de las tantas medidas que deberá impulsar el gobierno cubano de Raúl Castro para contrarrestar el impacto económico del acelerado proceso de envejecimiento poblacional e intentar cambiar las actuales tendencias demográficas.

Aunque todo parece indicar que la población cubana nunca llegará a las 12 millones de personas, el especialista Juan Carlos Alfonso, director del Centro de Estudios de Población y Desarrollo de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), sí considera que "se puede incidir" y promover un cambio en las bajas tasas de fecundidad.

A su juicio, habrá que educar para cambiar concepciones que tienden a frenar los embarazos en mujeres mayores de 35 años y, además, comprender que se puede envejecer más tarde. "A los 60 años todavía se pueden hacer maravillas", comentó el experto que cataloga como más vulnerable la población de 80 años y más.

"Nadie elude los problemas económicos, pero por ahí no anda sólo la solución. Si no todo sería mucho más fácil", añadió Alfonso ante los asistentes al IV Coloquio de Población, Educación, Salud Sexual y Reproductiva y Desarrollo Humano, realizado el lunes en la sede habanera del Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona.

La crisis económica iniciada en 1990 influyó en el aplazamiento de no pocos embarazos, pero estudios especializados apuntan como principales causas del descenso de los patrones de fecundidad en esta isla el nivel educacional de la mujer, sus aspiraciones profesionales y personales y el acceso universal a la anticoncepción y al aborto.
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El gobierno contempla ahora el fortalecimiento de la red de círculos infantiles y el impulso de servicios de apoyo al hogar, prácticamente desaparecidos desde comienzos de la pasada década, pero descarta experiencias de otros países que incluyen estímulos económicos a las familias para que aumenten su descendencia.

La jornada científica, una de las actividades realizadas en Cuba en el marco de las actividades por la celebración el 11 de este mes del Día Mundial de Población, sucedió al anuncio de que el gobierno someterá a debate público un proyecto que modifica la ley 24 de seguridad social, vigente desde el 1 de enero de 1980.

La propuesta contempla aumentar la edad de retiro de 55 a 60 años en las mujeres y de 60 a 65 años en los hombres, una medida que se aplicará de manera paulatina entre 2009 y 2015 con el objetivo, según fuentes oficiales, de "afectar lo menos posible a los trabajadores próximos a las edades actuales de jubilación".

La esperanza de vida de la población para el período 2005-2007 es de 77,97 años. "En el caso de los hombres es de 76 años y en el de las mujeres, de 80,02", reveló a IPS el investigador y recordó que este es uno de indicadores que se tienen en cuenta para medir el Índice de Desarrollo Humano.

A fines del año pasado, las personas de 60 años representaban 16,6 por ciento de los 11,2 millones de habitantes de Cuba y la edad media era de 37,4 años. Cálculos de la ONE indican que, de mantenerse invariables las tendencias actuales, hacia 2025 esa proporción crecerá a 26 por ciento y la población estará decreciendo. Cuba mostrará "un elevado crecimiento absoluto de la población de más de 80 años, en contraste con el escaso crecimiento —decrecimiento— en los volúmenes de población en edad de procrear y de trabajar y en consecuencia muy bajos índices de reemplazo poblacional y de fuerza de trabajo", según fuentes de esa oficina.

Como prioridad en las políticas para intentar incidir en las actuales tendencias demográficas, Alfonso señaló la necesidad de "estimular la fecundidad en el país, en particular los nacimientos del segundo hijo en adelante", con el fin de acercarse "al reemplazo poblacional en una perspectiva mediata".

Desde 1978, las mujeres cubanas no garantizan el reemplazo poblacional al dejar, al culminar su período fértil, menos de una hija por mujer.

Estadísticas oficiales indican que en 2007 la tasa global de fecundidad fue de 1.43 hijos por mujer y la tasa bruta de reproducción apenas llegó a 0.69 hijas. El envejecimiento y paulatino decrecimiento de una población es el resultado, principalmente, de la vinculación de las bajas tasas de fecundidad y mortalidad y del aumento de la esperanza de vida al nacer. El proceso conocido como transición demográfica es típico en naciones con altos índices de desarrollo socioeconómico.

En la transición influyen, además, los niveles educacionales y de salud, la igualdad de géneros, el acceso a métodos de planificación familiar, la urbanización y también los patrones migratorios de una población determinada, sobre todo cuando se produce una emigración selectiva de personas en edades jóvenes.

Estimaciones del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa) indican que para 2025 Cuba será el país latinoamericano y caribeño más envejecido, con 25,9 por ciento de su población de 60 años o más. La lista incluye a Barbados, con 25,4 por ciento, Trinidad y Tobago con 20,5, Uruguay con 20 y Chile con 18,4 por ciento.

Mientras para algunos países de América Latina y el Caribe el envejecimiento es apenas una amenaza, para Cuba ya es una realidad. "A partir de 2010 tendremos más personas de 60 años y más que menores de 14 años. En la capital cubana ya se presenta un crecimiento natural negativo: mueren más personas de las que nacen", afirmó Alfonso.

Según el experto, el país deberá satisfacer las demandas y necesidades de la creciente población de 60 años y más, fomentar la participación de los adultos mayores en las tareas económicas, políticas y sociales del país y garantizar la sostenibilidad económica durante el período de recuperación de las tendencias demográficas.

Entre las estrategias aparece la búsqueda de "reservas de fecundidad", al extender la edad de reproducción sin riesgo en la mujer al período de 35 a 40 años, algo que según especialistas puede garantizarse con el programa de salud materno-infantil del sistema de salud pública. Sin embargo, aunque muchas mujeres en esas edades deseen tener su primer o segundo hijo, tampoco es tan fácil. "Tenemos que ver cómo hacemos para que esa mujer de 40 años no se sienta como un sándwich entre el adulto mayor que debe cuidar y el niño que quisiera tener", alertó Alfonso.

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