La policía española puso este martes al borde del precipicio a la organización extremista ETA, con el arresto de las nueve personas que conformaba su grupo más activo, quizás el único que le queda tras sufrir un golpe después de otro.
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, informó en rueda de prensa sobre la operación, y agregó que no podía asegurar que el grupo fuera el único remanente, "pero sí que era el más activo, dinámico y buscado desde la ruptura de la tregua" por parte de ETA, considerada terrorista por el gobierno y la justicia de España.
El ministro aseguró que el grupo de nueve detenidos es responsable de entre 80 y 90 por ciento de los atentados atribuidos a la ETA desde que en junio de 2007 rompió el alto el fuego que había declarado en marzo de 2006. Desde inicios del año pasado asesinó a tres miembros de la Guardia Civil, cuerpo policial militarizado, y a un concejal socialista, elevando así a 823 las muertes ocasionadas desde su nacimiento, 40 años atrás.
Desde enero de 2007, añadió el ministro, fueron detenidas 306 personas acusadas de pertenecer a ETA. Pero, según fuentes vascas consultadas por IPS, el grupo no tenía esa cantidad de miembros "ni mucho menos", por lo que en la cifra Rubalcaba puede haber incluido a activistas de su brazo político.
La trascendencia de estas detenciones se reflejó en las declaraciones del líder de la oposición, el centroderechista Mariano Rajoy, quien no vaciló en calificar de "éxito indiscutible" el operativo policial. "Éste es el camino, la derrota de ETA con la ley, la policía, la Guardia Civil, y con la colaboración internacional", agregó el principal dirigente del Partido Popular.
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Las palabras de Rajoy permiten presumir que en la reunión que sostendrá este miércoles con el jefe del gobierno español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, ETA no figurará en la lista de las discrepancias, como en ocasiones anteriores.
Fuentes judiciales señalaron a IPS que la operación fue fruto de la investigación policial, pero sobre todo de la realizada por el juez Baltasar Garzón, quien supervisó incluso las detenciones, trasladándose a la norteña ciudad de Bilbao, en el País Vasco, una de las 17 comunidades autónomas de España.
De los detenidos se destaca Arkaitz Goikoetxea, considerado el jefe del grupo operativo y presunto número uno de la ETA —si bien no hay pruebas policiales terminantes—, notorio en los últimos años por organizar actos de violencia callejera, actividad que dejó a inicios de 2006 para convertirse en un "liberado", o militante rentado.
Euskadi ta Askatasuna (ETA, Patria Vasca y Libertad en vascuence) surgió como grupo armado hace 40 años, enarbolando la bandera de la independencia vasca, cuando España todavía estaba gobernada por el dictador Francisco Franco (1939-1975). Sus acciones letales se redujeron en los últimos tiempos, ya que desde principios de 2007, cuando rompió su alto el fuego, mató a cuatro personas.
En sus inicios, la ETA no recibía condenas unánimes de los sectores que luchaban contra la dictadura. A poco de iniciarse la transición democrática, fue legalizado Batasuna, el partido político bajo cuyas banderas la ETA obtuvo diputados tanto para el parlamento español como para el del País Vasco.
En esa oportunidad, ETA se dividió en dos, un grupo se plegó a la democratización, abandonó la violencia y se volcó a la política legal y otro prosiguió la vía armada.
Hoy la ley le prohíbe presentar candidatos en las elecciones españolas, pero a través de la inscripción de fuerzas políticas con otros nombres ha logrado hacerlo en el País Vasco, donde cuenta con un grupo parlamentario propio.
La política Leire Pajín, nueva secretaria de organización del gobernante Partido Socialista Obrero Español, dijo a IPS que la unión de las fuerzas democráticas fortalece mucho la lucha contra ETA, como lo demuestra el golpe propinado este martes.
Si algo hay que decir "con voz clara y fuerte" es que "la única salida que tienen los terroristas es acabar en la cárcel y que todo el peso de la ley caiga sobre ellos", agregó Pajín, que inició su actividad pública siendo adolescente, como activista y luego presidenta de la organización no gubernamental Solidaridad Internacional.
El gobierno del País Vasco, encabezado por el moderado Partido Nacionalista Vasco (PNV), felicitó al Ministerio del Interior y a las fuerzas de seguridad, destacando que la acción "supone un duro golpe a la red de la banda terrorista evitándose así futuros atentados".
El diputado del PNV, José Ramón Beloki, reclamó a ETA que deje de matar y provocar sufrimientos.
Los arrestados preparaban nuevas acciones violentas y se les encontraron carnés de la Guardia Civil falsificados, además cinco mapas de ciudades españolas y portuguesas, armas y explosivos, según Rubalcaba.
Goikoetxea, indicó el ministro, encabezó los ataques del último año a tres cuarteles de la Guardia Civil y a una comisaría de la Policía Nacional.
La detección del grupo fue posible gracias al hallazgo de uno de los automóviles utilizados en el atentado contra la casa cuartel de Legutiano, en el País Vasco, abandonado por los etarras con una lata de gasolina y un detonador que no llegó a explotar. En el vehículo se encontraron huellas digitales que permitieron orientar la investigación.
La quema de los automóviles que emplea, casi todos robados, es una técnica etarra para no dejar huellas, que falló en esta ocasión.