El senador Barack Obama, del opositor Partido Demócrata, es preferido por un margen de casi tres a uno sobre su principal rival, John McCain, del gobernante Partido Republicano, entre los ciudadanos de Estados Unidos de origen latinoamericano registrados para votar.
Una nueva encuesta realizada por el Pew Hispanic Centre concluyó que dos tercios de los casi 900 "hispanos" o "latinos" consultados votarían por Obama en las elecciones presidenciales de noviembre, contra apenas 23 por ciento (menos de un cuarto) que preferirían a McCain.
"El fuerte desempeño del posible candidato demócrata en esta encuesta representa un drástico revés respecto de su suerte en las primarias, cuando Obama perdió el voto hispano ante Hillary Clinton por casi dos a uno, motivando especulaciones en ciertos ámbitos de que los hispanos eran renuentes a votar a un candidato negro", escribieron el director asociado y la vicedirectora del Pew Hispanic Centre, Mark Hugo Lopez y Susan Minushkin.
Mientras, 32 por ciento de los consultados sostuvieron que Obama se verá beneficiado por el hecho de ser negro, contra 11 por ciento para los cuales eso podría afectarlo. El resto de los entrevistados respondieron que su raza no haría diferencia a la hora del voto de los latinos.
Los resultados del estudio suponen un golpe para los republicanos, que esperaban que su candidato por lo menos se acercara al desempeño que tuvo el presidente George W. Bush entre los hispanos en las elecciones de 2004, en las que se estima que obtuvo entre 40 y 44 por ciento de sus sufragios, por lejos la mejor cosecha de un candidato de ese partido en más de dos décadas.
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Como señaló el Pew Hispanic Centre en su informe, los latinos son uno de los grupos más apetitosos para los candidatos. Tanto Obama como McCain hicieron importantes discursos en la convención anual del Consejo Nacional de La Raza hace dos semanas.
Aunque los hispanos representan la mayor minoría étnica, con alrededor de 15 por ciento de los 300 millones de estadounidenses, constituyen solo nueve por ciento de los votantes registrados, detrás de los afroestadounidenses, la segunda mayor minoría.
Los afroestadounidenses conforman el grupo demográfico más fiel a los demócratas, y las últimas encuestas indican que Obama podría obtener 90 por ciento o más de sus votos este año.
Sin embargo, la influencia electoral de los hispanos es significativa tanto porque tienden a ser más independientes en sus decisiones como porque constituyen un porcentaje desproporcionadamente grande de la población votante en los estados considerados clave y "oscilantes" este año, como Florida (sureste), Colorado (centro), Nevada (oeste) y Nuevo México (sur).
Aunque las grandes concentraciones de hispanos dos tercios del total de la población latina en Estados Unidos se encuentran en California (oeste), Texas (sur), Nueva York e Illinois (noreste), analistas políticos creen que los resultados en cada uno de esos estados son inciertos. Si bien Texas es fiel a los republicanos, en los otros tres es más probable un triunfo de Obama.
El estudio también tiene malas noticias para el Partido Republicano, que esperaba que los resultados de las elecciones de 2004 fueran reflejo de una tendencia a largo plazo que trajera a sus brazos a la minoría más grande y de más rápido crecimiento del país.
Para 2050, cerca de tres de cada 10 ciudadanos estadounidenses (29 por ciento) serán hispanos, según las últimas estimaciones.
Pero la encuesta concluyó que 54 por ciento de los latinos registrados para votar se identifican como demócratas o más inclinados hacia ese partido, contra 26 por ciento que dijeron preferir a los republicanos. El Pew Hispanic Centre señaló que esa brecha era la más grande en más de una década.
Más aun, 55 por ciento de los votantes hispanos dijeron que el Partido Demócrata era mejor para los latinos, mientras que solamente seis por ciento consideraron más conveniente al Partido Republicano.
El revés para los republicanos, comparado con la realidad de apenas hace cuatro años, puede deberse en mayor parte a la amplia división dentro del partido por las propuestas de Bush para la reforma migratoria.
Mientras que los demócratas y hasta el propio McCain, en ese tema— respaldaron el paquete de reformas del mandatario que, entre otras cosas, proponía un proceso para legalizar la presencia de los 12 millones de inmigrantes indocumentados, la mayoría de los congresistas republicanos se opusieron.
Los encuestados dijeron confiar en Obama más que en McCain en el manejo del tema de la inmigración, por un margen de 59 por ciento contra 19 por ciento.
Al mismo tiempo, sin embargo, la inmigración quedó bastante rezagada en la lista de las principales preocupaciones de los encuestados. Nueve de cada 10 mencionaron la educación (93 por ciento), el costo de vida (92 por ciento), el trabajo (91 por ciento) y la salud (90 por ciento) como sus prioridades, mientras que tres de cada cuatro citaron a la inmigración como "extremadamente" o "muy" importante, los mismos porcentajes de los que mencionaron la guerra en Iraq.
Como indicó el Pew Hispanic Centre, los demócratas están preocupados por la posibilidad que los latinos que preferían a Clinton antes que Obama en las primarias se inclinen por McCain en noviembre, debido a su postura moderada en el tema de la inmigración y a la propagada idea de que, en palabras de un destacado consultor latino, Sergio Bendixen, "el votante hispano no ha mostrado mucha disposición a apoyar candidatos negros".
Sin embargo, los resultados de la última encuesta contradicen esa noción.