DERECHOS HUMANOS-ERITREA: Asistencia pone en aprietos a la UE

La asistencia que la Unión Europea (UE) brinda a Eritrea puede estar ayudando a apuntalar a un régimen represivo, alertaron activistas por los derechos humanos.

Liderada por el presidente Isaias Afewerki desde que se independizó de Etiopía, a comienzos de los años 90, Eritrea tiene, según algunos indicadores, uno de los peores antecedentes mundiales en materia de derechos humanos.

La organización Reporteros Sin Fronteras (RSF), por ejemplo, ha documentado cómo decenas de periodistas fueron detenidos e incomunicados desde 2001. Se cree que varios de ellos fallecieron mientras estaban en custodia. Según el último informe anual de RSF, Eritrea "se merece estar a lo último" de una tabla de posiciones sobre la libertad de prensa.

Aunque el despotismo de Afewerki provocó la ira del gobierno de Estados Unidos, disfruta de relaciones cordiales con la UE.

La Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE, está dando los toques finales a una estrategia bajo la cual ese país africano recibirá más de 181 millones de dólares de aquí a 2013.
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Las organizaciones no gubernamentales tienen prohibido trabajar en Eritrea, y los activistas dicen que falta transparencia sobre cómo se usa la asistencia brindada al país. Algunos temen que los seguidores de Afewerki puedan estar usando la asistencia para mantener a Eritrea en permanente pie de guerra.

Encerrada en una prolongada disputa fronteriza con Etiopía, Eritrea es el tercer país —luego de Corea del Norte y Angola— en tener mayor gasto militar, en relación al tamaño de su población. Datos difundidos desde su capital, Asmara, en 2000, declararon que su ejército tenía 300.000 soldados. Algunos cálculos señalan que desde entonces los duplicó, en buena medida como resultado de la conscripción.

"En la comunidad eritrea, la UE es vista como apoyando al régimen actual. Esto se ha vuelto una causa de desesperanza y desesperación", dijo Kassahun Checole, un expatriado eritreo radicado en Estados Unidos.

Checole, que tiene una larga historia de activismo por la independencia eritrea y de oposición al apartheid en Sudáfrica, se quejó de cómo Louis Michel, el comisario europeo para la asistencia al desarrollo, visitó a Afewerki en Asmara el mes pasado para mantener conversaciones a puertas cerradas.

"No tenemos conocimiento de qué discutieron. No se está al tanto de si Louis Michel planteó temas de derechos humanos, las condiciones económicas en el país y su relación con sus vecinos", dijo Checole.

Un año antes, Michel no ofreció críticas públicas sobre la situación de derechos humanos en Eritrea cuando realizó una conferencia de prensa conjunta con Afewerki en Bruselas.

Aunque Zimbabwe es el país africano que concitó la mayor atención internacional en los últimos tiempos —con el presidente Robert Mugabe acusado de "robar" las recientes elecciones luego que sus partidarios desataron una ola de violencia e intimidación contra los opositores— Checole alegó que la situación de Eritrea es mucho peor que la de Zimbabwe.

"En Zimbabwe hay una simulación de democracia. El partido de oposición es legítimo allí. En el caso de Eritrea no hay simulación en cuanto a que haya un proceso democrático. Y además el mundo, incluyendo a la UE, ejerce una presión directa sobre Mugabe, aunque ha mantenido sus manos fuera de Afewerki", señaló.

Meron Estefanos, un activista de Sudáfrica que milita en el Movimiento Eritreo para la Democracia y los Derechos Humanos, dijo que los jóvenes de Eritrea son coaccionados para unirse al ejército y que los comandantes militares que han cometido delitos como violaciones han quedado impunes.

"La consecuencia de la creciente militarización de Eritrea ha sido la eliminación del sector más dinámico de la sociedad. Continúa siendo una importante causa de abusos masivos a los derechos humanos y de la pobreza crónica y el retraso prevalecientes en nuestra sociedad. Sólo sirve a los intereses de la elite política y militar, dándoles suficiente influencia para suprimir de modo efectivo cualquier clase de disenso", señaló Estefanos.

Un portavoz de la Comisión Europea dijo que, a diferencia de la mayoría de los países de África, el Caribe y el Pacífico, el gobierno de Eritrea no recibe asistencia directamente de la UE. "La falta de transparencia del gobierno de Eritrea cierra completamente esta opción", dijo el portavoz.

En cambio, proyectos financiados por la UE en el país son directamente administrados por la oficina de la Comisión en Asmara, y son sometidos a controles financieros, según el portavoz. "Simplemente no es el caso" de que la UE esté ayudando a apuntalar a Afewerki, dijo.

"La realidad es que la Comisión apoya al país y no al gobierno ni a ningún partido político por ese asunto. Ofrecemos nuestro apoyo al país a través de la cooperación al desarrollo y de un diálogo robusto con el gobierno, que cubre todos los temas, entre ellos derechos humanos y democracia", agregó.

Glenys Kinnock, una europarlamentaria de Gales que controla la situación en Eritrea desde los años 80, dijo que realizó un pedido formal de detalles sobre cómo se usa la asistencia de la UE a Eritrea.

"Nadie ha alegado jamás que no sea necesario que proveamos de asistencia humanitaria y apoyo a la educación y la atención a la salud. Pero claramente hay enormes dificultades para controlar lo que está haciendo la Comisión. En Eritrea no hay organizaciones no gubernamentales. Así que, ¿quién está distribuyendo la asistencia? ¿Quién está asegurándose de que no caiga en las manos equivocadas?", planteó.

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