Una nueva comisión creada por Noruega estudiará vías para poner fin a los enormes flujos de dinero hacia paraísos fiscales. Se cree que la evasión impositiva y la corrupción cuestan a los países pobres por lo menos 50.000 millones de dólares al año.
La comisión, está integrada por Eva Joly, consejera especial sobre corrupción para la agencia noruega de desarrollo Norad, y quien presidió la famosa investigación sobre irregularidades en la empresa petrolera francesa Elf. También la conforman expertos en economía internacional, anticorrupción, administración de fondos y políticas de desarrollo.
Los paraísos fiscales son jurisdicciones creadas por normas especiales en determinados países que permiten a operadores pagar pocos impuestos o ninguno. Estos espacios pueden ser muy herméticos, lo que los vuelve más atractivos para empresas extranjeras que quieren evitar pagar impuestos en su propio país, así como para las que procuran ocultar dinero obtenido mediante prácticas corruptas.
Los más famosos están en Andorra, Islas Caimán, Gibraltar, Holanda, Luxemburgo y Mónaco, así como en algunas partes del sistema financiero de Londres.
"Estoy muy orgullosa de esta comisión, y pienso que es muy importante que se haya designado, porque hay una confusión a alto nivel en torno a los efectos perjudiciales de los paraísos fiscales", dijo a IPS Joly, quien también integra un grupo de trabajo contra la corrupción en el Banco Mundial.
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"Creo que los efectos perjudiciales son bastante grandes, dado que los paraísos fiscales hicieron posible esconder flujos de dinero ilegal en estructuras que buscan exclusivamente interferir con la soberanía de otros países. Esto significa que en las Islas Caimán, por ejemplo, han construido un sistema que no está previsto para ser usado allí, sino para compañías" extranjeras, explicó.
Según una estimación de 2000 realizada por Oxfam Internacional, los paraísos fiscales despojan a los países en desarrollo de por lo menos 50.000 millones de dólares al año en ganancias. La organización subrayó que ésta era una estimación conservadora. De modo aún más preocupante, Joly cree que el dinero que fluye hacia los paraísos fiscales está aumentando.
"Cuando fueron creados y eran utilizados por unos pocos, otras economías podían manejar la carga, pero el uso de los paraísos fiscales ha aumentado continuamente, y pienso que se ha vuelto un peligro no sólo para los países en desarrollo, sino también para la economía liberal globalizada", expresó Joly.
Por ejemplo, Alemania asegura que pierde alrededor de 46.000 millones de dólares al año a través de los paraísos fiscales. En Estados Unidos, donde la cifra estimada es de 100.000 millones de dólares, el candidato presidencial del opositor Partido Demócrata, Barak Obama, respaldó una Ley de Abuso de los Paraísos Fiscales.
Joly indicó que muchos creen que la principal razón del actual y drástico aumento en los precios del petróleo no es el suministro inadecuado, sino la especulación en los mercados de materias primas por parte de operadores que pueden ocultarse en paraísos fiscales. La Comisión de Comercio Futuro de Materias Primas (CFTC, por sus siglas en inglés), principal entidad reguladora de productos básicos en Estados Unidos, ha iniciado una investigación.
"La CFTC admite libremente que no puede hacer su trabajo porque muchos de los operadores se están ocultando en los paraísos fiscales", dijo Joly.
"Pero estaremos mirando a los países en desarrollo, y la hipótesis es que estamos anulando parte de nuestra asistencia al desarrollo al permitir que se oculte el dinero", agregó.
Joly también citó cálculos según los cuales, por cada dólar invertido en proyectos de desarrollo en países pobres, estos pierden 10 dólares en paraísos fiscales.
"Esperamos ser un poco más precisos sobre los efectos perjudiciales registrados hasta ahora. La idea es que, si podemos demostrar cuán dañinas son las actividades de estos paraísos fiscales, entonces nuestras políticas de desarrollo tendrán que cambiar", dijo Joly.
"Noruega ya comenzó con eso: Norad trabaja mucho ayudando a países a ayudarse a sí mismos, enseñándoles a negociar mejores contratos de minería, etcétera. Para mí, ésa es la asistencia del futuro: asegurarse de que los países en desarrollo sean capaces de retener más de sus recursos, aunque eso, por supuesto, no solucione el desafío del desarrollo por sí mismo. La mayoría de estas naciones también tienen serios desafíos relativos a la justa distribución de esos recursos", agregó.
El presidente de la comisión, Guttorm Schjelderup, de la Escuela Noruega de Economía y Administración de Empresas, advirtió que las estimaciones sobre flujos de dinero hacia paraísos fiscales siempre tendrán algún grado de incertidumbre.
"Los paraísos fiscales han sido construidos de modo tal de impedir la transparencia. Esto no significa que no sean capaces de mirar las consecuencias para los países en desarrollo, pero nunca será posible determinar con precisión la cantidad exacta de dólares y centavos", dijo a IPS.
La comisión se reunirá por primera vez en agosto, y tiene previsto presentar sus recomendaciones al ministro de Noruega para el Ambiente y el Desarrollo Internacional, Erik Solheim, el próximo verano boreal.