La Unión Europea (UE) está tentada a saltearse la traducción de los acuerdos de asociación económica (EPA) a los 23 idiomas oficiales del bloque por temor a que, mientras se realiza ese trabajo, algunos de los países de África, el Caribe y el Pacífico (ACP) cambien de opinión sobre esos convenios.
Un documento interno de la Comisión Europea —órgano ejecutivo de la UE— fechado el 17 de este mes y al que tuvo acceso IPS, revela que "traducir y verificar legalmente los idiomas de los EPA interinos que fueron iniciados el año pasado está demostrando ser más oneroso y llevar más tiempo de lo que se había previsto originalmente".
"Con el objetivo de acelerar la firma de todos los acuerdos interinos en 2008, sugerimos, excepcionalmente, apartarnos del modo tradicional de redactar textos auténticos en todos los idiomas oficiales al momento de la firma, mientras accedemos a adoptarlos en una etapa posterior", agrega.
Según el documento, a la Comisión le preocupa que traducir los voluminosos EPA a los 23 idiomas oficiales de la UE cause demoras. El órgano sostiene que, sin los EPA, se perpetuaría un régimen comercial con los países ACP que no cumple con las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
"La Comisión ha concluido que si seguimos el enfoque generalmente aceptado previo a la firma, el proceso bien podría llevarnos a pasar la Pascua de 2009. Esas demoras tendrían repercusiones en relación con la notificación de la OMC y la seguridad legal", dice.
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Pero más allá del tiempo y el esfuerzo necesarios para traducir miles de páginas de acuerdos comerciales a 23 idiomas, parece que la Comisión tiene una preocupación de mayor alcance.
Traducir los EPA interinos "también puede incrementar los riesgos políticos de que ciertos países ACP cambien de idea y decidan no firmar los EPA interinos", explica el documento.
Al reducir el tiempo que los miembros de la UE tienen para debatir en sus idiomas nacionales si apoyan o no los EPA, la Comisión espera que los acuerdos sean firmados por el Consejo Europeo antes que los países de África, el Caribe y el Pacífico puedan enmendar su posición.
El Consejo Europeo está integrado por los jefes de Estado o gobiernos de la UE y por el presidente de la Comisión.
En caso de que el Consejo Europeo decida firmar los EPA en su forma actual, la Comisión podrá notificar estos acuerdos interinos a la OMC. Una vez notificados, los EPA serán mucho más difíciles de renegociar para los países ACP.
Según Jean-Denis Crola, responsable de la campaña de justicia económica de Oxfam Francia, "desde el primer día, la Comisión ha utilizado el tema de la conformidad con las normas de la OMC como excusa para encubrir las razones reales por las que quiere que los acuerdos sean firmados lo antes posible".
"Éste no es el tema real, dado que todas las relaciones comerciales entre la UE y los países ACP han sido compatibles con la OMC desde el 1 de enero. Incluso los países que no firmaron EPA interinos están cubiertos por el régimen comercial Todo Menos Armas", dijo Crola.
"La motivación real detrás del enfoque de la Comisión es el temor de que algunos países puedan cambiar de posición y rechazar cualquier forma de acuerdo", agregó.
Con el pretexto de ganar tiempo, la estrategia propuesta es apresurar el proceso de aprobación y plasmar compromisos interinos de los países ACP.
A fin de que los estados miembro estén plenamente informados de los asuntos para los cuales la Comisión requiere su aprobación, el protocolo habitual de la UE es traducir los tratados a todos los idiomas oficiales de los países que la integran.
En un comunicado de prensa de 2005, la junta general de traducciones de la propia Comisión reconoció que "la escala del régimen plurilingüe (de la UE) la vuelve única en el mundo y, para algunos, el trabajo extra que requiere para sus instituciones puede parecer, a primer vista, una desventaja".
Sin embargo, la junta defendió el protocolo por considerarlo necesario para un verdadero debate democrático.
"Hay razones especiales para ello. La UE aprueba leyes que vinculan directamente a sus ciudadanos y compañías, y como cuestión de simple justicia natural ellos y sus tribunales deben tener una versión de las leyes que tienen que cumplir en un idioma que puedan comprender", concluyó.
La Comisión aclaró que se trata de un alejamiento excepcional del protocolo, "ya probado en el Acuerdo de Registros de Nombres de Pasajeros, firmado por la UE y Estados Unidos el año pasado", un tratado para el intercambio de información de pasajeros.
La estrategia de la Comisión está en directa oposición al enfoque de Christiane Taubira, parlamentaria francesa que representa a Guyana, recientemente defendido en un informe sobre los EPA encargado por el presidente francés Nicolas Sarkozy.
En el texto hizo recomendaciones que aspiraban a restablecer la confianza en un proceso negociador que a menudo estuvo plagado de acusaciones de mala fe, tanto de la UE como de los países ACP.
Taubira urgió al bloque europeo a evitar todas las ambigüedades lingüísticas a fin de promover una mayor claridad de los EPA. Insistió en que ser informado en el idioma nativo propio es un principio básico del derecho internacional.
Francia, que actualmente ocupa la presidencia rotativa de la UE, parece haber coincidido en que esta recomendación es un paso esencial en un proceso negociador exitoso y equitativo.
Sin embargo, como mostró la reciente rencilla entre Sarkozy y el comisario de Comercio de la UE, Peter Mandelson, la posición europea sobre los EPA todavía dista de ser inquebrantable.
Sarkozy criticó a Mandelson por impulsar acuerdos que según él conducirán a una reducción de la producción agrícola de la UE y por liderar negociaciones que "influenciaron" el voto irlandés contra el tratado de reforma de la UE.