COMERCIO: Un acuerdo parcial para Doha

Los ministros de unos 33 países miembros de la OMC allanaron este viernes algunas de las diferencias que frenan la culminación de las negociaciones de la Ronda de Doha, aunque el acuerdo tentativo aún deberá obtener el consenso de los 153 Estados partes de la institución.

La propuesta, que ha sido objetada por algunos países y severamente criticada por organizaciones de la sociedad civil, propone soluciones a muchos de los aspectos más polémicos de las negociaciones sobre agricultura y aranceles industriales, los dos pilares de la ronda destinada a liberalizar el comercio internacional.

El documento había sido elaborado durante los dos últimos días por ministros de seis países, Australia, Brasil, China, Estados Unidos, India y Japón, además del bloque de la Unión Europea, que en conjunto forman el denominado G-7.

La intervención del G-7 en la redacción de la propuesta fue solicitada por todos los ministros que viajaron especialmente a Ginebra invitados por el director general de la OMC (Organización Mundial del Comercio), dijo a IPS una fuente diplomática.

Inclusive los países que ahora se oponen respaldaron inicialmente que el G-7 intentara encontrar una fórmula de avenencia, insistió.
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El informante precisó que Argentina e India fueron los únicos, entre los 33 países, que declararon objeciones. Sin embargo, otras fuentes aseguraron que los reparos expuestos por India fueron sólo parciales y no abarcaban a la totalidad del documento.

El ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, Jorge Taiana, dijo que las fórmulas de transacción presentadas en el documento eran "insuficientes".

A su vez, Celso Amorim, ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, estimó que luego de la concertación en torno a ese documento, las posibilidades de cerrar el acuerdo total de Doha han subido de 50 a 65 por ciento.

El secretario general del Consejo de Sindicatos Sudafricanos (Cosatu, por sus siglas en inglés), Zwelinzima Vavi, declaró a IPS que desde el punto de vista de su país y demás países en desarrollo "me encuentro muy molesto" con el documento divulgado.

"En primer lugar, no hay nada nuevo en esta propuesta. Es lo mismo que ha estado sobre la mesa de negociaciones en los últimos siete años", aseveró.

La iniciativa del G-7 ocasionará profundos cortes en los aranceles de los países en desarrollo en el rubro de acceso a los mercados de los productos no agrícolas (NAMA, por sus siglas en inglés). En cuanto a la agricultura, la propuesta aporta muy poco, sostuvo.

Vavi opinó que el balance del documento es completamente inadecuado. "En realidad es un desastre", insistió.

El sindicalista vaticinó que la aplicación de esos parámetros comerciales duplicará los actuales índices de desempleo en Sudáfrica, con todas las consecuencias sociales y políticas que eso acarreará.

Por su parte, Esther Busser, asesora de la Confederación Sindical Internacional (CSI), dijo que el movimiento obrero mundial se siente profundamente preocupado por estos acontecimientos. El paquete de NAMA no difiere del que ya había sido rechazado innumerables veces y sigue siendo inaceptable, reafirmó.

Una fuente allegada a la delegación argentina dijo que lo ocurrido en la OMC es que "un grupo de países quiere forzar a toda costa un acuerdo" para cerrar la Ronda de Doha.

Sin embargo, la propuesta aprobada por ese grupo "no es integral", dijo. Hay muchos temas más que se están discutiendo.

El documento aprobado por los 33 ministros deberá todavía ser sometido al pleno de los Estados miembros de la OMC. Luego corresponderá sumarle las propuestas de acuerdos sobre los otros puntos pendientes, como propiedad intelectual, las normas y los servicios. Este último se debatirá en la jornada de este sábado.

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