Las fuertes conexiones de la era soviética entre Moscú y algunos países de África colapsaron y quedaron limitadas a bajos niveles de relaciones económicas. El comercio de armas es la única excepción.
Esto ha llevado a que gobiernos africanos llamaran a revisar la política exterior rusa, que ha quedado rezagada en sus relaciones con ese continente respecto de los avances de China, Brasil e India.
Uno de las principales razones del cambio en los vínculos ruso-africanos "es la falta de conocimiento y experiencia de las economías de África para poder ingresar a mercados desafiantes. Sin duda, Rusia presenta un desafío en términos de tamaño y lenguaje, así como en burocracia y otros obstáculos", dijo a IPS Raksha Maharaj, directora de la organización Emerging Market Focus (EMF, Enfoque en los Mercados Emergentes), con sede en Sudáfrica.
"No muchos países africanos tienen los recursos para poder ayudar a sus compañías a afrontar estos temas. Como consecuencia, prefieren continuar con los mercados regionales o tradicionales", concluyó.
EMF, que opera en los mercados emergentes de África, Asia, Europa y América Latina, asiste a gobiernos y firmas con investigaciones sobre negocios y servicios de consultoría.
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Maharaj explicó que los países africanos tienden a concentrarse en los mercados donde reciben beneficios especiales. Por ejemplo, las medidas de promoción comercial de la Unión Europea (UE), Canadá y Japón propiciaron un incremento de los negocios con África.
Asimismo, la Ley de Crecimiento y Oportunidades para África, de Estados Unidos, impulsó un aumento en el comercio con el continente de aproximadamente 240 por ciento entre 2000 y 2006.
En octubre del año pasado, Rusia anunció que productos de los países menos industrializados serían eximidos de determinados aranceles.
"Este es un paso importante de Rusia para establecer más que sólo un pie de apoyo en las economías de África. Tales iniciativas son también realizadas por países industrializados y las economías emergentes de China e India. Pero aún está por verse si ayudarán a mejorar el comercio", dijo Maharaj.
Sin embargo, un investigador del Instituto de Estudios Africanos en Moscú sostuvo que los bienes que los países africanos actualmente pueden ofrecer no promoverán un comercio a gran escala. Lamentablemente, el comercio entre Rusia y África sigue siendo fundamentalmente de armas.
"Yo creo que sólo existe un pequeño mercado para los productos tradicionales africanos. Existe cierto interés ruso en la cultura de África. Pero el comercio de arte y artesanías no puede promover radicalmente el intercambio recíproco. Mientras, el te y el café afrontarían una fuerte competencia de otras marcas mundiales. El cacao es un producto que necesitamos para nuestras fábricas de chocolate", dijo a IPS Oleg Kavykin, del Centro para Estudios sobre Civilización del Instituto.
"Pero, sobre todo, no creo que las nuevas preferencias comerciales causen una significativa promoción del comercio", sostuvo.
Por su parte, el director ejecutivo del Southern Africa Turst, organización independiente contra la pobreza, sostuvo que las percepciones negativas que se tienen de Rusia están contribuyendo a una baja actividad comercial. África parece tener más cosas en común con Asia que con Moscú.
"Rusia no se ha promocionado adecuadamente en África en términos de comercio y oportunidades de inversión. El sector privado ruso se concentra generalmente en Europa occidental, Estados Unidos, Asia y Medio Oriente", dijo Gabriel a IPS desde Sudáfrica.
"Es probablemente una mezcla de percepciones negativas y conocimiento inadecuado sobre los potenciales de negocios emergentes que tienen un impacto en el desarrollo comercial. Además de los obstáculos de lenguaje, hay ideas negativas sobre la calidad de los productos y servicios", añadió.
Molefi Kete Asante, profesor de Historia Africana en la Temple University de Estados Unidos, arguyó que muchos de los países de ese continente tienen estrechos vínculos con las economías occidentales por medio del lenguaje. El inglés, el francés y el portugués son idiomas muy hablados en África.
Países como Francia y Gran Bretaña estimulan además a los africanos a estudiar sus idiomas con premios, viajes o creación de colegios.
No obstante, Asante se muestra algo escéptico en torno a estas iniciativas.
"Recordemos que durante la era soviética hubo muchos intercambios de este estilo con Moscú. No he visto evidencia de esto en los últimos años. Creo que Rusia podría ser percibida como mucho más nacionalista y quizás xenófoba en algunos círculos africanos", dijo a IPS.
Moscú, señaló, probablemente ha quedado rezagada en sus relaciones con África dentro del cuarteto comercial llamado BRIC (Brasil, Rusia, India y China).
Brasil comenzó a aprovechar sus conexiones culturales para acercarse a ese continente, y recientemente anunció la inauguración de vuelos directos entre Fortaleza y Dakar. El idioma oficial en Brasil es el portugués, lo que facilita los contactos con Angola y Mozambique.
Por su parte, India tiene conexiones históricas por haber sido colonia británica, y le facilita el uso del idioma inglés. Aunque China tiene el obstáculo del lenguaje, ha sido muy agresiva en sus políticas para establecer vínculos comerciales con África, destacó Asante.
En tanto, Maharaj sostuvo: "Rusia debería, como China e India lo están haciendo, embarcarse en medidas de facilitación del comercio, que podrían incluir iniciativas para simplificar procedimientos de exportación e importación".
En marzo, la embajadora de Sierra Leona y presidenta del Grupo de Embajadores Africanos en Moscú, Melrose Kai-Banya, llamó al gobierno ruso a revisar y cambiar algunas de sus políticas hacia el continente.
El grupo sugirió que Moscú organizara una conferencia internacional para discutir vías que permitan estimular el comercio, similar a las convocadas por China, India y Japón en el pasado. ***** + ()