CARIBE: Unidad regional pierde impulso

La cumbre anual de la Caricom transcurrirá esta semana en la capital de Antigua y Barbuda en medio de señales preocupantes pues, luego de 35 años, la integración del Caribe no ha ido más allá de una «comunidad de estados soberanos».

La Caricom (Comunidad del Caribe) deberá abandonar su carácter de "destartalado aparato político-administrativo" que apenas permite a "varios de sus miembros custodiar celosamente una soberanía proclamada y prístina", dijo Ralph Gonsalves, primer ministro de San Vicente y Granadinas.

La cumbre se desarrollará este miércoles y el jueves en Saint John's, capital de Antigua y Barbuda.

Gonsalves atribuyó los obstáculos a la integración a actitudes de diversos miembros, a quienes no vaciló en individualizar.

Según el gobernante, Jamaica adolece de un "limitado compromiso regional", Bahamas de una "actitud distante", y Trinidad y Tobago, Guyana y Barbados, de diversos problemas entre comunidades raciales.

Adoptar una moneda común es, para la Caricom, un "sueño lejano", a pesar de que la más pequeña Organización de Estados del Caribe Oriental (OECS) ya lo logró a pesar de tener apenas 27 años de existencia.

"Es muy dudoso que veamos en la Caricom un Poder Judicial integrado, como en la OECS", agregó Gonsalves.

Norman Girvan, ex secretario general de la Asociación de Estados del Caribe (ACS), advirtió sobre un posible colapso de la Caricom si los líderes regionales no ponen en práctica mecanismos para aplicar las decisiones relativas al proceso de integración.

Girvan presentó el año pasado a los gobernantes de la región un informe al respecto, dijo que el bloque de 15 miembros se había estancado debido a la falta de implementación de decisiones ya tomadas.

"He sido un integracionista comprometido toda mi vida, pero tengo que llamar a las cosas por su nombre. Para ser brutalmente franco y realista, veo un peligro real de desintegración", señaló.

Girvan, nacido en Jamaica, dijo que los gobiernos parecen carecer de la voluntad necesaria para que sus congresos legislativos aprueben la Ley Caricom, propuesta en 1992, la cual daría automáticamente vigencia a las decisiones del bloque en los estados miembro.

"Los gobiernos todavía pierden el tiempo. No quieren dar el paso crucial de transferir parte de su soberanía al bloque regional", expresó.

"Todavía estamos aferrados a la soberanía insular que, en mi opinión, es ficticia, porque en el mundo moderno los estados de nuestro tamaño no pueden tener ninguna soberanía real", agregó.

"Las fuerzas de la globalización, nuestro pequeño tamaño, nuestra dependencia comercial y nuestra debilidad militar vuelven prácticamente imposible que nuestros pequeños estados insulares tengan una soberanía real", señaló Girvan.

El experto recordó que Guyana y Suriname se integraron en la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), que Dominica, San Vicente y Antigua y Barbuda se incorporaron a la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).

Todos estos factores, según Girvan, debilitan la cohesión del bloque, al igual que los Acuerdos de Asociación Económica (EPA) que la Unión Europea negocia con sus antiguas colonias de África, el Caribe y el Pacífico.

La cumbre de esta semana se desarrolla en un entorno regional y mundial rápidamente cambiante, al influjo del encarecimiento del petróleo y los alimentos, así como por preocupaciones de seguridad en la región.

La actual situación política en Haití, donde el presidente René Préval no logró que se eligiera al primer ministro de su preferencia en dos ocasiones, será un punto de la agenda.

Además, los líderes deberán atender la preocupación de sus ciudadanos sobre nuevos acuerdos comerciales, como los EPA, que los países de la Caricom, como parte de la agrupación más amplia Foro del Caribe (Cariforum), negociaron en diciembre con la UE.

Guyana dijo que no firmaría el acuerdo, entre continuas críticas de que los pactos preferenciales de intercambio no recíprocos y discriminatorios ofrecidos por la UE son incompatibles con las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Los ministros de trabajo y la federación sindical Congreso Caribeño del Trabajo (CCL) urgieron a renegociar el pacto.

Aunque admitió que el EPA no es "un acuerdo perfecto", el primer ministro de Jamaica, Bruce Golding, anunció que su país lo firmará el 15 de este mes.

"Todavía no tenemos que firmarlo, pero cuando uno hace eso, cada producto que exporta a Europa cargará con un impuesto", sostuvo.

La cumbre también considerará la decisión de Gran Bretaña de impedir que Montserrat participe en el Mercado y Economía Únicos de la Caricom (CSME). Montserrat es territorio británico de ultramar y miembro pleno de la Caricom.

La decisión de Londres ya ha sido calificada en medios caribeños de "colonialista".

Gran Bretaña enumeró entre sus razones "la potencial pérdida de ganancias asociadas con la liberalización de capital, armonización de tarifas y cargos y la abolición de varias licencias" que deprimirían el tesoro de Montserrat y debilitarían los servicios públicos.

El jefe de gobierno Lowell Lewis dijo el 24 de junio al parlamento que las "actividades del muy generoso programa del CSME aprobado por la Caricom" hacía frente a todas las preocupaciones planteadas por Londres.

"El desafío será que la Caricom continúe con sus compromisos del programa para Montserrat", agregó.

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