El foro de la Organización Mundial de Legisladores para un Ambiente Equilibrado (Globe) reunió en la capital japonesa a 133 parlamentarios y otros dirigentes de 23 países para diseñar una estrategia de lucha contra el cambio climático, con vistas a la cumbre del G-8 de la semana próxima en este país.
Los gobernantes del G-8 (Grupo de los Ocho países más poderosos del mundo) discutirán del 7 al 9 de julio en la septentrional isla japonesa de Hokkaido, entre otros asuntos, la cuestión del ambiente y el Protocolo de Kyoto.
Bajo ese convenio de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, acordado en esa ciudad japonesa en 1997, y que en 2005 entró en vigor, 37 países industrializados se comprometen a reducir sus emisiones en al menos 5,2 por ciento para 2012, respecto de las cantidades registradas en 1990.
El Protocolo de Kyoto también estableció el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL), que contempla que las naciones ricas puedan superar sus límites de emisiones si financian proyectos de reducción de las mismas en las naciones en desarrollo, que les dan réditos.
En el marco de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) hay acaloradas discusiones para tratar de llegar a un acuerdo respecto de una política factible de ser adoptada después de 2012.
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También hay diferentes opiniones acerca de si grandes naciones en desarrollo como China e India deben ser constreñidas a cumplir los objetivos de reducción de emisiones para ese año.
Japón tiene dificultades para cumplir su objetivo de reducción de gases de efecto invernadero para 2012 a pesar de contar con tecnología muy eficiente en materia energética.
Los gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono, el metano y el óxido nitroso, son considerados por la mayoría de los científicos como responsables del recalentamiento planetario y del consiguiente cambio climático.
El primer ministro de Japón, Yasuo Fukuda, pidió a los parlamentarios diseñar un "buen" plan para después de 2012 y en especial mencionó incluir a China e India.
Hubo un enconado debate en la comunidad internacional acerca del principio "común, pero diferenciado", que fija objetivos de reducción de emisiones distintos por países sobre la base de responsabilidad respecto de las mismas.
Las naciones en desarrollo y economías emergentes, encabezadas por China e India, se resisten a ponerse objetivos de reducción de emisiones alegando que le compete al Norte industrializado una responsabilidad mayor en el problema.
Pero Fukuda replicó que "no puede haber una solución a menos que haya una participación universal".
"China (1.300 millones de habitantes) e India (1.100 millones) pueden contaminar el aire más rápido que lo que haya hecho cualquier país en la historia", arguyó el precandidato estadounidense del gobernante Partido Republicano, John McCain, en un mensaje difundido por vídeo.
"La comunidad internacional no ha prestado la debida atención a India y China en los foros dedicados al cambio climático", explicó el legislador indio Vijayendra Pal Singh, integrante de la Lok Sabha, cámara baja del parlamento.
"India emite 1.300 millones de toneladas de dióxido de carbón al año por habitante, China 3.400 millones de toneladas, en tanto Europa 12.000 millones y Estados Unidos 20.000 millones", apuntó.
El parlamentario chino Wang Guangtao señaló que su país hace todo lo que puede por ser eficiente en materia energética, pero presionar a China para que fije objetivos de reducción no es justo cuando las emisiones de los países industrializados son la principal causa del problema actual.
"No podemos concentrarnos de forma apropiada en las emisiones de los países en desarrollo y no podemos consignar medidas que exceden nuestra capacidad. Es injusto vincular el comercio con el cambio climático", arguyó.
Pero Estados Unidos, que se niega de forma sistemática a adherirse al Protocolo de Kyoto, al parecer accedería ahora a unirse al movimiento mundial para disminuir el recalentamiento planetario.
"Tenemos que ubicarnos en la mesa de los líderes, no permanecer encubiertos", reza la declaración del precandidato estadounidense por el opositor Partido Demócrata, Barack Obama. Es una "responsabilidad compartida restringir las futuras reducciones".
Pero el ex primer ministro británico Tony Blair (1997-2007), que ahora encabeza el no gubernamental Climate Group, que reúne a políticos e importantes empresarios, señaló que las naciones deben avanzar más allá de quejas por las emisiones hacia una solución provisoria para los próximos 30 a 40 años.
"No hay que estancarse en objetivos, sino concentrarse en la eficiencia energética, en encontrar fondos para esas tecnologías y en un mecanismo informal para que los países hablen entre sí", señaló Blair, aunque reconoció que sin un acuerdo entre las naciones que más emiten no se obtendrán logros.
El legislador sudafricano de la oposición Gareth Morgan dijo a Blair que su país necesita dinero urgente para tecnologías que controlen la desertificación y garanticen agua y alimentos.
Singh señaló que India necesita cantidades de dinero en el orden de "los millones y más" para poder aprovechar el abundante recurso solar del país como método de eficiencia energética.
Blair reconoció que el verdadero desafío es encontrar fondos para que las naciones en desarrollo se beneficien de las nuevas tecnologías, un reto que va más allá de las negociaciones del tipo de desarrollo de otros países.
"Mi instinto es que tenemos que buscar la forma de generar recursos económicos sin mirar a ministros de Finanzas individuales", señaló.
El presidente del Banco Mundial, Graeme Wheeler, señaló que la institución cuenta con el Fondo de Tecnología Limpia, Fondo Estratégico Climático y Bonos Catástrofe que ofrecen "oportunidades maravillosas" de ayuda.
El Fondo de Tecnología Limpia dispone de 5.000 millones de dólares para brindar en donaciones y préstamos a las naciones en desarrollo a fin de transferir tecnologías que emitan poco dióxido de carbono.
El pequeño Fondo Estratégico Climático es para ayudar a los estados insulares y los países menos desarrollados a dotarse de una forma de resistencia al cambio climático.
Los Bonos Catástrofe son adquiridos por inversores occidentales a tasas de interés más altas, pero lo atractivo, según Wheeler, es que éstos son diversificados y que suponen un riesgo menor de perder capital. El dinero luego se entrega a los gobiernos de países que sufrieron desastres naturales.
Malawi tiene actualmente un acuerdo con el Banco Mundial para el caso que sufra algún desastre natural.
"Pero las necesidades de recursos económicos de las naciones en desarrollo para cuestiones de cambio climático son sencillamente enormes, así que muchas de las soluciones tienen que vincularse con asociaciones privadas", indicó Wheeler.
El legislador indio y ex ministro de Ambiente Suresh Prabhu señaló que se espera que la financiación para la adaptación aumente a 86.000 millones de dólares para 2015.
"La adaptación de las naciones pobres y en desarrollo tiene que ver con la historia de la industrialización, por lo que las naciones industrializadas son las que deben asumir la responsabilidad", indicó.
Prabhu preside la estrategia de adaptación de Globe que será presentada en la cumbre del G-8.
El legislador indio también cree que crear un impuesto al comercio de carbono en el marco del MLD puede contribuir a generar los fondos necesarios.
Los participantes de Globe señalaron que su esquema de cambio climático para 2012, elaborado tras varias discusiones, está "cerca" de lograr un consenso.
"En tanto que legisladores, manejamos los hilos del monedero y queremos una reacción directa", declaró a la prensa el legislador canadiense Brian Wilfert. "Globe nos da la oportunidad de proponer asuntos que pueden llegar a quedar fuera de la agenda del G-8".
Canadá, que hasta el momento encuentra fallas a su compromiso de reducción de emisiones bajo el Protocolo de Kyoto, incluso para la primera fase que termina en 2012, "puso a prueba una política verde muy agresiva", dijo Wilfert a IPS.
Ese país invirtió 2.000 millones de dólares en sistemas de almacenamiento y captura de dióxido de carbono, según dijo el legislador canadiense en el encuentro.