Con Raúl Castro como presidente, Cuba vive la paradoja de ser un país igual que antes, pero a la vez diferente, dispuesto a cambiar «todo lo que deba ser cambiado» para perfeccionar el rumbo socialista de la revolución próxima a cumplir medio siglo.
Si bien la mayoría de las transformaciones previstas o esperadas aún están por cuajar, el escenario comenzó a tomar cuerpo con el fin de algunas de las prohibiciones que eran motivo de especial irritación en una sociedad educada durante décadas con sentido igualitario.
Quizás por eso, a la cubana Digna María le gusta decir que ahora se siente como los demás latinoamericanos: puede contratar un teléfono móvil, pasar una noche en un hotel cinco estrellas o comprar una computadora.
"Quizás nunca tenga el dinero para eso, pero me devolvieron un derecho", afirma convencida. En ese sentido, ella discrepa de quienes consideran un cambio "cosmético" el levantamiento de las restricciones que impedían a personas de nacionalidad cubana hospedarse en hoteles reservados al turismo internacional.
"Nunca pude entender la razón de esa prohibición", recalcó Digna María a IPS, a condición de ser identificada sin su apellido.
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Este comentario refleja la clave de algunas novedades en la sociedad cubana, en la que se entrecruzan esperanzas, incertidumbres, contradicciones e incluso la frustración de sectores que aspiran a cambios más radicales, ya sea a favor o en contra del camino socialista.
De acuerdo con decisiones tomadas por el gobierno entre marzo y abril, los cubanos también tienen acceso a la telefonía móvil y a la compra de ordenadores, motocicletas, reproductores de DVD y otros equipos electrodomésticos cuya venta en la red comercial y en divisas foráneas se permitía sólo a extranjeros y empresas.
"Eran prohibiciones especialmente molestas. El hecho de que Raúl (Castro)las eliminara fue entendido por mucha gente acá como una apertura o reivindicación", comentó a IPS desde Santiago de Cuba, 847 kilómetros al este de La Habana, un antiguo combatiente del ejército rebelde que, al mando de Fidel Castro, tomó el poder el 1 de enero de 1959.
REVISIONES EN CARPETA
Muchos esperan que pronto caigan otras restricciones, como las que limitan los viajes al exterior, el derecho de propiedad sobre sus viviendas y automóviles y el trabajo por cuenta propia, reducido cada vez a menos oficios y sujeto a regulaciones que a veces lo vuelven impracticable, según fuentes económicas.
Todo cubano que desee viajar por motivos personales necesita una carta de invitación de un familiar o amigo en el exterior y un permiso de salida de las autoridades, entre otros requisitos que suelen dificultar, y en algunos casos imposibilitar, el camino hasta el avión.
En abril circularon fuertes rumores de que una reforma que eliminaba esas dos restricciones estaba prácticamente lista para entrar en vigor, aunque sin incluir a médicos, personal militar y universitarios recién graduados que no hubieran cumplido su servicio social.
Según fuentes cercanas a las cuestiones migratorias, esas excepciones complican la instauración de las nuevas disposiciones.
Pero el mero hecho de que se discuta la flexibilización de regulaciones vigentes desde hace varios decenios es otro cambio importante. "La gente se siente ahora más escuchada", dijo un investigador.
Esas y otras transformaciones consideradas necesarias por la mayoría de la población son parte de los 1,3 millones de planteamientos realizados en las reuniones de debate convocadas por el propio gobierno para discutir un crítico discurso de Raúl Castro el 26 de julio pasado, cuando aún era presidente interino. Entre las preocupaciones constatadas figuró también la caída de la calidad de la educación, un sistema otrora intocable que resultó cuestionado por el VII Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), realizado a principios de abril.
El entonces ministro de Educación, Luis Ignacio Gómez, fue destituido antes de finalizado ese mismo mes.
En otra señal de los nuevos tiempos, el ministro de Salud Pública, José Balaguer, emitió el día 4 normas para la atención médica de miembros de la comunidad transexual, incluida la realización gratuita de cirugías de cambio de sexo.
PRIORIDADES DE RAÚL CASTRO
Discreto y con fama de gran organizador, Raúl Castro lanzó en julio de 2007 las principales líneas de lo que sería su mandato, aunque entonces era reemplazante provisional de su hermano Fidel, de 81 años, quien aún no se ha repuesto totalmente de una enfermedad que en febrero lo llevó a desestimar una nueva candidatura a la presidencia.
Sin embargo, en coincidencia con la visita oficial a La Habana del presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, del 18 al 21, el octogenario líder histórico de la Revolución Cubana dio pruebas de que su reposo médico no significa el retiro definitivo del panorama político. "Fidel, allí, vivito y coleando, pensando, escribiendo y dictando lineamientos estratégicos muy importantes para Cuba y nuestra América. Raúl, con las riendas en la mano", describió el presidente venezolano Hugo Chávez, durante una visita relámpago realizada el martes 17 a su amigo enfermo.
Según la información oficial, que incluyó imágenes en vídeo y fotografías de la reunión, los hermanos Castro y Chávez conversaron sobre el impacto de la carestía alimentaria mundial, a la cual consideraron un "asunto estratégico y un problema de seguridad nacional". La cuestión es de máxima prioridad para Raúl Castro, un estratega militar que en la crisis económica de los años 90 ya había impulsado medidas para garantizar la alimentación de los cubanos, con el argumento de que en ese momento eran más importantes los "frijoles" que los cañones.
En su discurso de julio del año pasado, Raúl Castro reconoció que los salarios son insuficientes y que la producción agropecuaria no satisface las necesidades alimentarias de un país cuyas importaciones por ese concepto se elevarán este año a entre 1.900 y 2.000 millones de dólares.
De acuerdo con su promesa de "introducir los cambios estructurales y de conceptos que resulten necesarios" para hacer rendir más al campo cubano, el sector agropecuario es objeto de una reestructuración que comenzó por mejorar los precios que fija el Estado para comprarle leche y carne a los productores.
Este reordenamiento aún no ha terminado, y su alcance total es incierto. Hasta donde se sabe, incluirá facultar con mayor autoridad y poder de decisión a los municipios, establecer nuevas formas de comercialización e incluso entregar tierras ociosas a campesinos interesados.
DIRECTO AL BOLSILLO
En materia salarial, una resolución emitida en febrero por el Ministerio del Trabajo amplía el sistema de pago por resultados (con bonificaciones por desempeño) a todo el sistema empresarial cubano, con el fin de estimular la producción.
Según se explicó, esta normativa intenta "incrementar la productividad, reducir los gastos y costos y disminuir los índices de consumo energético", así como elevar la calidad de mercancías y servicios, aumentar el aprovechamiento de la jornada laboral, sustituir importaciones e incrementar las exportaciones y los aportes al presupuesto estatal.
En cuanto a los trabajadores no incluidos en el sistema de pago por resultados, está vigente desde mayo un aumento salarial de hasta 55 por ciento en el sector judicial, así como un alza general de jubilaciones y de la asistencia a familias de escasos recursos, de hasta 20 por ciento.
El VI Congreso del gobernante Partido Comunista, previsto para finales de 2009, es considerado clave para los cambios en ciernes, en especial en la búsqueda de una proyección estratégica en el rumbo de la economía que deje atrás las soluciones de coyuntura.
El Congreso tal vez abra nuevos cauces a la diversidad, en una sociedad que aprende a ser menos intolerante con lo diferente y a discutir a pecho abierto y sin temor a las discrepancias. "Nunca antes la gente habló tanto de su realidad en las calles cubanas", comentó un escritor de este país caribeño.
(*) En Uruguay, exclusivo para el semanario Brecha.
