Los soldados de los ejércitos de Perú y de Estados Unidos combaten a enemigos muy distintos, en zonas geográficas también diferentes, pero ahora se alimentan de las mismas raciones, que les vende la compañía estadounidense International Meal Supply.
La compra de raciones importadas para los soldados peruanos ha despertado sospechas de corrupción, resultan más costosas que las disponibles en el mercado nacional y violan la ley que obliga a licitar y dar prioridad a proveedores locales y a productos peruanos.
Los 5.000 efectivos desplegados en los valles de los ríos Apurimac y Ene (VRAE), zona selvática del sudeste que concentra la mayor producción de coca y cocaína y donde opera una columna remanente del grupo maoísta Sendero Luminoso, se alimentarán con las mismas raciones que consumen las tropas estadounidenses en Iraq.
La decisión la adoptó el comandante del ejército peruano, general Edwin Donayre, porque sus hombres deben "comer lo mejor del mundo", según dijeron a IPS fuentes de su despacho.
Pero esos alimentos preparados por International Meal Supply, con sede en la localidad de Hollywood, en el sudoriental estado estadounidense de Florida, son mucho más costosos que los disponibles en el mercado nacional, lo que ya ha levantado sospechas.
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Por cada ración importada se pagaron 3,27 dólares más respecto del costo de las preparadas en Perú. La primera compra fue de 50.000 raciones, es decir que el Estado debió afrontar un desembolso extra de 163.500 dólares.
Ante el anuncio de compra de otras 50.000 raciones, lo que llevaría a 327.000 dólares el gasto extra, el Ministerio de Defensa pidió información detallada sobre la operación e inició una investigación, señalaron fuentes de esa dependencia.
La armada peruana, que ha enviado dos pelotones de las Fuerzas de Operaciones Especiales al VRAE para combatir a Sendero Luminoso, convocó a una licitación, como lo indica la ley, y compró raciones de combate peruanas a precios del mercado local se elaboran con alimentos de uso extendido y popular.
Fuentes del Servicio de Intendencia del Ejército (Sinte), consultadas por IPS, argumentaron que en Perú no hay proveedores adecuados y que el precio era razonable, porque "se trata de un producto que en Perú nadie elabora".
Peor una fuente de la armada dijo a IPS que estaban "totalmente satisfechos" con las raciones adquiridas a una empresa nacional y que "incluso hemos tenido que entregar al ejército parte de nuestras raciones, porque las que habían comprado en el extranjero todavía no llegaban".
Las fuentes del ejército señalaron a IPS que no se pidió un tipo de comida especial para Perú, sino que "escogimos de los menús que ellos tenían, es decir, lo mismo que consumen hoy los soldados estadounidenses en Iraq".
Finalmente optaron, entre otros componentes, por tortellini rellenos de queso a la marinara (una salsa de tomate con ajo, perejil y orégano), espaguetis con salsa de carne y guiso de pollo con fideos, vegetales, nueces y pasas. No son platos comunes entre la tropa peruana, acostumbrada a comer productos de la zona.
El Destacamento Especial del VRAE, encargado de la conducción de las operaciones allí, informó que "alrededor de 80 por ciento de los soldados provienen de Pucallpa", ciudad amazónica en el oriente peruano. "Son de familias nativas, que consumen animales y frutos de la selva", agregó.
Donayre había garantizado a las tropas enviadas al VRAE que se alimentarían con productos nacionales como la cancha (maíz tostado), la chalona y el charqui, dos tipos de carnes saladas y deshidratadas, de alpaca y de ovinos.
Las fuentes del Destacamento Especial del VRAE cuestionaron los alimentos importados "porque fueron preparados especialmente para los soldados que combaten en Iraq, cuyas características geográficas no se asemejan a las del VRAE, que es selvática".
Aunque el Sinte señaló que las condiciones de las raciones fueron especificadas por el cuerpo de oficiales del Destacamento Especial, en el Ministerio de Defensa creen que el servicio de intendencia adecuó las especificaciones técnicas para que coincidieran con la oferta de International Meal Supply.
No es la única razón que justifica el inicio de una investigación, señalaron a IPS las fuentes del Ministerio de Defensa. El ejército debió convocar a una licitación y dar prioridad a los productos nacionales, como ordena la ley, agregaron.
"Lo que hicimos fue averiguar por Internet qué empresas proveían de raciones de combate a las tropas estadounidenses en Iraq. Entonces les enviamos correos preguntándoles por sus cotizaciones. La que se interesó fue International Meal Supply. Nos enviaron la información y nosotros escogimos el menú", dijeron las fuentes del Sinte.
International Meal Supply ni siquiera contaba con un representante en Perú. En pleno proceso de negociación, la compañía designó como su delegado a un ex oficial de las unidades de élite del ejército israelí, Alex Yanco, ahora propietario en Perú de una empresa que ofrece servicios de seguridad privada, espionaje y contraespionaje.
"El ejército colombiano entrega a los soldados que combaten contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) raciones con componentes nacionales, especialmente elaboradas para hombres que luchan en áreas selváticas. ¿Por qué no podemos hacer lo mismo?", se preguntaron las fuentes del Ministerio de Defensa.
El general Donayre, quien tomó la decisión de importar las raciones, se ha ganado la simpatía del presidente peruano Alan García.
Por iniciativa del Poder Ejecutivo, el Congreso legislativo aprobó una ley que amplía de 35 a 38 años el tiempo de servicio de los oficiales superiores. La norma favorece a Donayre, aunque el general afirma que el presidente es el único que decidirá si continúa o no en su puesto. En todo caso, podría asumir la jefatura del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.