Venezuela «garantiza todo el petróleo que necesite Paraguay. No les faltará ni una gota», ofreció el mandatario venezolano Hugo Chávez al despedir este jueves al presidente electo paraguayo, el ex obispo católico Fernando Lugo.
Lugo visitó en los últimos cinco días los tres países con gobiernos más inclinados a la izquierda en América del Sur, los de Bolivia, Ecuador y Venezuela, como iniciativa para fortalecer nexos políticos, buscar alianzas económicas y, en particular, encarar los problemas de combustibles en su país.
Chávez, quien se deshizo en atenciones y elogios a Lugo, le dijo al recibirlo en la sede del gobierno en Caracas que "tú has venido para ayudar al parto de lo nuevo, del reino que Cristo anunciaba hace 2.000 años, el de la justicia, la igualdad y del amor".
El líder venezolano sostuvo que "nos faltaba un obispo" en el club de gobernantes izquierdistas en la región, y parafraseó al héroe de la independencia cubana José Martí (1853-1895) para afirmar "díganos Paraguay en qué servirle y tendrá en nosotros unos hijos".
En declaraciones a la prensa durante su periplo, Lugo insistió en que Paraguay "tiene que hacer su proceso político diferenciado de los países de la región y el continente, si bien hay coincidencias que no podemos negar, por la pobreza, la corrupción, y la consolidación de la democracia que necesitamos todos".
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Sus homólogos Evo Morales, de Bolivia, y Rafael Correa, de Ecuador, invitaron a Lugo a respaldar los procesos de integración regional. Morales, quien con admiración lo llamó "Fernando Lujo", le pidió "compartir su experiencia al servicio del pueblo" en procura de "una mejor integración y una mejor justicia social".
Correa lo incluyó también en el club latinoamericano que defiende. "Esperamos que junto a los gobiernos progresistas, apoyándonos mutuamente, podamos lograr esa integración latinoamericana".
Para el presidente ecuatoriano, la elección de Lugo, que puso fin a seis décadas de dominio del paraguayo Partido Colorado, "confirma el camino irreversible que ha escogido la región. Es la nueva ruta de justicia, de solidaridad, de dignidad, de prosperidad con equidad".
Lugo aprovechó su visita a Bolivia para plantear un suministro directo de gas boliviano, que actualmente recibe desde Argentina. Mientras se construye un gasoducto, la posibilidad más a mano es transportar el fluido en camiones desde la frontera. En Quito, que rompió relaciones con Bogotá en marzo, cuando tropas colombianas incursionaron en territorio ecuatoriano y mataron a guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Lugo hizo votos por la paz.
"Todos los presidentes de América Latina estamos dispuestos a dar lo que sea de nuestra parte para que ese país (Colombia) pueda de nuevo vivir en esa paz solidaria que todo el pueblo colombiano se merece", dijo el mandatario electo.
"Lastimosamente, el pueblo colombiano está en una situación difícil de llegar a consensos, a acuerdos de paz porque la situación irregular, sobre todo de las FARC, crea una situación difícil, y más para los que somos de otros países, por respetar la soberanía", aseveró.
En Ecuador también visitó pueblecitos andinos que hace un cuarto de siglo le recibieron como joven educador y misionero y donde unas monjas bordan la banda presidencial que lucirá en su investidura, el 15 de agosto.
En Venezuela, el paraguayo también se dio un baño de pueblo al acudir a una misa en una zona popular del sudoeste de Caracas, oficiada por sacerdotes de la Teología de la Liberación, que comparte, en compañía de su anfitrión, Chávez.
Lugo siguió al mandatario venezolano a un acto de entrega de recursos a consejos comunales para viviendas, pero su independencia respecto del anfitrión también quedó marcada al entrevistarse con el arzobispo de Mérida (Andes del sudoeste), Baltazar Porras, contrario a Chávez y de quien recibe durísimas críticas.
El comunicado firmado con Chávez recogió el compromiso de trabajar en proyectos conjuntos y esquemas de cooperación en materia de energía, alimentación, cemento, construcción, programas sociales y de lucha contra el cambio climático. Venezuela podría participar en la ampliación y modernización de la refinería paraguaya de Villa Elisa, y en la búsqueda de petróleo y gas en el subsuelo paraguayo.
Las empresas estatales Pdvsa (Venezuela) y Petropar (Paraguay) sostienen un acuerdo mediante el cual Asunción puede comprar a Caracas hasta 18.000 barriles (de 159 litros) diarios de petróleos con facilidades de pago.
El anuncio de Chávez de que a Paraguay no le faltará "ni una gota" de combustible significaría que Venezuela podría suministrar los 28.000 barriles diarios que, se estima, consume ese país.