Funcionarios de seguridad israelíes desnudaron al corresponsal de IPS en Gaza, Mohammed Omer, para registrarlo. Luego lo golpearon. Ocurrió cuando cruzaba la frontera de Jordania a Cisjordania, de regreso a su hogar en Gaza.
Omer reside en Rafah, en el sur de la franja de Gaza. Hace varios años recibió el premio Mejor Voz Juvenil de la organización New America Media. El jueves regresaba de una gira por Europa iniciada en Londres, donde recibió el premio de periodismo Martha Gellhorn.
El periodista también dio conferencias en otras ciudades europeas y se reunió con parlamentarios griegos. La gira fue patrocinada por la revista estadounidense Washington Report on Middle East Affairs.
La Embajada de Holanda en Israel, con sede en Tel Aviv, fue la responsable de coordinar con los funcionarios israelíes el plan de viaje y de gestionar su permiso de seguridad para abandonar Gaza.
Israel controla las fronteras de Gaza y restringe severamente el ingreso y salida de los habitantes de ese territorio. Organizaciones de derechos humanos acusan al país de usar la seguridad como pretexto para castigar colectiva e indiscriminadamente a la población palestina.
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Mientras esperaba en Amman, en una escala durante su viaje de retorno, Omer recibió los permisos por parte de Israel para regresar a Gaza, trámite que estuvo demorado varios días, según dijo el periodista a IPS.
Acompañado por diplomáticos holandeses, Omer atravesó la frontera jordana sin incidentes. Pero tras llegar al lado israelí, en el cruce de fronteras denominado Allenby, comenzaron los problemas.
El viajero informó a una militar que estaba regresando a su hogar en Gaza. Allí le informaron que no tenía ningún permiso ni se había hecho ninguna coordinación al respecto.
Omer explicó que sí se habían completado los trámites, pero de todos modos fue conducido a una habitación por el Shin Bet (siglas en hebreo de los servicios de seguridad de Israel), donde quedó una hora y media aislado sin que le dieran explicaciones.
"Me preguntaron si tenía un cuchillo o un arma, aunque ya había pasado por la máquina de rayos X, habían revisado mi equipaje y estaba en compañía de diplomáticos holandeses", dijo Omer.
Su equipaje fue revisado de nuevo. Luego, los funcionarios de seguridad registraron cada documento que tenía consigo, tomando nota de los nombres y números telefónicos de los parlamentarios europeos con los que se había reunido.
Los agentes del Shin Bet comenzaron a reírse de los legisladores europeos, y se burlaron de Omer por ser "el periodista premiado".
Le preguntaron reiteradamente por qué regresaba al "infierno de Gaza" después que ellos le permitieron irse. Respondió que quería ser una voz para los que no tenían voz. Le replicaron que era un "causante de problemas".
Los funcionarios de seguridad también le pidieron que mostrara todo el dinero que llevaba, y prestaron particular atención al hecho de que se trataba de libras esterlinas.
El premio Gellhorn está dotado en esa moneda británica, pero Omer no tenía consigo la suma total, algo que los investigadores se negaron a creer.
Al no poder mostrar el dinero del premio, le ordenaron que se desnudara.
"Primero me negué, pero luego vi un (ametralladora) M16 apuntando a mi rostro y me sacaron la ropa a la fuerza, incluso la interior", relató Omer.
El periodista se quebró y suplicó que pusieran fin a tales tratos. "Usted no ha visto nada aún", le respondieron. Cada cavidad de su cuerpo fue registrada, mientras uno de los investigadores lo inmovilizó sobre el piso, poniendo su bota sobre el cuello de Ome, que comenzó a vomitar y se desmayó.
Cuando volvió en sí, sus párpados fueron abiertos a la fuerza y sus tímpanos examinados por un médico militar israelí armado. Luego, funcionarios del Shin Bet lo arrastraron por los pies, mientras su cabeza se golpeaba contra el piso. Entonces, lo subieron a una ambulancia palestina a la que habían llamado.
"Terminé despertándome en un hospital palestino, con los médicos intentando tranquilizarme", relató Omer a IPS.
La cancillería holandesa en La Haya informó a IPS que el ministro de Relaciones Exteriores, Maxime Verhagen, habló con el embajador de Israel en su país para pedirle una explicación.
La Embajada de Holanda en Israel también manifestó su queja ante el Ministerio de Relaciones Exteriores, que prometió investigar el incidente y volver a comunicarse con los funcionarios holandeses.
"Tomamos todo este incidente muy en serio, pues no creemos que el comportamiento de los funcionarios israelíes esté de acuerdo con una democracia moderna", dijo a IPS Ahmed Dadou, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Holanda.
"Nos preocupa el maltrato de un periodista de renombre internacional que intentaba llevar a cabo sus actividades cotidianas", agregó Dadou.
Una portavoz de la Asociación de la Prensa Extranjera en Israel dijo no estar al tanto del incidente.
Lisa Dvir, de la Autoridad Aeroportuaria Israelí, institución responsable de controlar las fronteras del Estado judío, declaró a IPS que ese organismo no estaba al tanto de las credenciales periodísticas de Omer ni de la coordinación para que realizara el trayecto de regreso.
"Nos gustaría saber con quién habló Omer a fin de recibir la coordinación para cruzar la frontera por Allenby. Nosotros ofrecemos un servicio especial a los periodistas cuando atraviesan nuestros cruces de frontera. Si hubiéramos sabido sobre su llegada esto no habría ocurrido", señaló.
"No estoy al tanto de los hechos que siguieron a su detención, y no somos responsables por el comportamiento del Shin Bet", añadió.
Omer todavía está traumatizado y dolorido. "Hago un esfuerzo para respirar y me duelen la cabeza y el estómago. Volveré al hospital para que me realicen más exámenes médicos", dijo el periodista. *****