China impone muy pocas condiciones a los gobiernos africanos para invertir, lo cual preocupa a organizaciones de la sociedad civil de este continente.
Muchos activistas africanos señalaron su preocupación por las condiciones en que operan las crecientes actividades chinas al participar en la Conferencia Anual sobre Economía para el Desarrollo (ABCDE, por sus siglas en inglés) del Banco Mundial, organizada por el Departamento del Tesoro de Sudáfrica.
"La sociedad civil de Zambia coincide en que las fondos internacionales son necesarios para el desarrollo y que no debe importar si vienen de Europa o de China", dijo el economista Stephen Muyakwa, especializado en agricultura.
"Pero los préstamos y la asistencia al desarrollo que llegan de China tienen algunos problemas", según Muyakwa, también presidente de la Red Comercial de la Sociedad Civil de Zambia.
"Antes que nada, no son transparentes ni exigen condiciones para gastar el dinero. Eso puede fomentar la corrupción porque los gobiernos africanos son libres de usarlo como quieran. Las consecuencias de ello pueden ser negativas", añadió.
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Muyakwa arguyó que los préstamos, o cualquier otra forma de fondos extranjeros, deben otorgarse bajo estrictas condiciones de uso.
"No se puede dar un cheque en blanco al Ministerio de Finanzas y asumir que todo va a estar bien. Los ciudadanos necesitamos saber cómo se va a gastar el dinero. Y China, o cualquier otro donante, debe pedir cuentas a las autoridades beneficiarias", señaló.
Los gobiernos deben tener cuidado cuando aceptan préstamos y asistencia al desarrollo de China, advirtió Muyakwa. "Pueden tener intenciones ocultas. Los aportes para la construcción de infraestructura suelen entregarse sin condiciones".
"Por desgracia sucedió más de una vez que China decidió reclamar una mina o una participación en una reserva forestal, como si nada. No se puede dar y que las personas piensen que no hay condiciones y luego exigir algo. Preferimos un donante que diga que quiere una mina, en vez de reclamarla luego como si fuera parte del préstamo", arguyó Muyakwa.
El subdirector del Centro de Globalización y Gobernanza de la Universidad Nova de Lisboa, Luis Brites Pereira, dijo en la ABCDE, realizada del 9 al 11 de este mes en Ciudad del Cabo, en el sudoccidente de Sudáfrica, que puede ser peligroso aceptar demasiados préstamos de China.
"Los préstamos chinos parecen favorables por sus tasas a bajo interés. Pero por eso mismo, las posibilidades de acumular deuda son altas. Los países beneficiarios deben gestionar sus finanzas con cuidado", señaló Pereira.
También confirmó que las grandes compañías chinas, que dominan industrias como la textil y la de vestimenta, expulsan a las empresas africanas del mercado.
Otro asunto que preocupa a la sociedad civil africana es la llegada de trabajadores chinos al continente, donde millones de personas están desempleadas.
"Hace poco tiempo, los gobiernos de Camerún y China acordaron que el país asiático construiría caminos y se encargaría de otras obras como estadios y campos deportivos", indicó Marie Tamoifo Nkom, portavoz de la organización camerunesa African Youth Diaspora Forum (AYDF, por sus siglas en inglés).
"Todo el mundo estaba contento. Primero porque Camerún necesitaba instalaciones deportivas para los jóvenes. Segundo, porque el proyecto significaría la creación de nuevos puestos de trabajo. Pero por desgracia, esto último no sucedió porque los chinos trajeron sus trabajadores", relató.
Muyakwa también se mostró preocupado por las condiciones de trabajo en los emprendimientos chinos.
"El año pasado se suspendió la actividad en una mina de carbón china en Zambia por las malas condiciones laborales. La mayoría de los trabajadores no tenían vestimenta adecuada para protegerse, ni máscaras contra el polvo, cascos ni zapatos, estaban medio desnudos", indicó.
"Cuando una ministra trató de visitarla, los gerentes chinos se lo impidieron arguyendo que era 'su mina'. Finalmente le permitieron hacer una visita y, según su informe, los trabajadores eran tratados como animales. La extracción se clausuró por un breve lapso, pero luego reabrió", añadió.
Muyakwa relató otro incidente que causó revuelo en Zambia.
"Hace dos años murieron unos 50 mineros en un accidente ocurrido en una fábrica de explosivos. Lo raro fue que ningún trabajador chino resultó herido ni muerto. A raíz de eso, uno se pregunta cuán comprometidos están los chinos con mejorar la situación en África o si están aquí sólo en función de su propio beneficio", señaló.
Las exportaciones africanas a China aumentaron en más de 40 por ciento entre 2001 y 2006, mientras que el comercio inverso creció 35 por ciento, según el Fondo Monetario Internacional.
El flujo comercial de China a África se estima en 55.000 millones de dólares al año y se espera que aumente a 100.000 millones en 2010.