Una palma de cera se plantará en el jardín botánico de la capital colombiana por cada uno de los 11 diputados regionales asesinados hace un año tras 1.905 días como rehenes de la guerrilla izquierdista de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Los legisladores muertos formaban parte del grupo de rehenes civiles en el que aún se encuentra la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, además de 17 militares, 20 policías y tres contratistas estadounidenses. Las FARC aspiran a intercambiarlos por unos 500 guerrilleros presos mediante un acuerdo humanitario.
De la matanza, ocurrida el 18 de junio de 2007 según las FARC, se salvó un diputado, Sigifredo López, porque no estaba en el lugar.
Las 11 Ceroxylon quindiuense, nombre científico del símbolo nacional de Colombia, presidieron el homenaje realizado en la víspera en la Plaza de Bolívar, el corazón político del país. Junto a cada palma lista para trasplantar había una fotografía de un diputado y miles de flores puestas por escolares.
En un año, dos marchas multitudinarias rechazaron los secuestros de las FARC. Ahora la plaza estaba semivacía. Las familias celebraron dos misas en Cali, capital del occidental departamento del Valle del Cauca, de donde provenían los legisladores.
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"No sé quiénes son más infames, si los que nos secuestran o los que nos olvidan", expresó en la última prueba de supervivencia Juan Carlos Narváez, uno de los que fueron muertos hace un año y ex presidente del parlamento regional de Valle del Cauca.
Su cadáver fue sepultado el 11 de septiembre, tras una azarosa y dilatada operación de entrega de los cuerpos, liderada por el Comité Internacional de la Cruz Roja.
Los interrogantes sobre las circunstancias de la muerte de los diputados se mantienen aún. Todos perecieron por disparos cruzados de distinto calibre, según un examen forense internacional. Sus cuerpos fueron conservados en buen estado por la guerrilla, que los entregó en tumbas individuales lejos del lugar de las muertes.
El presidente de Colombia, el derechista Álvaro Uribe, se negó a aceptar los servicios de la Comisión Internacional de Establecimiento de los Hechos, prevista en el Protocolo I adicional a las Convenciones de Ginebra sobre Derecho Internacional Humanitario (DIH).
En un mensaje enviado a IPS el 2 de septiembre, el Alto Comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, expresó que una "información, recogida por organismos de inteligencia y entregada a la Fiscalía General de la Nación, da cuenta de un enfrentamiento entre dos estructuras guerrilleras, el Frente 60 que cuidaba a los diputados y el Frente 29 que opera en esa zona".
"Los diputados habrían sido asesinados por orden de alias El Grillo, quien creyó que se trataba de un rescate militar. Después de la muerte de los diputados, sus cadáveres fueron manipulados y trasladados hacia el lugar donde se haría su entrega", precisó.
Restrepo escribió a IPS para manifestar su desacuerdo con la versión publicada en agosto, acerca de la ocurrencia de un fuerte combate entre una unidad altamente especializada de la fuerza de seguridad estatal y la columna insurgente que trasladaba a los rehenes, tras "una deserción sospechosa" de entre 17 y 19 combatientes, según una fuente cercana a las FARC.
Esa fuerza irregular comunicó que la muerte de los diputados ocurrió el 18 de junio, "en medio del fuego cruzado" con "un grupo militar sin identificar".
Adicionalmente, en los computadores que el gobierno dice haber incautado en el campamento del jefe negociador de las FARC, "Raúl Reyes", abatido el 1 de marzo en territorio ecuatoriano por fuerzas militares colombianas, aparecen dos versiones distintas de las propias FARC.
Una apuntala la de Restrepo y supuestamente fue escrita por "Alfonso Cano", actual jefe máximo de las FARC, a su entonces comandante Manuel Marulanda, fallecido en marzo por enfermedad. Allí le informa sobre la confusión con una columna del Ejército de Liberación Nacional, la segunda guerrilla en importancia del país, cuyos miembros se denominan "elenos".
"Camarada, buena tarde. Por una grave confusión con otra unidad de las FARC que los confundió con elenos y los atacó, la guardia de los diputados ejecutó a once de los doce rehenes, pensaron que el Ejército los asaltaba. Grave equivocación que nos creará muchos problemas", dice el mensaje electrónico según el Ministerio de Defensa, aunque en versiones periodísticas publicadas, la misma cita aparece cambiada.
Según el Ministerio, Cano propuso "atraer" al lugar de la matanza a la fuerza de seguridad pública, para inculparla.
Pero en otro mensaje, Marulanda supuestamente dispone "informar que la custodia de los prisioneros junto con ellos desertó y en su persecución, compañía en medio del combate, cayeron todos, cuyos cadáveres estamos dispuestos a entregar".
Otra hipótesis conocida últimamente habla "sobre una especie de alianza de las FARC con los narcotraficantes, que termina en que un grupo de narcos asesina a los secuestrados para generar ese problema con la guerrilla y sacarla del departamento del Valle", dijo a IPS el periodista Carlos Lozano, facilitador oficial para las liberaciones.
Lozano, director de Voz, el semanario del Partido Comunista, publicó que el enfrentamiento fue con "Los Magníficos, un grupo de elite de la policía entrenado por los israelitas y los británicos justamente para ese tipo de golpes de mano, golpes sorpresa".
El gobierno de Uribe niega rotundamente que haya intentado un rescate violento.
"De todas maneras, a estas alturas todas son hipótesis, todas. No se puede descartar ninguna", remarcó Lozano.
Voz también publicó el 13 de febrero una entrevista con un hombre que desertó de las FARC en 1994 y se entregó al Batallón Luciano DElhuyar, en el nororiental departamento de Santander.
Este ex guerrillero describió que para junio de 2007 estaba planeada una acción en la que un grupo de desertores de las FARC reclutados para trabajar con la fuerza pública jugarían un papel clave.
Según él, las fuerzas militares habrían contactado en el Valle del Cauca a "algunos mandos medios del Frente 30 (de las FARC). Ellos les suministraron información sobre la ubicación de los diputados".
"La intención era que un grupo de fuerzas especiales, que actuarían sin insignias del ejército, daría un golpe de mano para recuperar a los secuestrados, pero no lo presentarían como acción de las fuerzas militares", expresó el sujeto.
Los diputados serían entregados a un grupo de desertores y estos, "inmediatamente, con las fuerzas especiales camuflados entre ellos, procederían a contactar la oficina de paz y entregarse, para que al producirse la entrega, apareciera como que la mitad de las FARC nos cansamos de la guerra y nos reinsertamos, entregando a los retenidos", agregó.
Pero "lo que debía ocurrir el 7 de junio, que era la recuperación y que apareciéramos como disidencia de las FARC, no pudo ocurrir", según esa fuente.
"Cuando las cosas se abortaron, los principales impulsores del proyecto se desaparecieron, no nos cumplieron con los dineros que nos habían prometido, (y) algunos desertados han muerto en condiciones extrañas", añadió.
"Desgraciadamente este (combatiente) desmovilizado se nos ha perdido. Nosotros queríamos seguir conversando con él para obtener alguna información adicional", señaló a IPS Lozano, quien fue contactado por el personaje.
"El desmovilizado sabía dónde buscarnos, y nos da la versión. Incluso yo soy el primero que tiene la conversación con él, en la cual me dice que tiene bastante información sobre el caso de los diputados", agregó.
Ya en la entrevista, la fuente se concentra en el "reclutamiento" de desmovilizados. "Con él habíamos acordado desarrollar primero esa parte y luego seguir sobre el tema de los diputados", pero la entrevista tuvo que ser interrumpida "y se convino con él una segunda cita, la cual nunca se realizó".
"La Fiscalía nunca lo quiso incluir en el programa de protección de testigos", según Lozano, quien cree que "él salió" del país, como era su intención, pues estaba atemorizado. Hasta las FARC iban tras él.
"Pero sería muy bueno volver a hablar con él. Para mí, ese hombre tiene información privilegiada sobre los diputados", agregó.
