Muchas aves silvestres son capaces de imitar los timbres más simples de los teléfonos móviles, comprobaron ornitólogos alemanes, en una nueva muestra de la influencia humana en la evolución de las especies.
Esas aves pueden "entonar hasta 78 estrofas diferentes, y muchos de los timbres más simples de los teléfonos coinciden con ellas", dijo a Tierramérica el ornitólogo Matthias Werner, de la agencia estatal de protección de aves.
"El carbonero común (Parus major) puede entonar 32 cantos diferentes", ejemplificó.
Según el estudioso, aves como la grajilla (Corvus monedula), el estornino pinto (Sturnus vulgaris) y el arrendajo (Garrulus glandarius), muy comunes en Alemania y otros países de Europa central, tomaron contacto con sonidos creados electrónicamente por la expansión de la vida urbana, las oportunidades de alimento que ofrecen las ciudades y la expansión de la telefonía móvil.
Otro factor que atrae aves a las ciudades es la ampliación de áreas verdes protegidas en los perímetros urbanos.
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Varios ornitólogos han llegado a conclusiones similares a las de Werner.
"Está en la naturaleza de estas aves imitar sonidos de su ambiente que corresponden a sus propias posibilidades musicales", explicó a Tierramérica Richard Schneider, del Centro de Protección de Aves Nabu, de la ciudad de Mössingen, unos 600 kilómetros al sur de Berlín.
"Pueden imitar tan bien estos sonidos que en ocasiones es muy difícil reconocer diferencias", dijo.
"Así es la evolución: no hay un esquema predeterminado y las influencias del ambiente, incluso si son artificiales, resultan considerables", añadió.
"El canto es útil para los pájaros machos no sólo en la búsqueda de una hembra o para marcar su territorio, sino también como maniobra de engaño frente a peligros potenciales. Por eso, imitar sonidos del ambiente es parte de la vida cotidiana de las aves", explicó Schneider.
El arrendajo, particularmente tímido, es capaz de imitar los cantos de otras aves, de emitir gritos de alarma para advertir peligros, o sonidos como chasquidos y maullidos. El estornino negro o pinto simula chillidos de frenos, silbidos humanos e incluso sirenas de ambulancias.
Los expertos afirman que estos fenómenos no implican la pérdida del canto original de estas especies.
La aparente cacofonía tampoco es peligrosa. Los diversos cantos sólo pueden ser identificados por los miembros de cada especie. Lo que la mayoría de las aves silvestres no pueden repetir aún son las melodías más complejas de los nuevos teléfonos móviles, ni los sonidos polifónicos de la música electrónica.
Tal adaptación no sorprende a biólogos y otros estudiosos de la ecología. "Ninguna especie puede sobrevivir si no es capaz de adaptarse", dijo a Tierramérica el biólogo Matthias Glaubrecht, profesor de la Universidad Humboldt de Berlín.
"El factor decisivo lo constituyen la dimensión y la velocidad del cambio de ambiente de las especies", sostuvo Glaubrecht, director de investigaciones del Museo de Historia Natural de la universidad.
Es posible que las especies puedan adaptarse a cambios muy rápidos. "Pero en muchos casos es evidente que la acción humana es el acelerador de la evolución", añadió.
Ante el riesgo de que las aves olviden su canto original por influencia humana, los archivos sonoros guardados en universidades europeas y norteamericanas les permitirían recuperarlo, dando un paso atrás en el constante proceso de adaptación que es la evolución.
Sólo el Museo de Historia Natural dispone de más de 110.000 grabaciones de sonidos de aves, mamíferos, peces e incluso insectos. Esos registros incluyen los cantos de 1.800 especies de aves.
Esos archivos forman parte de la red europea de acústica biológica para la taxonomía y la conservación, creada en 2006 para administrar las grabaciones de sonidos animales como herramienta de investigación y de apoyo a la conservación.
Ante el peligro de extinción que entraña el cambio climático para las especies, la colección de sonidos animales es considerada una herramienta crucial de protección ambiental, por lo específicas que son las señales bioacústicas de cada especie y porque tales comportamientos se pierden sin remedio cuando una especie se extingue.
Por eso, la red europea de acústica biológica dice en su carta fundacional que "es urgente facilitar el conocimiento, la preservación y la documentación exacta de las señales acústicas del reino animal".
Según el director de archivos sonoros de la Universidad Humboldt, Karl-Heinz Frommolt, la taxonomía animal debe ir acompañada de una conducta no invasora del hábitat por parte del investigador, y "el método acústico es muy útil para determinar las medidas de protección ambiental que se deben adoptar".
* El autor es corresponsal de IPS. Este artículo fue publicado originalmente el 21 de junio por la red latinoamericana de diarios de Tierramérica.