Poca sustancia, una dosis de engaño y hasta peligros para la salud encontraron observadores en el anuncio del gobierno mexicano de que empresarios mantendrán congelados hasta fin de año los precios de 150 productos alimenticios.
La medida es una "una enorme aportación" dirigida a evitar los impactos de la crisis alimentaria global, declaró el presidente de México, Felipe Calderón.
Sin embargo, portavoces de organizaciones sociales y académicos se declararon decepcionados.
Los productos que mantendrán su precio hasta diciembre, todos de la categoría procesados, no son los principales en la dieta local. Además, según reconocieron empresarios, estaba previsto con anterioridad al anuncio que no sufrirían incrementos en lo que resta del año.
La lista anunciada el miércoles está dominada por diversas marcas de enlatados con fuertes dosis de sodio, mayonesas, mermeladas, tés, sopas en polvo y muchos jugos y gelatinas con altos contenido de azúcar.
El único producto del grupo que sí es de alta demanda y que se considera esencial es el aceite comestible, pero ese sólo mantendrá fijo su precio hasta terminar agosto.
Hay falta de seriedad en la medida, dijo a IPS Alejandro Calvillo, director del grupo no gubernamental Poder del Consumidor.
Uno de los principales problemas de México es la obesidad ligada a hábitos de alimentación donde son cada vez más importantes los procesados. La medida oficial apuntala ese problema, consideró Calvillo.
El control de precios es necesario para enfrentar la crisis alimentaria, pero esa política debería concentrarse en los principales y mejores productos, señaló el activista. Además, exhortó al gobierno a orientar a las familias sobre cuáles son las mejores dietas.
Uno de cada cuatro niños de este país es obeso. En los adolescentes, esa proporción escala a uno entre tres y en los adultos a siete entre 10. México es el segundo país con más cantidad de personas con este problema de salud del mundo, después de Estados Unidos, según admiten las autoridades.
Para Isaac Katz, economista del Instituto Tecnológico Autónomo de México, el acuerdo de no subir los precios tiene dosis de engaño y no tendrá mayor impacto.
La lista de productos anunciada es "ridícula", declaró Katz a IPS tras recordar que en ella hay 17 variedades de chile (picante) enlatado, 33 jugos procesados, 15 marcas de té y al menos cuatro de atunes y sardinas. Todos productos que no son importantes en la dieta mexicana, sostuvo.
Los alimentos de mayor consumo en México son, en orden descendente, la tortilla de maíz, tomate rojo, huevo, refrescos, leche, fríjol, cebolla y papa, según indican encuestas del estatal Instituto Nacional de Geografía y Estadística
Katz opinó que las últimas medidas concertadas entre el gobierno de Calderón y empresarios no cambia la situación alimentaria, que afortunadamente no está en niveles críticos.
Entre los políticos de oposición la reacción ante el nuevo anuncio oficial fue en general positivo.
Carlos Navarrete coordinador en el Senado de la bancada del izquierdista opositor Partido de la Revolución Democrática, declaró que es una buen medida, mientras el legislador César Duarte, del histórico Partido Revolucionario Institucional, dijo que, aunque "sólo es un paliativo, muestra que el presidente sí está dimensionando el problema".
La inflación anualizada mexicana a mayo en materia de alimentos se ubicó en 8,8 por ciento, el más alto de los últimos años en ese rubro.
Incluyendo todas las variables de precios, la inflación anual fue el mes pasado de 4,9 por ciento, lo que representó el menor incremento registrado entre los países América Latina. El presidente Calderón señaló que, "a pesar de la enorme adversidad que se observa en el contexto internacional" y gracias a las estrategias oficiales, en México hay abasto de alimentos y la inflación es la menor en relación a los países de la región.
Para enfrentar la coyuntura, a fines de mayo el gobierno elevó los subsidios a programas sociales, abrió las importaciones de granos y anunció nuevos gastos para mejorar la infraestructura agrícola.
Un mes antes había anunciado la entrega de alimentos y ayuda médica a las familias más pobres del país.
Los incrementos en los precios de los alimentos pegan sobre todo en los sectores más pobres, que suman poco más de 14 millones de los más de 104 millones de mexicanos.
Según los parámetros locales, estas personas tienen ingresos diarios de hasta 1,6 dólares cada una en el área rural y 2,2 dólares en zonas urbanas.
Pero también sufren con las elevaciones en los precios otros 30 millones que reciben hasta 3,6 dólares diarios en el área rural y 5,5 en el área urbana.