La carestía de alimentos básicos y sus consecuencias en los países más pobres son los temas que dominan la cumbre convocada por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), iniciada este martes en su sede de la capital italiana.
Alrededor de 40 jefes de Estado y de gobierno participan en la Conferencia de Alto Nivel bajo el lema "Seguridad alimentaria mundial: Los desafíos del cambio climático y la bioenergía" que terminará este jueves.
Además habrá ministros de áreas afines, responsables de otras agencias del foro mundial y representantes de algunas organizaciones no gubernamentales.
Pero la búsqueda de soluciones a la carestía no puede quedar sólo en manos de los gobiernos, según varios pequeños agricultores reunidos en un foro de la sociedad civil paralelo a la cumbre.
Más de 100 delegados de movimientos sociales internacionales, organizaciones de agricultores y grupos indígenas del Sur en desarrollo realizan un foro de cinco días sobre soberanía alimentaria.
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El foro Terra Preta (tierra negra, en portugués) es organizado por el Comité Internacional de Planificación (IPC, por sus siglas en inglés), red global de organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil dedicada a temas agrícolas.
El IPC reúne a organizaciones sociales representantes de pequeños agricultores, pescaderos, indígenas y sindicatos de trabajadores agrícolas. Se trata de un mecanismo de facilitación del diálogo entre movimientos sociales y agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre alimentación y agricultura.
"Estamos aquí para recordar a los gobiernos que no pueden adoptar ninguna decisión efectiva para resolver la crisis alimentaria sin consultar a los que nutren al planeta", dijo a IPS Antonio Onorati, del IPC.
"En tanto 80 por ciento de los comestibles del mundo proceden de su trabajo, los agricultores no están bien representados en instancias oficiales", remarcó.
"Esos escritorios suelen estar ocupados por representantes de los intereses de las grandes trasnacionales agroalimentarias e instituciones financieras como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) que abogan por una mayor liberalización del mercado agrícola, lo que llevaría a un aumento descontrolado del precio de los alimentos", añadió.
Frente a la sede de la FAO, los agricultores instalaron una mesa con platos vacíos en alusión al hambre mundial. También se realizan manifestaciones fuera del edificio de la agencia.
"La emergencia alimentaria es un síntoma de fracasos sistémicos mayores, como el impulso a la producción de combustibles de origen vegetal a gran escala y el control del sistema alimentario ejercido por las corporaciones", señaló Ndougou Fall, presidente de la organización de agricultores de África occidental, Roppa.
"Queremos asegurarnos de que en esta reunión no se repitan los mismos errores del pasado", explicó Fall. "Las políticas liberales originaron las dificultades que padece África y que afectaron, en especial, a los pequeños agricultores, que ya no están en condiciones de vender lo que producen".
"Muchos de ellos abandonaron sus tierras y se mudaron a las ciudades en busca de un trabajo, que no encuentran", apuntó.
Deben reanalizarse las políticas liberales, según Fall. "Los agricultores africanos, y en especial los de África occidental, necesitan protección para poder desarrollarse", señaló.
Eso incluye el asunto de los biocombustibles. "Aun si hasta cierto punto pueden ofrecernos algunas oportunidades, tenemos algunas prioridades como alimentar gente antes que vehículos", remarcó.
Roppa está entre unas 800 organizaciones que respaldan el llamado del IPC "No más fracasos, como de costumbre". La entidad africana aboga por la capacitación de pequeños agricultores para que puedan alimentarse a sí mismos y a las poblaciones de sus países.
Pero muchos gobiernos no parecen interesados en la protección de agricultores. Algunos utilizarán la cumbre organizada por la FAO para abogar por una mayor liberalización del sector agrícola, señaló Onorati, del IPC.
"Nos informaron que la Comisión Europea (órgano ejecutivo de la Unión Europea) confirmará su posición habitual favorable a una mayor liberalización utilizando la actual crisis alimentaria como argumento para convencer a las naciones en desarrollo de firmar lo antes posible acuerdos económicos creados por la Organización Mundial del Comercio" (OMC), añadió.
Las conclusiones del foro de la sociedad civil serán presentadas en la cumbre de la FAO este jueves, al término del encuentro.
Los participantes de la Conferencia de Alto Nivel discutirán soluciones a corto plazo y nuevas estrategias a largo plazo a fin de abordar las consecuencias del recalentamiento global, la creciente demanda de biocombustibles y el colapso del sector agrícola en muchas naciones en desarrollo.
La cumbre de la FAO tenía previsto tratar los efectos del cambio climático y de los biocombustibles en el suministro de alimentos, pero dada la coyuntura actual optó por centrarse, principalmente, en la carestía de algunos productos agrícolas.
El costo de alimentos básicos se duplicó en los últimos dos años. El precio del arroz, del maíz y del trigo alcanzó niveles sin precedentes. Algunos llegaron a su punto más alto en los últimos 30 años.
En los próximos 10 años, el precio de algunos productos agrícolas seguirá tan alto como en la pasada década, pero por debajo del máximo actual, según la nueva perspectiva para la agricultura realizada por la FAO y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que reúne a 30 países del Norte industrializado.
En ese contexto puede empeorar la situación de unas 850 millones de personas que ya sufren hambre de forma crónica, advirtió la FAO.
La cumbre no es una conferencia de donantes, pero los líderes mundiales deben ponerse de acuerdo en una declaración respecto de una solución a la crisis de la carestía de productos agrícolas básicos.
