Al igual que las de otras regiones de Asia central y Europa, existe un movimiento independentista en el territorio autónomo de Karakalpakstán, en el noroccidente de Uzbekistán.
Los habitantes de Karakalpakstán (también denominado Karakalpakia) componen apenas 2,5 por ciento de los 27 millones de habitantes de Uzbekistán, aunque la región representa un tercio del territorio de esta república otrora federada en la disuelta Unión Soviética.
Limita con Kazajstán al norte y el occidente, y con Turkmenistán al oriente. El idioma y las tradiciones son más cercanos a los pueblos de Kazajstán y Kirguisztán que a los de Uzbekistán. La zona toma su nombre del "karakalpak", gorro negro de uso tradicional.
La organización Karakalpakstán Libre, radicada en el exterior, reclama un referendo sobre la independencia. El gobierno uzbeko ha hecho poco para mejorar el empleo y para proteger a la población de las catástrofes ambientales, según este movimiento.
Enrasar Konuratov, miembro de Karakalpakstán Libre, llamó desde un país indeterminado a través de la red Internet a los pobladores de la región a consolidar su partido dentro del territorio.
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El activista de derechos humanos Salijan Abdurahmanov explicó que quienes podrían integrarse en el movimiento son jóvenes que emigraron por razones económicas, en especial a Kazajstán y a Rusia, algunos de los cuales han regresado al territorio.
"Quienes nacieron en los años 80, que ahora rondan los 30, comprenden la situación de la región pues saben cómo mejoró la economía allí. Por lo tanto, atribuyen el rezago de Karakalpakstán a las autoridades" uzbekas, agregó.
Pero en el propio territorio hay resistencias a la independencia. "Esta organización fue creada a fin de dividirnos", opinó Kubay Artykov, de Nukus, la capital de Karakalpakstán.
Las divisiones dentro de Uzbekistán datan de tiempos remotos. Los uzbekos de Khorezm (occidente), Surkhandarya y Kashkadarya (sur) están separados entre sí no sólo geográfica, sino también culturalmente.
El primer movimiento por la independencia de Karakalpakstán surgió a mediados de los años 80, liderado por el economista Marat Aralbaev.
"Desafortunadamente, los problemas ambientales del mar Aral eran entonces más acuciantes, y gradualmente se fue olvidando la idea de la independencia", recordó el activista de derechos humanos Salijan Abdurakhmanov, en Nukus.
El desvío de agua de río para la agricultura redujo el nivel del mar Aral. Como consecuencia, aumentó la salinidad de la tierra, y buena parte de la flora y la fauna del lugar desaparecieron.
Los habitantes todavía están afectados por las consecuencias de esos cambios, y esto en parte alimenta la demanda de independencia.
Ningún legislador uzbeko apoya una referendo independentista. "Las actuales autoridades uzbekas nunca permitirán que Karakalpakstán sea independiente", dijo a IPS el analista Kasym Jaynakov, en Bishkek.
"Creo que el presidente uzbeko (Islam Karimov) está más interesado en mantener al país unido que nunca antes", agregó.
Karakalpakstán posee alrededor de dos billones de metros cúbicos de reservas gasíferas, y grandes yacimientos de crudo. Esa razón impedirá que Karakalpakstán obtenga su independencia, dijo a IPS por correo electrónico el analista Tashbolot Joldoshev, desde Taskent.
"El movimiento independentista es muy débil y no sabe cómo lograr su objetivo. Pero puede destruir la estabilidad de Uzbekistán", planteó.
Según estimaciones extraoficiales, unos 200.000 karakalpakos, la mayoría de origen kazajo, se encuentran fuera del país.
La mayoría de ellos se radicaron en Kazajstán. Funcionarios kazajos alientan este proceso para aumentar la población, para lo que han creado un programa especial.
Karakalpakstán se encuentra entre varias regiones de Asia central con movimientos independentistas. Además de los tibetanos, los uighures de China noroccidental vienen realizando manifestaciones con el mismo afán.
En marzo, más de mil integrantes de esa comunidad participaron en protestas en la región de Xinjiang, y fueron dispersados por fuerzas militares.
Demandas similares fueron planteadas en Badajshán, una región autónoma dentro de Tayikistán que limita con China y Afganistán.