El gobierno nicaragüense de Daniel Ortega otorgó asilo a las dos jóvenes colombianas que sobrevivieron al ataque de las Fuerzas Armadas de su país, el 1 de marzo, contra un campamento guerrillero de las FARC en territorio de Ecuador.
Doris Torres Bohórquez, de 21 años, y Martha Pérez Gutiérrez, de 24, que llegaron el domingo a Nicaragua, estaban en el campamento durante el bombardeo que mató a 26 personas, entre ellas a "Raúl Reyes", portavoz y uno de los siete miembros del secretariado del Estado Mayor Central de las izquierdistas FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia).
Ortega ya había otorgado asilo a Lucía Morett, la estudiante universitaria mexicana que también sobrevivió a ese ataque y que llegó en abril a Nicaragua. Otras cuatro personas de esa nacionalidad, estudiantes o ex estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México, perdieron la vida en la operación militar ordenada por el presidente de Colombia, Álvaro Uribe.
El ataque provocó una grave crisis regional, principalmente entre Colombia y sus dos vecinos Ecuador y Venezuela, en las que hubo amenazantes movimientos de tropas en medio de un clima marcado por discursos belicistas de todas las partes.
En ese marco también el gobierno de Nicaragua rompió temporalmente sus relaciones diplomáticas con Colombia, en solidaridad con Ecuador que había sufrido una violación territorial.
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Las tres mujeres resultaron heridas. Fueron rescatadas por militares ecuatorianos y atendidas en el hospital de las Fuerzas Armadas de ese país, en Quito.
La esposa de Ortega, Rosario Murillo, informó a través de la radio oficial del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) que "el gobierno de reconciliación y unidad nacional reitera su posición de principios, de acoger por razones humanitarias a quienes con fundamentos soliciten recibir en Nicaragua los derechos y beneficios que en esta materia se derivan de la Convención Internacional de Derechos Humanos".
Murillo agregó que "las jóvenes colombianas han pedido permanecer bajo los cuidados indispensables para su total recuperación, y comparecerán ante los periodistas cuando sus condiciones de salud lo permitan".
No se informó, por razones de seguridad, dónde se encuentran las mujeres. Sólo trascendió que Morett estaba alojada en un hotel rural propiedad del canciller Samuel Santos, en las afueras de Managua, bajo custodia policial.
"Su presencia, estadía, seguridad y bienestar es algo privado. El gobierno va a respetar sus derechos a recuperarse médicamente y no vamos a hacer más comentarios al respecto. Es una decisión estrictamente humanitaria", dijo a IPS el viceministro de Relaciones Exteriores nicaragüense, Manuel Coronel Kautz.
El encargado de las Relaciones Internacionales del FSLN, Jacinto Juárez, señaló por su parte que su partido no puede "pronunciarnos sobre la estadía de las compañeras colombianas". "Es un asunto estrictamente de la cancillería de Nicaragua", aclaró.
La prensa nicaragüense publicó, citando fuentes extraoficiales, que las dos mujeres colombianas habría salido de Ecuador a bordo de un avión de la Fuerza Aérea Nicaragüense, enviado desde Managua.
La oposición, y especialmente los diputados liberales, criticaron a Ortega por otorgar asilo a las tres mujeres, señalando que ello convierte a Nicaragua en un "santuario para terroristas". Las dos mujeres colombianas declararon en Ecuador que desempeñaban tareas domésticas en el campamento de las FARC.
Pero el diputado derechista José Pallais, presidente de la Comisión de Justicia de la Asamblea Nacional, insiste en que "son terroristas".
Pallais sostiene que "estaban en actividades propias del narcotráfico y las guerrillas, pertenecían a las FARC y las FARC son consideradas fuerzas terroristas por Colombia, Estados Unidos y la Unión Europea. Secuestran por dinero y matan inocentes. No pueden ser consideradas inocentes sin una investigación".
Por su parte, el diputado Maximino Rodríguez, jefe del bloque del derechista Partido Liberal Constitucionalista, al cual pertenece Pallais, declaró que Ortega no considera a las FARC como "grupo terrorista" por afinidad ideológica.
"Nunca lo va a reconocer por que él viene de las guerrillas izquierdistas y le resulta común respaldar a los terroristas y llamarlos hermanos", dijo a IPS, en referencia a la actuación de Ortega como uno de los principales jefes de la guerrilla sandinista que derrocó la dictadura de Anastasio Somoza en 1979.
Otros legisladores de la oposición han pedido la interpelación del canciller Santos.
Nicaragua puede perder el apoyo económico de países donantes, como los europeos, si se confirma el ofrecimiento de apoyo militar de Ortega a las guerrillas colombianas, dijeron los diputados tomando para sí las denuncias publicadas la semana pasada por medios de prensa españoles y alemanes citando fuentes militares colombianas.
El diario El País, de Madrid, señaló que en la computadora portátil de Reyes, cuyo nombre real era Luis Edgar Devia Silva, incautada por los militares colombianos que participaron en el ataque, se encontraron correos electrónicos que mencionan al presidente nicaragüense ofreciendo armas usadas.
"Ortega le hizo saber en febrero pasado mediante (el presidente venezolano Hugo) Chávez a los guerrilleros que les iba a enviar unas 'caucheras viejitas' (fusiles según la clave de la guerrilla) que tenía guardadas por allí y que él sabía que todavía funcionan", según un artículo del diario local opositor La Prensa, que señaló a medios europeos como fuente de la información.
El gobierno de Nicaragua no formuló comentarios sobre esas publicaciones.
Ortega ha llamado "hermanos" a los miembros de las FARC y como líder del FSLN condecoró al jefe de esas guerrillas, "Manuel Marulanda" o "Tirofijo", en 1999 en el meridional municipio colombiano de San Vicente del Caguán, cuando esa área fue desmilitarizada para el diálogo de paz con el gobierno de entonces de Andrés Pastrana (1998-2002).
El director del no gubernamental Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas, Javier Meléndez, consideró "un error político", la decisión de Ortega, tomando en cuenta la necesidad de Nicaragua de obtener recursos de naciones que incluyeron a las FARC en su lista de grupo "terroristas".
"Mi temor no es lo que digan de Ortega, sino cómo verán a Nicaragua desde el exterior. Si Ortega está a favor de la paz en Colombia, como lo ha dicho, que hable por la liberación de Ingrid Betancourt con la misma intensidad con que respalda a los guerrilleros de las FARC", agregó Meléndez.
La embajada de Colombia en Managua no formuló comentarios sobre la decisión del gobierno nicaragüense de otorgar asilo a las mujeres de esa nacionalidad.