Vietnam frenó los procesos de adopción de niños y niñas por parte de familias de Estados Unidos, cuya Embajada en el país asiático había denunciado casos de venta de bebés y presiones indebidas a madres para que entregaran a sus hijos.
Mientras, la cuestión de los niños huérfanos o abandonados sigue sin ser atendida por las autoridades vietnamitas, lo que deriva en una enorme cantidad de adopciones internacionales.
Entre octubre de 2006 y marzo de 2008, familias estadounidenses adoptaron a 1.200 menores de edad de este país. En 2007, fueron 828, lo cual cuadruplica la cantidad del año anterior, según cifras oficiales.
El gobierno de Vietnam suspendió la aplicación del tratado bilateral sobre adopciones con Estados Unidos a partir de julio. Ochenta y cinco por ciento de los infantes adoptados estaban listados como "abandonados", según había informado en abril la Embajada estadounidense.
Pero esa proporción era de apenas 20 por ciento antes de 2002, año en que Estados Unidos, por acusaciones de corrupción en los procedimientos, suspendió las adopciones, las cuales reanudó en 2006.
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Entre los casos citados en el informe figuran el de una abuela que entregó a su nieto mientras su nuera estaba trabajando en otra provincia, y el de un hospital que se secuestró un niño cuando su madre no pudo pagar la factura de atención médica.
Según la Embajada, el fraude se originó en las leyes vietnamitas, que ordenan a los agentes extranjeros de servicios de adopción el financiamiento de orfanatos dentro del país asiático antes de comenzar a operar.
El abandono de bebés es un fenómeno incesante en Vietnam, pues los embarazos fuera del matrimonio son condenados socialmente.
"La disponibilidad de datos todavía es muy débil", dijo a IPS Caroline den Dulk, portavoz de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en este país.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) opera junto con los ministerios de Trabajo y de Justicia en cuestiones políticas y legislativas relativas a los orfanatos y el abandono de niños y niñas. "Lo que se necesita es un mejor sistema de datos", opinó Den Dulk. Un puñado de adopciones irregulares llegan a ser divulgados por los medios de comunicación entre miles de casos anónimos. En abril, la prensa nacional publicó la historia de Phung Thien Nhan, de 21 meses, abandonado en la ladera de una colina en las afueras de su aldea.
El niño perdió su pierna derecha y sus genitales tras ser atacado por un animal salvaje, antes de que lo encontraran y llevaran a un hospital en la parte trasera de una motocicleta.
La gente acudió a visitar al milagroso sobreviviente, llevando regalos y, a veces, a sus hijos. Luego de dos meses de cuidados, fue devuelto a la familia que lo había abandonado. Volvió a sufrir desnutrición y sufrió complicaciones médicas por no recibir el tratamiento adecuado.
Adoptado por la periodista vietnamita Tran Mai Anh y su familia, el niño volvió a aparecer en las noticias gracias a una sostenida campaña de la prensa extranjera llevada a cabo por su amiga canadiense Elke Ray.
El niño suele recibir obsequios, y juega con los niños de sus muchos visitantes. "Pienso que es por la gravedad de sus heridas", dijo Main Anh. "Aquí los bebés son abandonados todo el tiempo. La gente no quiere hablar sobre esto. No es algo agradable para pensar."
Mai Anh lo atribuyó a la generalizada condena a las madres solteras y a los pocos servicios dirigidos para ayudarlas. "Las mujeres que se deshacen de estos bebés habitualmente son muy pobres", señaló.
Paul Philips, director de la organización Charity Tuesday, que suministra alimentos, medicinas y transporte a orfanatos privados (conocidos como "casas de amor"), advirtió que "los valores tradicionales todavía dominan en muchas partes del país".
"De allí vienen la mayoría de los abandonos". Es la desesperación absoluta. No tienen ningún otro lado al que acudir. No pueden recibir asistencia social", explicó.
El 8 de abril, el periódico Thanh Ninen publicó un artículo sobre una tumba masiva de niños abandonados en la central provincia de Thua Thien-Hue.
Dos hombres entrevistados en la nota dijeron haber enterrado a unos 30.000 niños no deseados en sus 16 años de trabajo voluntario.
Trong Viet Hieu relató al diario que comenzó esta tarea en 1992, luego de hallar el cadáver de un niño dentro de un cubo plástico de basura. Justo antes de ser entrevistados, él y su amigo, Truong Van Nang, habían cavado 40 nuevas tumbas, preparándose para la semana siguiente.
"Simplemente no comprendo eso. Es tan difícil de leer", expresó Leah Fitzgerald, australiana que realiza trabajos de caridad y que vive en Vietnam desde hace casi 10 años.
En los últimos 14 meses, Fitzgerald intentó adoptar un niño vietnamita, pero como Australia no tiene un acuerdo de adopción con Vietnam la mujer no puede recurrir a una agencia.
"El Ministerio de Justicia no está interesado. No hay mayor beneficio. Soy solamente una persona", declaró a IPS.
Fitzgerald recordó que le dijeron reiteradamente que no había niños disponibles y le recomendaron "llegar a un arreglo" con una familia, por su cuenta, para luego presentar los documentos pertinentes.