Las diferentes religiones se sacudieron de sus «cómodos lugares» para ayudar a los más débiles, convocadoas por la Red Global de Religiones a favor de la Niñez (GNRC, por sus siglas en inglés), a esta ciudad japonesa.
Los líderes religiosos convocados coincidieron en que sus confesiones deben aprender a dejar de lado sus diferencias y a trabajar juntas por el bien de unos 2.200 millones de niños y niñas.
Creada en 2000 en Japón por el reverendo Keishi Miyamoto, presidente de la Fundación Arigatou, la GNRC es la única red de comunidades religiosas "dedicada exclusivamente a garantizar los derechos y el bienestar de niños, niñas y jóvenes del mundo".
Su tercer foro, que comenzó en esta ciudad japonesa el sábado y concluyó este lunes, se propuso renovar el compromiso de sus miembros y pensar nuevos enfoques para alcanzar su objetivo de erradicar la violencia, la pobreza y la degradación ambiental, que aqueja a los más débiles.
"Nuestra intención es ampliar la red a fin de fortalecer la colaboración con organizaciones no gubernamentales e internacionales con ideas afines", dijo el presidente del comité organizador, Samuel Koo, entrevistado por IPS.
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IPS: — Hasta el segundo foro, realizado hace cuatro años, la GNRC era principalmente una conferencia de organizaciones de base religiosa. ¿En qué se diferencia el tercer foro?
SAM KOO: — A partir de este foro, invitamos a organizaciones internacionales, políticas, algunos artistas y empresarios. Nos propusimos atraer y reunir a diferentes personas. Si tan sólo una de cada cinco comienza a ver las cosas de otro modo, entonces habremos cumplido nuestra tarea.
— Existe la percepción de que los gobiernos no hacen lo suficiente para alcanzar los objetivos de la GNRC. ¿Cuál es su opinión al respecto?
— No creo que sean sólo los gobiernos. Creo que nadie hace lo suficiente. Ni siquiera las organizaciones no gubernamentales, religiosas o laicas. Todo el mundo tiene que hacer más, sin duda.
¿Por qué son importantes las comunidades religiosas? Todos conocemos la influencia omnipresente que ejercen los líderes espirituales en sus comunidades. Mucha gente atiende sus consejos, por ello deben ser socios naturales de los programas de alivio de la pobreza, de los esfuerzos para salvaguardar el planeta y contener todo tipo de violencia, desde la resolución de conflictos hasta la reconciliación posterior.
Entonces, el papel de la religión y de los líderes espirituales es vital. Porque también es verdad que, en algunos casos, son los que fomentan la discordia y los conflictos entre las comunidades.
— ¿Qué deberían hacer los gobiernos para proteger los derechos de niños y niñas?
— Hay dos áreas en las que muchos gobiernos fracasan. Una es desempeñar un liderazgo inteligente y con visión de futuro, en especial respecto del alivio de la pobreza y la protección ambiental. Creo que es una cuestión de las políticas implementadas. La segunda es la disponibilidad de recursos.
— ¿Usted cree que los adultos fracasaron en su papel de modelo y protectores de los menores?
— Sin dudas. Usted escuchó las estadísticas mencionadas a lo largo de las conferencias y en otros foros. Conocemos los hechos. Olvídese de los conflictos: sólo piense en los 30.000 niños y niñas que mueren todos los días, en su mayoría por causas evitables. A mi juicio, y creo no ser el único que piensa esto, es un crimen.
— Muchos observadores creen que la religión se volvió un foro de pensamiento político. ¿Cómo podemos despolitizarla?
— No creo que sea posible, en especial en algunos lugares donde el Estado profesa una religión.
Sé que debe haber separación entre Iglesia y Estado, pero aun así no se puede definir el pensamiento de la gente. Los valores emanan del pensamiento religioso y se expresan en la vida cotidiana, y la política forma parte de ella. En tanto practiquemos una religión de forma saludable y aprendamos a vivir en armonía, no creo que sea importante.
Política y religión se vuelven un problema cuando la gente comienza a practicar juegos de exclusión.
— ¿Cómo podemos proteger a los más pequeños de la cruda realidad de los conflictos armados con una educación ética?
— Se me ocurren dos cosas. Una es que la educación es el remedio de todo, en especial la educación ética. Pero lleva tiempo. Aun así es importante porque en el proceso se aprende. No se trata de una empresa que tenga un plazo.
La otra es que los conflictos armados tienen diversas causas, desde étnicas hasta territoriales, y a veces hay un trasfondo religioso, por nombrar algunas pocas. Se trata de la codicia, el odio y los malentendidos de los adultos.
La GNRC tiene muchas cosas para hacer al respecto. Tenemos que asegurarnos que, incluso cuando estalla un conflicto, se proteja lo más posible a las mujeres y los menores. Todo episodio violento causa daño, la pérdida inevitable de vidas humanas y deja cicatrices imborrables en niños y niñas.
¿Cuál es la respuesta de la GNRC a los abusos de menores por miembros del clero? ¿La red trata ese asunto?
Creo que cuando el papa Benedicto XVI estuvo en Estados Unidos aclaró muy bien el asunto. No se trata de un problema exclusivo de los sacerdotes católicos, es general.
Es un delito aborrecible y debe castigarse con dureza en el marco de la ley. Al mismo tiempo es una situación muy desafortunada porque son precisamente ellos los que tienen que dar el ejemplo.
Los que cometen ese tipo de delitos son sólo unos pocos. Pero por ser clérigos y líderes religiosos, uno es demasiado. Eso lo convierte en una violación grave. Pero creo que la sociedad ya comenzó a lidiar con el asunto.
— ¿Cuán difícil es llegar a las organizaciones religiosas fundamentalistas?
— Mucha gente parece equiparar fundamentalismo con Islam. Estoy totalmente en contra de eso porque también hay cristianos y, probablemente, budistas. Las comunidades religiosas suelen tomar sus propias escrituras sagradas en sentido literal.
Tengo amigos cristianos que, sin darse cuenta, por ser practicantes devotos, se volvieron fundamentalistas. Si uno cree sólo en la verdad de su religión y en que todo el resto es pecado, entonces es fundamentalista.
— El foro lanzó el manual para educadores y líderes de jóvenes titulado "Aprendiendo a vivir juntos: Un programa intercultural e interconfesional de educación ética". ¿Qué uso le dará la GNRC a Internet a fin de alcanzar sus objetivos y poder llegar a más niños y niñas?
— Como cualquier organización tenemos un sitio en Internet y manejamos el correo electrónico. Pero con el lanzamiento del manual creo que nos concentraremos más en ese medio porque no vamos a imprimir 10 millones de ejemplares. Lo distribuiremos por Internet en varios idiomas.
Tenemos previsto tener más sitios y mejorar el actual para que sea más fácil de navegar.