Ante la creciente oposición al acuerdo de cooperación nuclear con Estados Unidos, el gobierno de India lanzó una última ofensiva para finalizar las negociaciones antes de que se extingan definitivamente las posibilidades de cerrar el pacto.
Pero analistas políticos apuntan que las posibilidades de éxito son escasas.
Los resultados de la reunión del comité que analiza el tema, integrado por representantes de la gubernamental Alianza Unida Progresista (UPA, por sus siglas en inglés) y sus aliados de la izquierda, demostraron el miércoles que el acuerdo aún debe atravesar grandes obstáculos.
Los delegados de la UPA pidieron a sus socios de izquierda, que apoyan al gobierno en el parlamento sin integrar el gabinete, vía libre para cerrar un acuerdo que permita la fiscalización internacional de las centrales atómicas destinadas a fines civiles.
Se trata de un requisito para la aprobación final del tratado de cooperación nuclear con Estados Unidos.
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Pero los representantes de la izquierda reclamaron más información antes de dar su respuesta. El gobierno prometió entregarla en los próximos días. Sin embargo, es poco probable que el comité llegue a un acuerdo en su próxima reunión, fijada para el 28 de mayo.
Los partidos de izquierda no parecen dispuestos a dejar de lado su oposición al acuerdo nuclear, y están libres de todo compromiso porque no integran el gobierno.
Consideran que no se trata de un tratado equitativo y que arrastrará a India hacia la órbita estratégica de Washington, lo cual pondrá en riesgo su soberanía.
"Si la UPA y la izquierda no superan sus diferencias de aquí a fin de mayo, podríamos perder la oportunidad de que el acuerdo sea aprobado por la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), que deliberará entre el 2 y 6 de junio", dijo a IPS un miembro del equipo negociador del gobierno, quien pidió no revelar su nombre.
Según la izquierda, algunas cláusulas del acuerdo restringen la cooperación entre Nueva Delhi y Washington en materia de uso civil de la energía atómica, afecta los intereses estratégicos del país y también su soberanía.
Mientras, los partidarios del tratado acusan a la izquierda de obstruir el acuerdo por razones ideológicas, impidiendo que India desarrolle su potencial nuclear.
Entre ellos se encuentra Arundhati Ghose, quien se opuso férreamente al Tratado de Prohibición Total de Pruebas Nucleres en la Conferencia de Desarme que se realizó en Ginebra en 1996. India posee estas armas.
Quienes apoyan el acuerdo nuclear con Estados Unidos han recibido el respaldo de ex funcionarios, miembros del ahora opositor partido nacionalista e hinduista Bharatiya Janata, pero fueron desautorizados por los líderes de la organización política.
"Los partidos de izquierda tienen un problema, porque no se oponen categóricamente al poder nuclear, como deberían", argumentó Achin Vaniak, profesor de relaciones internacionales en la Universidad de Nueva Delhi.
"Pero esto no responde las preguntas de la izquierda sobre los detalles del acuerdo de salvaguardias con la AIEA", agregó.
El gobierno no ha facilitado a sus aliados izquierdistas el texto del proyecto de acuerdo, porque eso quebraría el proceso de negociación con Estados Unidos.
Algunos cuestionamientos al tratado se refieren a las preocupaciones indias sobre abastecimiento ininterrumpido de combustibles nucleares, transferencia de tecnología y obligaciones recíprocas.
"La cuestión fundamental pasa por el equilibrio del poder. La UPA afronta protestas a causa del aumento sostenido en el precio de los alimentos y la grave crisis del sector agrícola. No parece estar en posición de enfrentarse con la izquierda, cuyo apoyo en el parlamento es crucial", dijo Vanaik.