La detención este jueves en España de un matrimonio integrado por un italiano y una colombiana implica un duro golpe al narcotráfico pero, no obstante, la drogadicción sigue campeando por este país, en especial entre los jóvenes.
España, además de ser el primer consumidor de la Unión Europea (UE), continúa siendo la puerta de entrada hacia el resto del bloque de las drogas ilegales, como la cocaína y el cannabis, según el informe de 2007 del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías.
Giuseppe F., de 51 años, y Gloria E.C.A., de 47, fueron detenidos en Collado Villalba, una localidad de alto nivel residencial ubicada 40 kilómetros al norte de Madrid, acusados de tráfico de estupefacientes y de estar vinculados a la mafia calabresa conocida como Ndrangheta.
La policía informó que a los detenidos les fueron secuestrados cuatro kilogramos de cocaína, con los cuales se pueden confeccionar 40.000 dosis. Ese volumen, que en los países de origen se pagaría entre 2.800y 4.000 euros (4.000 a 6.000 dólares aproximadamente), en Europa, según la policía española, les proporcionaría a los narcotraficantes unos 600.000 euros (940.000 dólares).
Gloria E.C.A., es la que mantenía los contactos entre los narcotraficantes colombianos y los europeos, tanto españoles como italianos.
[related_articles]
Respecto de Italia, es particularmente destacable que su esposo, según el informe policial, pertenece a una familia de la sureña región de Calabria, que forma parte de la red conocida como "la mafia de Ndrangheta".
En esa red, Giussepe era el encargado de organizar el traslado por tierra de la droga desde España a Italia, escondida dentro de vehículos. El matrimonio fue detenido cuando se trasladaban en un automóvil y dentro del mismo la policía encontró la cocaína envuelta en una bolsa de plástico.
Esta droga, cuya materia prima se produce en zonas selváticas de la Amazonia y en especial en Colombia, es sacada primero hacia países vecinos, como Venezuela y Brasil entre otros, allí se embarca en grandes cargueros que, en alta mar y ya próximos a las costas de Mauritania, Senegal, Guinea-Bissau y Cabo Verde, son puestas en lanchas rápidas para llevarla a tierra.
Desde esos países, las cargas de droga son llevadas, por varías vías, hacia España.
Una idea de los problemas que se encuentran a la hora de impedir ese comercio es que a fines de 2007, según un informe de Europol (la policía de la UE), se descubrió en Guinea-Bissau un vehículo cargado con 600 kilogramos de cocaína conducido por militares fuera de servicio y sin cumplir ninguna actividad oficial en esos momentos. El transporte ilegal de las drogas se realiza desde África a Europa en "mulas" (aviones pequeños) y en las lanchas rápidas desde Marruecos, Argelia y Libia hasta las costas europeas, sobre todo a las españolas.
En noviembre, el fiscal antimafia de Reggio Calabria declaró al madrileño diario El País que "España es uno de los países predilectos de la Ndrangheta, es el país de llegada, almacenamiento y distribución de la coca".
Añadió que "allí (en España) los clanes calabreses son muy activos y en él se ha detenido a importantes hombres de la Ndrangheta, como Roberto y Alessandro Pannunzi (padre e hijo, respectivamente) y Santo Maesano, grandes traficantes, con contactos directos con los carteles colombianos, que disponían de aviones y barcos".
Añadió que "en cada viaje llevaban de 3.000 a 4.000 kilogramos de cocaína" y que 80 por ciento de esta droga que se maneja en Italia pasa por España.
Como colofón a sus declaraciones puso un ejemplo sobre los personajes que trafican. "Maesano fue detenido en un lujoso hotel de Palma de Mallorca (España) y se le incautaron unos 40 relojes de lujo y 100 pares de zapatos", precisó.
España no es solamente una gran puerta de entrada y tránsito de la droga en Europa, sino que sus jóvenes cada vez más la consumen, aunque no tanto la cocaína como el cannabis. Un informe de la asociación no gubernamental Proyecto Hombre así lo indica.
Esa organización no gubernamental, dedicada a prevenir, tratar y rehabilitar a víctimas de la drogodependencia, informó que 60 por ciento de los adolescentes que atendió en 2007 abusaron del consumo de cannabis, 14 por ciento más que dos años atrás. Al mismo tiempo, entre los jóvenes, el consumo de cocaína se redujo en 16,3 por ciento.
Eso no implica que haya bajado el consumo de cocaína, ya que otro estudio, realizado por el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías, indica que uno de cada 10 varones de 14 a 18 años consumió cocaína en 2007 en España.
Pero otro informe del Proyecto Hombre, también del mismo año pasado, asegura que el consumo de alcohol y tabaco entre los jóvenes aumentó en 13 por ciento en ese lapso.
Por ello, dijo Jesús Hernándes, presidente de esa organización, "los adolescentes beben y fuman más porque no lo consideran peligroso, y esa baja percepción del riesgo aumenta las posibilidades de consumir cannabis".
Entre las medidas preventivas más destacadas, aparte de las policiales y aduaneras, se puede mencionar la impulsada por la Fundación de Ayuda Contra la Drogadicción (FAD), que lanzó un eslogan definiendo que "lo más peligroso de las drogas es olvidarnos de lo que realmente son".
Además de destacar lo nocivo que son, pone de relieve la forma en que se ocultan en su mercadeo, desde ponerlas en cajas de caramelos, frascos de colonia, paquetes de hierbas frescas y comercializarlas en todas partes, incluyendo los supermercados. Sin contar, claro está, la venta directa a las personas de mayor poder adquisitivo, que acuden a las redes de traficantes.