El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, descalificó este jueves, como «un show de payasos», el informe de la policía internacional Interpol que avaló la autenticidad de las computadoras confiscadas a las guerrilleras Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
"Es un show de payasos, una ridiculez de tal tamaño que no merece que perdamos el tiempo aquí", dijo Chávez a corresponsales extranjeros mientras él mismo realizaba una pantomima de un policía que asesina a alguien y encuentra entre sus ropas papeles comprometedores previamente redactados por el propio agente.
El estadounidense Ronald Noble, secretario general de Interpol (Organización Internacional de Policía Criminal), presentó en Bogotá junto a autoridades colombianas un informe según el cual las computadoras incautadas al abatido "Raúl Reyes", portavoz internacional de las FARC, no fueron adulteradas.
"Reyes" murió el 1 de marzo cuando fuerzas colombianas bombardearon un campamento que mantenía esa guerrilla en el norte de Ecuador, cerca de la frontera con Colombia.
Bogotá divulgó o filtró a la prensa decenas de documentos o de partes de ellos supuestamente extraídos de las computadoras de Reyes y que, según la interpretación de las autoridades colombianas, comprometerían a los gobiernos de Ecuador y Venezuela como soportes de las FARC. En el caso venezolano, incluso en la gestión de armas y sumas millonarias.
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Pero el examen de Interpol se limitó a descartar o confirmar una eventual manipulación de los materiales informáticos por parte de las autoridades colombianas, y no a la veracidad de las denuncias.
"La verificación realizada por Interpol de las ocho pruebas instrumentales citadas no implica la validación de la exactitud de los archivos de usuario que contienen, de la interpretación que cualquier país pueda hacer de dichos archivos, ni de su origen", sostiene el informe público entregado este jueves a la prensa y publicado en Internet.
"Es perfectamente sabido que, a efectos de los organismos encargados de la aplicación de la ley, las conclusiones sobre la veracidad o exactitud del contenido de cualquier prueba se establecen en el marco de un procedimiento judicial de ámbito nacional o internacional, o bien por parte de una comisión especialmente designada y con jurisdicción sobre el asunto en litigio", agrega el informe de Interpol.
Chávez lanzó una andanada de epítetos contra el presidente colombiano Álvaro Uribe, su ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, contra el chileno Arturo Herrera, presidente en funciones de Interpol, y contra Noble, a quien llamó repetidamente "innoble".
"Se violó la cadena de custodia" de los supuestos archivos en las computadoras de Reyes, dijo Chávez. "Cualquier estudiante de derecho sabe que allí es imposible que haya prueba de nada", agregó.
El mandatario se refería a que entre el 1 y el 3 de marzo, personal policial colombiano ingresó y abrió los archivos informáticos, algo que está vedado en los procedimientos técnicos forenses para manejar este tipo de pruebas, según consigna Interpol.
Las declaraciones de Chávez precedieron su viaje a Lima, donde asistirá a la quinta cumbre de jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea con sus pares de América Latina y el Caribe.
El miércoles Chávez sostuvo en una clase magistral ante oficiales de la Fuerza Armada, que la instalación de una base estadounidense en la península de la Guajira (frontera norte colombo-venezolana), desmentida luego por Bogotá, sería causa de guerra con Colombia.
"Hace años propuse destruir los planes de guerra que siempre hemos tenido (en los institutos militares) con Colombia. Pequé de inocente, pero afortunadamente no fueron destruidos. Estamos dispuestos a ir a una guerra, si es necesario", dijo Chávez.
Esas declaraciones "muestran que la tensión generada desde que se atacó al campamento de Reyes y, más aún, desde que Chávez fue retirado por Uribe como mediador con las FARC (en noviembre de 2007) está lejos de disiparse", comentó a IPS Elsa Cardoso, docente de posgrado en Estudios Internacionales en la Universidad Central de Venezuela.
Como mediador ante la guerrilla, Chávez gestionaba la liberación de rehenes en manos de las FARC a cambio de insurgentes presos. A comienzos de 2008 las FARC liberaron a seis de esos rehenes, como "desagravio" al mandatario venezolano, y los entregaron a emisarios suyos.
Para Cardoso, "el gran peso muerto que cargan las relaciones Bogotá-Caracas es el supuesto apoyo o simpatías de Chávez por las FARC", lo cual "explica que cuando sube la espuma de este escándalo de las computadoras, él (Chávez) haga lo posible por convertirse en víctima en vez de victimario".
Pero "también Uribe tiene con este informe de Interpol una situación difícil", según la experta, "pues no va a poder sostener como hasta ahora y por mucho tiempo esta situación de apuntalar los boyantes negocios que la comunidad empresarial colombiana hace en Venezuela con la marcada conflictividad política" entre ambos gobiernos.
Ha sido notorio, además, que tanto la presentación del informe de Interpol como la reacción de Chávez se produzcan en vísperas de la cumbre de Lima.
En marzo, cuando escaló el conflicto en la subregión andina, Chávez ordenó movilizar tropas y tanques a la frontera con Colombia, pero en la cumbre del Grupo de Río (de países latinoamericanos) a mediados de ese mes en Santo Domingo, dio un giro de 180 grados y llamó a detener la descomposición de relaciones y buscar la paz.
Ecuador también descalificó el informe de Interpol, y su canciller María Isabel Salvador dijo que "como no se garantizó la cadena de custodia de esas computadoras, automáticamente pierden toda validez jurídica y moral".
A punto ya de tomar el avión hacia Lima, Chávez insistió en que el gobierno de Colombia "actúa como un peón del imperialismo norteamericano", lo acusó de "agredir a y acosar a países más pequeños, como Nicaragua y Ecuador", y le advirtió que "ojalá que no se le ocurra meterse con nosotros, porque reaccionaremos".
En marzo, Chávez dijo que si Uribe ordenase o autorizase una operación sobre Venezuela como la que se hizo contra "Reyes" en Ecuador "le mando unos Sukhoi", los cazabombarderos que adquirió recientemente a Rusia.
En todo caso, el mandatario declaró que "la relaciones con Colombia quedan nuevamente sometidas a una profunda revisión".