La película termina con una música machacona y la palabra «Gomorra» en fucsia sobre negro. El público aplaude y se retira tranquilamente de las salas italianas, mientras la música persiste en el oído camino a casa, martillando el mensaje.
Los italianos no han recibido como un mero entretenimiento a "Gomorra", un vistazo desde adentro a la Camorra, como se conoce a la mafia originaria de Nápoles, la ciudad más poblada del sur de Italia.
"Ya conocíamos esta verdad, pero la película nos la muestra de una manera cruda y detallada", dijo Eliana Villa luego de ver este filme que ganó la Palma de Oro (Gran Premio del Jurado) en el Festival de Cannes.
"Es imposible ser optimista, pero necesitamos luchar contra esta situación", opinó otra espectadora, Lidia Marzoli.
El autor de la novela de igual título sobre la que se basa el filme, el napolitano Roberto Saviano, recibió amenazas de muerte luego de publicarla en 2006.
El libro, que narra en primera persona las vivencias de un joven que aprende cómo manejar el negocio ilegal del desecho de residuos tóxicos, fue traducido a docenas de idiomas. Se vendieron millones de ejemplares.
"Tengo constante custodia policial. Debo mudarme todo el tiempo Ya no vivo una vida normal", dijo Saviano al diario La Repubblica, de Roma.
El escritor retrató una organización criminal que, según diversas estimaciones, mató a 3.600 personas en los últimos 30 años, incluido el ex fiscal general Pier Luigi Vigna.
La Camorra, que opera en toda la sudoccidental región italiana de Campania, logró controlar la industria de la construcción, el tráfico de armas y de drogas, la confección de alta costura y hasta el manejo de residuos tóxicos.
Esta institución clandestina se compone de numerosos clanes vinculadas a través de una estructura menos piramidal que la de otras organizaciones mafiosas italianas, como la Cosa Nostra de Sicilia (la Mafia original) o la 'Ndrangheta de Calabria.
Los clanes de la Camorra suelen resolver sus conflictos mediante la violencia. El choque en 2006 entre dos de ellos, los Misso y los Secondigliano, acabó con 15 vidas y dejó gran cantidad de heridos.
"Gomorra" se estrena en Italia en tiempos de decadencia política, estancamiento económico y obsesión del público con la inmigración ilegal.
La producción italiana creció apenas 0,4 por ciento en el primer trimestre de este año. La aerolínea nacional, Alitalia, cae en picada por las deudas y por pérdidas de un millón de dólares diarios.
Nápoles refleja esa decadencia. Las calles están repletas de basura sin recoger ni tratamiento. Se trata de otro problema vinculado con la Camorra, que transporta desechos desde el norte de Europa y los arroja ilegalmente por toda la ciudad.
Por otra parte, la basura se está apilando desde antes de la pasada Navidad. El municipio de Nápoles dejó entonces de recogerla en los domicilios para evitar el sabotaje de sus camiones por parte de la Camorra, que también pretende monopolizar el lucrativo negocio de la exportación de residuos.
El temor invadió la ciudad. El supuesto secuestro de un niño por una joven gitana alentó este mes varios ataques contra campamentos de esa comunidad, incluidos incendios.
"La novela retrata bastante bien la base cultural de los barrios de Nápoles. Da al lector una comprensión profunda de la psicología de la gente que vive allí", dijo a IPS telefónicamente el activista y cura católico "Don" Tonino Pugliese, residente en la ciudad.
"También ofrece una nueva perspectiva de la Camorra, despojada de las viejas imágenes. Se refiere a una organización con negocios nacionales e internacionales, y con un brazo militar que controla esta región", agregó.
Pugliese participa en Libera Antimafia, organización que trabaja con niños y niñas para educarlos en una cultura de legalidad, solidaridad y participación.
"No puedo imaginar sus efectos inmediatos, pero 'Gomorra' se ha convertido en una referencia necesaria en cualquier análisis sobre los problemas de Nápoles", agregó.
El director de la película, Matteo Garrone, optó por concentrarse en cinco personajes cuyos caminos se cruzan con la Camorra. El filme se rodó en secreto en barrios empobrecidos de Nápoles, incluido el bastión de esta mafia, Scampia, con actores no profesionales.
"Es una película apocalíptica, sin esperanzas", dijo Garrone al diario Corriere della Sera, de Milán. "No la consideren como la pintura de un enfrentamiento entre buenos y malos, porque, en realidad, las cosas son más complicadas y las fronteras son difusas."