Los presidentes Hugo Chávez, de Venezuela, y Rafael Correa, de Ecuador, advirtieron del posible contagio autonomista en sus respectivos países tras el referendo que dio un mayoritario apoyo a una iniciativa en ese sentido en el oriental departamento boliviano de Santa Cruz.
"El plan central de operaciones del comando de la CIA (Agencia Central de Inteligencia estadounidense) y de sus lacayos en Venezuela es apoderarse de las gobernaciones para llevar a cabo consultas ilegales como la que se desarrolla en Santa Cruz, Bolivia. ¡Pero ese plan lo derrotaremos!", afirmó Chávez.
Aludía así a las elecciones regionales que se efectuarán en noviembre en 23 estados y 335 alcaldías de Venezuela y que según los primeros cálculos de encuestadoras puede mostrar avances de la oposición, que apenas tiene dos gobernaciones y un puñado de alcaldías.
Chávez destacó en un mapa de su país la media docena de estados del oeste y sudoeste que forman el arco fronterizo con Colombia y los llamó "la medialuna venezolana", en alusión a la llamada "medialuna" oriental de Bolivia, que forman los departamentos de Beni, Pando, Santa Cruz y Tarija, donde prevalecen los sectores derechistas y empresariales en pro de la autonomía del gobierno nacional.
"No se engañen", dijo por su parte Correa a los escuchas de su programa semanal de radio. "Lo que está ocurriendo en Bolivia no es una acción aislada. Tiene el soporte de países extranjeros que quieren desestabilizar la región, y de las élites separatistas de Guayaquil y de Guayas (en Ecuador), y de Zulia en Venezuela".
[related_articles]
Correa recordó que en 2006 se creó una Confederación Internacional por la Libertad y la Autonomía Regional (Confilar) en un foro en la sudoccidental ciudad de Guayaquil, en el que participaron autonomistas de la provincia de Guayas, cuya capital es esa ciudad, del estado venezolano de Zulia y del departamento boliviano de Santa Cruz, así como entidades defensoras de la libre empresa de Guatemala y Perú.
El embajador de Bolivia en Ecuador, Javier Zárate, dijo que grupos opositores coordinan ese tipo de referendos en varios países. "No podemos creer o entender como hay sectores o regiones que quieran la desmembración, separación o desintegración en momentos en que América Latina y el mundo buscan la integración", señaló.
Sin embargo, Carlos Romero, profesor de postgrado en Estudios Internacionales en la Universidad Central de Venezuela, discrepa con esa visión. Señaló a IPS que "es injusto que se comparen procesos como el boliviano con el venezolano o ecuatoriano".
Bolivia "vive una situación de regiones con dificultades para su unión desde los tiempos en que la fundó el Libertador (Simón Bolívar, 1783-1830), mientras que en Venezuela "la democracia y la unidad están consolidadas y la oposición respeta el estado de derecho", estimó Romero.
En Zulia, región petrolera y ganadera de 63.000 kilómetros cuadrados en el noroeste fronterizo con Colombia, fue durante el siglo XX el estado más rico de Venezuela y se distingue del resto del país por numerosas expresiones culturales que le son propias.
"Nosotros no queremos la media luna, queremos la luna completa, que es Venezuela, para llevarla por caminos de progreso y desarrollo", indicó, en el marco de este debate, el gobernador de Zulia, Manuel Rosales, un socialdemócrata que perdió con Chávez en la disputa por la presidencia de Venezuela en las elecciones de 2006.
En su opinión, la denuncia de Chávez "es un invento, una improvisación más que él incluye en la discusión venezolana, por remordimiento de conciencia, porque sabe que la descentralización en su gobierno ha retrocedido, y porque quiere introducir temas para desviarnos de la realidad que tiene que ver con altísimo costo de la vida, el desempleo, la inseguridad y el desastre de su gobierno".
En tanto en Ecuador, Carlos Baquerizo, presidente de la Junta Cívica, que reúne a sectores económicos y políticos de Guayas, sostuvo, acerca de un posible referendo, que no cree "que quepa una nueva convocatoria, porque aquí la decisión ya fue tomada y hay que respetarla", en alusión a una consulta de ese tipo que Guayaquil efectuó en 2000.
En enero, miles de personas marcharon en Guayaquil para exigir que ese referendo sea incluido en la ley fundamental que elabora la Asamblea Constituyente, con mayoría oficialista, y rechazar así recortes en las rentas municipales.
"Ya hay una decisión a favor de una autonomía regional en el marco de un desarrollo compartido con la unidad nacional", dijo Baquerizo. "No tiene nada que ver con independentismo lo que defiende Guayaquil", que lleva décadas gobernada por alcaldes socialcristianos y se la considera un bastión de la derecha opositora a Correa.
En Perú, el periodista César Hildebrandt, columnista del diario La Primera, criticó a los sectores conservadores que apoyan la "desmembración" de Bolivia y a la vez critican que el sureño departamento de Puno, siendo "gemelo de Bolivia", hable de federalismo.
"La lección de ese descuartizamiento sería magistral y mensajera, brutal y pedagógica: que se cuide Chávez y su rica Zulia, (el presidente brasileño Luiz Inácio) Lula (da Silva) y su estado de Rio Grande do Sul (con su 90 por ciento de población blanca y creciente importancia económica), Correa y su Guayas siempre díscolo y orgullosamente costeño", alertó Hildebrandt.
Correa censuró, como otros mandatarios de la región, "el intento separatista" puesto en marcha por las autoridades regionales de Santa Cruz con el referendo del domingo, quienes a su juicio "representan intereses de élites económicas, de caucásicos (blancos) que nunca se han sentido parte del pueblo boliviano".
Agregó que existe injerencia internacional, la cual "financia a estos grupos para crear problemas a gobiernos progresistas, y para crear una balcanización en América Latina".
Chávez hizo otro tanto. "Hay un fuerte intento del imperio norteamericano y de la oligarquía boliviana de quebrar el estado de Derecho y la integridad territorial en ese país. Es un intento de kosovización (por el independentismo de Kosovo, en los Balcanes) y un golpe contra todos los pueblos de América del Sur", aseguró.
Por su parte, los gobiernos de Argentina, Brasil y Colombia, que han actuado como "grupo de países amigos" de Bolivia para tratar de mediar en la crisis tras el referendo en Santa Cruz, emitieron un comunicado en el que llamaron a "un diálogo amplio y franco" entre los principales actores políticos de ese país del altiplano de la cordillera de los Andes.
Dicho diálogo debe hacerse "con miras a la preservación de la institucionalidad democrática y la integridad territorial boliviana", y debe basarse "en una agenda abierta, sustantiva y sin precondiciones, y también en el establecimiento de un clima de paz, serenidad y tolerancia".
En la reunión del lunes en Caracas preparatoria de la cumbre del 23 de este mes en Brasilia de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), como fue rebautizada la Comunidad Sudamericana de Naciones, los representantes de Bolivia y Venezuela sostuvieron que esa nueva entidad regional "será una cura contra intentos divisionistas y segregacionistas" en el área.
En Venezuela, los medios de comunicación en manos del Estado, así como la cadena multinacional Telesur, hicieron un fuerte despliegue informativo para subrayar el carácter ilegal, anticonstitucional y desestabilizador que atribuyeron al referendo cruceño.
Junto con Chávez, su mano derecha en el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), el general retirado y politólogo Alberto Muller, insertó la consulta electoral boliviana en la política doméstica al señalar que "en Venezuela hay un plan similar al de Bolivia".
Dicho plan "lo promueve la oposición venezolana y se daría en el caso que ésta gane varias gobernaciones; de esta forma promovería la autonomía de algunos territorios y eso sería con apoyo de Estados Unidos", dijo Muller.
La mayoría de las gobernaciones señaladas por Chávez y Muller en el occidente, centro y oriente del país como bazas de un proceso autonomista ya estuvieron en manos opositoras en el período 2000-2004 y esos temas separatistas nunca fueron tratados.
El opositor Teodoro Petkoff, director del diario Tal Cual, se mofó del símil de Chávez entre una medialuna boliviana y otra venezolana.
"Medio lunático", tituló su editorial de este martes, en el que recordó que las elecciones de noviembre no son organizadas por autoridades regionales, como en los departamentos en Bolivia, sino por el poder electoral y acatando un mandato de la Constitución.
"Más allá de lo risible que resulta su dramatismo de cartón piedra, hay algo que debe prender las alarmas", dijo Petkoff respecto de Chávez.
"Un individuo que es capaz de apelar a tamaños absurdos está diciéndole a sus 'duros' que deben ganar por las buenas o por las malas, y la oposición no debe dejar grieta alguna por donde se pueda colar la manipulación de los resultados", indicó.