La ONU decidió salir en defensa de la FAO, su agencia especializada en alimentación y agricultura, bajo ataque de líderes mundiales por su supuesta incapacidad para aliviar la actual crisis alimentaria mundial.
Mientras la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) prepara una cumbre para el mes próximo, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, salió en persona a defender a la institución.
El ataque más duro correspondió al presidente de Senegal, Abdoulaye Wade, quien la semana pasada describió a la FAO como "barril de dinero sin fondo", la mayoría de cuyos gastos, dijo, son "gastados en su propio funcionamiento sin operaciones efectivas en el terreno".
Ante la prensa, Ban contestó el lunes: "Dada la gravedad y seriedad de la situación, puedo comprender y compartir la frustración de muchos líderes africanos, incluido el presidente Wade de Senegal".
"Pero quiero subrayar que, desde su fundación en 1945, la FAO ha conducido los esfuerzos de la comunidad internacional para promover la producción y productividad (de alimentos) y para dar la asistencia humanitaria necesaria a muchos pueblos afectados por la escasez de comida", añadió.
Wade dijo que la FAO, dirigida por su compatriota Jacques Diouf, debería fusionarse con otra agencia de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) también con sede en Roma, el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA).
Existe hoy cierta superposición de funciones entre ambas organizaciones. Wade consideró que, de formarse una nueva, su sede debería ubicarse en África, no en una capital de Occidente.
El mandatario senegalés también criticó el derroche en que, según él, incurren agencias y organizaciones no gubernamentales de carácter humanitario, las cuales "usan dinero en todo tipo de trucos —gastos de administración, viajes y hoteles de lujo para autodenominados expertos— y no en acciones en el terreno".
La crisis es atribuida a varios factores, incluidas fallas en organizaciones internacionales como la FAO y otras agencias de la ONU que no previeron la gravedad del desastre.
Parte de las culpas se endilgan en el Banco Mundial, que redujo sus fondos destinados a investigación agrícola en los últimos años. "El Banco Mundial y, francamente, los propios gobiernos invirtieron menos en agricultura", dijo el presidente de la institución Robert Zoellick.
"Tenemos un enfoque basado sobre los países, según el cual los países son nuestros clientes y deciden dónde concentrarse. Hemos invertido más en la lucha contra el sida y el paludismo y otros proyectos, mientras hubo una clara desinversión en agricultura", admitió la semana pasada en Berna.
"No creo que sea útil apuntar a tal o cual responsable. La cuestión clave es, reconocida la necesidad, cómo tratamos de cubrirla", sostuvo Zoellick.
La primera Conferencia Mundial sobre Alimentación, convocada por la FAO en 1974, proclamó que "todo hombre, mujer y niño tiene el derecho inalienable de estar libre del hambre y de la desnutrición para desarrollar sus facultades físicas y mentales".
Entre las metas establecidas por la conferencia figuraban erradicar el hambre, alcanzar la seguridad alimentaria y reducir la desnutrición "en una década". Pero esos objetivos nunca se alcanzaron.
En noviembre de 1996, la FAO albergó otra Cumbre Mundial sobre la Alimentación, la cual aprobó la Declaración de Roma sobre Seguridad Alimentaria Mundial y un plan de acción para erradicar o minimizar el hambre.
La actual crisis precipitó la convocatoria de la tercera Cumbre, que se celebrará también en Roma del 3 al 5 de junio. Se prevé que jefes de Estado y de gobierno acuerden allí otro plan contra el hambre.
Después de casi 34 años de la primera cumbre de la FAO y de decenas de resoluciones e informes de la ONU al respecto, el mundo en desarrollo afronta otra escasez mundial de alimentos y un encarecimiento inédito de estos productos.
El precio de una tonelada de arroz, principal insumo alimentario de buena parte de Asia, subió de 460 dólares en marzo a 980 ahora.
Diouf advirtió en octubre de 2006 que "las promesas no son sustituto de la comida".
Hoy, viven en el mundo en desarrollo más desnutridos que en 1996, cuando los líderes del mundo acordaron reducir ese flagelo, recordó el funcionario. La cifra aumenta cuatro millones anuales y ahora son 820 millones.
El Banco Mundial calculó que unos 100 millones de personas cayeron en la pobreza como consecuencia del actual ciclo de aumento de precios.
Ban identificó la semana pasada en Berna, en presencia de 26 jefes de agencias de la ONU, varias causas para la actual crisis alimentaria: el encarecimiento de la energía, la falta de inversiones agrícolas, la creciente demanda, los subsidios y los problemas meteorológicos.