PERIODISMO-MÉXICO: Crimen en Oaxaca exhibe división indígena

Las ondas de Radio Copala, «La Voz que Rompe el Silencio» cubren unas pocas hectáreas en una zona indígena del mexicano estado sureño de Oaxaca. Pero ahora, tras el asesinato de sus dos reporteras, traspasaron fronteras.

Un grupo de activistas sociales se sumó a la visita que este miércoles realizaron inspectores de las estatal Comisión de Derechos Humanos al llamado municipio autónomo de San Juan Copala, creado en enero por indígenas triquis al fragor de las divisiones que afectan a esa etnia. La misión acudió al lugar a recabar información sobre el crimen.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura condenó los asesinatos, igual que el grupo no gubernamental Reporteros sin Fronteras y la Asociación Mundial de Radios Comunitarias. El 23 de abril, delegados de esas agrupaciones y otros realizarán una visita a Oaxaca para investigar el tema.

"Estamos indignados por este crimen y no puede quedar impune", dijo a IPS Aleida Calleja, vicepresidenta de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias.

El 7 de este mes, Felicitas Martínez, de 22 años, y Teresa Bautista, de 24, fueron acribilladas con armas de fuego en parajes de su municipio, dejando así a esa radio comunitaria con dos periodistas.

Calleja atribuyó el asesinato "al espiral de violencia, división y pobreza que reina en la zona triqui y a su lucha por la autodeterminación, lo que choca contra ciertos intereses".

Florentino López, portavoz de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), grupo reprimido a fines de 2006 tras seis meses de levantamiento contra el gobierno estadual, coincidió con Calleja en que el crimen "está ligado a las condiciones de división de los triquis y a su gran pobreza".

"Pero desde nuestro punto de vista, el gobierno de Oaxaca (que encabeza Ulises Ruiz, del histórico Partido Revolucionario Institucional) se ha infiltrado entre los indígenas para crear grupos armados irregulares que mantienen un estado de terror e impunidad en la zona Triqui", declaró López a IPS vía telefónica desde Oaxaca.

Radio Copala, "La Voz que Rompe el Silencio" empezó a operar en enero de forma paralela a la creación del municipio autónomo, pero no cuenta con un estatus jurídico reconocido por las autoridades de Oaxaca. La radiodifusora transmite no más de cuatro o cinco horas por día y su alcance se limita a unas cuántas hectáreas.

Martínez y Bautista transmitían mensajes sobre salud y educación, a lo que añadían consejos de diverso tipo. Pero nunca hablaban de las divisiones que hay en su pueblo.

El municipio autónomo al que pertenecían se creó en oposición a las autoridades de los municipios de la zona mixteca y que son reconocidos legalmente: Juxtlahuaca, Putla y Constancia del Rosario, ubicados en el occidente del estado de Oaxaca.

Un sector de los triquis sostiene que esos ayuntamientos no los representan, mientras otros lo respaldan.

López, del grupo que reúne a organizaciones sociales contestatarias y de izquierda, señaló que la creación del municipio autónomo "es una respuesta contra la dominación de los cacicazgos políticos, indígenas y mestizos en la zona Triqui".

Esa región comprende una extensión agreste y montañosa de 27.500 kilómetros cuadrados de escasa producción agrícola y mucha pobreza.

Llegar hasta sus comunidades "es muy difícil, los caminos son pésimos o directamente no existen, por lo que hay que caminar mucho", indicó López, quien estuvo en enero en la ceremonia en la que se constituyó el municipio autónomo de San Juan Copala.

"En la zona triqui permanece la organización de clanes, en la que coinciden principios de descendencia y territorialidad", explica un estudio del estatal Instituto Nacional Indigenista.

"Cada una de las poblaciones con sus barrios y rancherías constituyen un clan. Su pertenencia determina los derechos al usufructo de la tierra y la residencia, así como las preferencias y prohibiciones para elegir con quién casarse", se agrega.

"El jefe del linaje está al tanto de la distribución de parcelas a los jefes de familia, media en los conflictos entre vecinos por linderos de tierra y en las disputas entre grupos o linajes promueve la cooperación entre los habitantes, por ejemplo en la milpa de compañía, y cumple con ciertas funciones religiosas y rituales", añade.

"En esas zonas muchas personas están siendo asesinadas a diario, pero todo permanece en la impunidad. Ojalá este caso de las reporteras lo saque a flote y exhiba la falta de acción de las autoridades del estado de Oaxaca", dijo López.

Las divisiones y choques entre comunidades triquis, donde gran parte de sus habitantes no hablan castellano, ha sido una constante en la zona, pero se acentuaron desde la década del 70.

En esos años, las comunidades nativas crearon El Club, un grupo que con los años derivó en el Movimiento de Unificación y Lucha Triqui.

Esta organización se dividió más tarde y se fundó el Movimiento de Unificación y Lucha Triqui Independiente, que es al que pertenece el municipio autónomo de San Juan Copala.

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