El desempleo y la situación económica eran los temas primordiales para los votantes en las elecciones del domingo y este lunes en Italia, y eso pudo haber inclinado a los indecisos en el último minuto a favor del derechista Silvio Berlusconi.
Según las encuestas a boca de urna, el ex primer ministro Berlusconi (1994-1996 y 2001-2006), candidato por la coalición conservadora de derecha, habría obtenido 42 por ciento de los votos, contra 40 por ciento del ex alcalde de Roma y líder del centroizquierdista Partido Democrático, Walter Veltroni.
El desempleo afecta a 6,1 por ciento de la población económicamente activa (de un total de 58 millones de habitantes), y unos 2,3 millones de trabajadores (13,2 por ciento de la fuerza laboral) tienen contratos temporales, según datos de la agencia oficial de estadísticas Istat. Economistas señalan que los números reales serían aun mayores, de entre 3,5 millones y 10 millones, dependiendo del tipo de contrato.
El salario promedio mensual de los trabajadores temporales es de alrededor 600 euros. Sus contratos no incluyen sueldos vacacionales ni seguros de salud o de maternidad.
Berlusconi había afirmado antes de los comicios que el descontento popular sobre esta situación le daría la victoria.
[related_articles]
"Los italianos serán capaces de distinguir entre quién fue capaz de gobernar y quién no", dijo a IPS el ex primer ministro cuando se le consultó sobre el por qué de su confianza.
El gobierno de centroizquierda dejó un terrible legado, "con un nulo crecimiento económico, un alto costo de vida para las familias, una increíble presión impositiva, un aumento de la tasa de criminalidad, y una tragedia con la basura en (la meridional ciudad de) Nápoles. ¿No es suficiente?", señaló.
Según las encuestas, el mayor número de escépticos se encuentran en la centroizquierda, desilusionados con el saliente gobierno de Romano Prodi. Muchos de sus partidarios esperaban reformas más decisivas del sistema laboral. El gobierno de Prodi estuvo "más dedicado a recortar el déficit público que a impulsar las reformas sociales y laborales", dijo un partidario.
Prodi redujo el déficit presupuestal de Italia que llegó a ser el más alto de los 27 países de la Unión Europeaa un nivel inferior al límite fijado por bloque de tres por ciento del producto interno bruto.
Pero la mejora de las finanzas públicas fue lograda en parte gracias a un impopular incremento impositivo.
"Es muy fácil explicar por qué votaré por él", dijo Sara Di Giovanni, de 27 años, en el cierre de la campaña de Berlusconi el jueves pasado en Roma. "Si tuviera que elegir a alguien para confiarle mis ahorros, muy pocos considerando todos los impuestos pagados en los últimos dos años, me sentiría más confiada con Silvio Berlusconi, un político y empresario que ha mostrado un más profundo respeto por el dinero del pueblo que la centroizquierda", explicó.
Prodi y su gobierno "prometieron un crecimiento que nunca llegó. Sólo redujeron nuestros salarios a través de una inverosímil carga impositiva", sostuvo Di Giovanni.
Algunos grupos centroizquierdistas parecen estar al tanto de la importancia del tema laboral. Walter Veltroni, líder del Partido Democrático y principal oponente de Berlusconi en los comicios, propuso un paquete de medidas de protección para las personas con empleos precarios y la creación de un salario mínimo de 1.000 euros.
Veltroni dijo que la solución de los problemas laborales son responsabilidad conjunta de los empresarios y de la clase trabajadora. Por esa razón, eligió a representantes de ambos sectores para formar su lista de candidatos en los comicios legislativos.
Partidos más pequeños de la extrema izquierda, ex compañeros de la coalición de Prodi, y ahora integrantes de la alianza La Izquierda – El Arco Iris (La Sinistra – L'Arcobaleno), también ven a los temas sociales y a las políticas laborales como factores clave para el futuro del país.
Rosa Rinaldi, subsecretaria del Ministerio de Trabajo del gobierno de Prodi y ahora candidata al Senado por La Izquierda, dijo a IPS que el empleo está en el centro de la agenda de su fuerza política.
"Proponemos reformar la actual ley laboral para salvaguardar a los trabajadores precarios, algo que no logramos completar durante el gobierno de Prodi", señaló.
Rinaldi señaló que su grupo propone un subsidio para "todos los jóvenes con trabajos precarios registrados, para ayudarlos a cubrir los períodos de vacante entre un empleo y otro".
Unos 47 millones de italianos estaban habilitados para sufragar en 61.225 centros de votación, abiertos el domingo y este lunes.
Los votantes eligieron a los integrantes de las cámaras alta y baja del parlamento de cada una de las listas encabezadas por 32 candidatos para el cargo de primer ministro, para el cual Berlusconi y Veltroni eran los únicos que tenían chances reales de ganar.
Del total de votantes, 47,3 millones estaban habilitados para elegir a los 630 miembros de la Cámara de Diputados y 43,2 millones a los 325 integrantes del Senado. La cámara alta cuenta además con siete miembros vitalicios.
La edad mínima para votar a los miembros de la cámara baja es 18 años, y 25 para la alta.
Además, 2,9 millones de italianos en el exterior podían elegir a 12 miembros de la cámara baja, y 2,5 millones a seis puestos en el Senado.