Mientras se prepara para asumir en julio la presidencia de la Unión Europea (UE), uno de los principales asuntos en la agenda de Francia serán los acuerdos de asociación económica (EPA, por sus siglas en inglés) con ex colonias. Pero aún no está clara su posición sobre el tema.
Oficialmente, es la Comisión Europea —órgano ejecutivo del bloque, con sede en Bruselas—, la que tiene el mandato de negociar los EPA con países de África, el Caribe y el Pacífico (ACP) en nombre de todos los miembros de la UE.
"Esto fue usado como una excusa conveniente para que Francia no tomara partido en el debate a favor o en contra", dijo Jean-Denis Crola, responsable de la campaña de justicia económica de la filial francesa de Oxfam.
"Los estados se esconden detrás de la Comisión Europea, lo que deposita una presión insoportable sobre los países ACP para que firmen estos EPA", dijo Crola.
"Oficialmente, la política de Francia hacia los países ACP es apoyar su desarrollo económico. Sin embargo, el gobierno actual no manifestó su posición oficial ni siquiera en una ocasión", continuó.
París "se las arregló para eludir el asunto y esquivar preguntas directas sobre los EPA tanto en Lisboa (durante la cumbre UE-África celebrada en diciembre) como durante la visita del presidente Nicolas Sarkozy a Sudáfrica hace un mes", agregó.
Según un funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores que habló a condición de no revelar su identidad, Francia está ansiosa por "asegurar el acceso privilegiado a los mercados europeos para los productos de los países ACP, en cumplimiento de las normas de la Organización Mundial del Comercio".
Sin embargo, bajo la fórmula actualmente favorecida por Bruselas, la liberalización del comercio en bienes y servicios entre la UE y los países ACP sería recíproca, exponiendo entonces a las economías de las ex colonias a una competencia directa y abrumadora de exportaciones y compañías europeas.
Este asunto, que mayormente preocupa a los críticos de los EPA, todavía no fue oficialmente abordado por Francia.
"Es muy difícil entender cuál es la posición del gobierno, dado que se esconde tras la Comisión Europea", coincide Frédéric Viale, de la Asociación para los Impuestos de las Transacciones Financieras para Asistir a Ciudadanos (Attac, por sus siglas en francés). Ésta es una organización no gubernamental que promueve las alternativas al neoliberalismo.
"El asunto es complicado por el hecho de que varios ministerios franceses son competentes para abordar el asunto de los EPA, y parecen tener puntos de vista conflictivos", dijo Viale.
El Ministerio de Asuntos Exteriores, el de Agricultura y el de Comercio Exterior tienen voz y voto en los acuerdos comerciales.
"Según nuestros contactos oficiales, el Ministerio de Comercio Exterior piensa que los EPA deberían permitir una mayor desregulación y cubrir muchos más tipos de bienes, mientras que el Ministerio de Asuntos Exteriores ve un problema político serio con los acuerdos en su forma actual", dijo Viale.
Crola confirmó que la cancillería es más tibia que su contraparte de Comercio en lo relativo a los EPA. "Algunos funcionarios se han vuelto más críticos de los acuerdos propuestos, dado que se dan cuenta de que están por 'perder África'", señaló.
"Después del consejo de ministros de Desarrollo de la UE, celebrado en febrero, un funcionario del ministerio francés pareció insinuar una nueva política más favorable al desarrollo de los países ACP", agregó.
"Sin embargo, un par de semanas después pareció que el funcionario fue 'ascendido' al ministerio para veteranos de guerra. No hemos oído del ministerio (sobre este asunto) desde entonces", dijo Crola.
Ahora parece haber creciente preocupación en la cancillería en torno a los recientes disturbios vinculados con los alimentos que afectaron a varios países ACP.
Según el funcionario del ministerio, "a Francia le gustaría que el debate sobre los acuerdos incluyera el tema de la seguridad alimentaria. En el actual contexto de aumentos sostenidos y duraderos en los precios de los alimentos, esto debería ser un componente esencial de la estrategia de desarrollo sostenible que debemos desarrollar con nuestros socios, especialmente nuestros socios africanos".
Pero si todavía no está claro cómo y cuándo arbitrará la presidencia francesa entre estas agendas en conflicto, la posición del Ministerio de Agricultura siempre fue inequívoca.
Éste "ha presionado constantemente para que se firmen los EPA en su forma actual, dado que quiere asegurar más mercados para los productos franceses", dijo Viale.
"Estos debates dentro del gobierno no son públicos, y rara vez se oyen voces de disenso. Al final, la posición de Francia se alinea con la de la Comisión Europea", según Viale.
El hecho de que los medios franceses ignoren ampliamente estos asuntos no ayuda a moldear la opinión pública.
"El tema de los EPA nunca ocupó los titulares en Francia. Tenemos mucho que lograr en términos de defensa, a fin de que la opinión pública francesa reaccione a estos asuntos e intervenga en el debate", expresó Viale.
También hubo una contradicción entre el enfoque de la Comisión y el de la cancillería francesa.
Bruselas pudo aplicar una estrategia de "divide y reinarás" para discutir los EPA. Las negociaciones bilaterales entre la UE y países ACP individuales están extraordinariamente desequilibradas, y las naciones en desarrollo apenas pueden resistir la presión de firmar tratados desfavorables.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia dijo que el país "está especialmente comprometido con los esfuerzos de integración regional asumidos por muchos países ACP y apoya conversaciones regionales para negociar los EPA".
Sin embargo, esto no se aplica a la estrategia de Bruselas. "La UE aspira a dividir a los países ACP, negociando diferentes acuerdos que cubren diferentes bienes y servicios para cada país", dijo Viale.
Crola espera que algunos de estos asuntos sean respondidos por los gobiernos europeos en la reunión de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo que actualmente se realiza en la capital de Ghana.
