Las crecientes carencias de Corea del Norte para alimentar a sus ciudadanos llevaron a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a alertar sobre una «crisis humanitaria» en los próximos meses.
Los precios de los alimentos básicos en Pyongyang ofrecen un crudo panorama de la realidad de los trabajadores promedio. Un kilo de arroz se vende hoy a 2.000 wons norcoreanos (14 dólares), cuando el año pasado costaba entre 700 y 900 wons. Mientras, el kilo de maíz cuesta 600 wons (4,20 dólares), contra los 350 wons de abril de 2007, informó el Programa Mundial de Alimentos.
Otros alimentos de primera necesidad, como la carne de cerdo, las papas y los huevos también sufrieron un importante aumento, convirtiéndolos en un "lujo para la mayoría de las personas", añadió esa agencia de la ONU.
Un kilo de cerdo se vende ahora a 5.500 wons (35 dólares), casi alcanzando el promedio de salario mensual, de 6.000 wons (42 dólares).
"Ahora se necesita un tercio del salario sólo para comprar arroz para unos pocos días", dijo en una declaración Jean-Pierre de Margerie, director del PMA en Pyongyang.
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"Las familias y las personas especialmente vulnerables sufrirán de la falta de acceso a alimentos, tendrán menos comidas al día y una dieta pobre, aumentando la vulnerabilidad a las enfermedades", agregó.
Uno de los factores de la escasez de alimentos y la disparada en los precios es para muchos la miserable cosecha el año pasado, provocada por una serie de graves inundaciones en agosto.
"Basándonos en las estimaciones gubernamentales más recientes, la producción total de cereal en 2007 fue de unas tres millones de toneladas, una significativa reducción respecto de las cuatro millones de toneladas del año anterior", señaló la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
El país sufrió una drástica caída de 650.000 toneladas en la producción de maíz (33 por ciento), y de 400.000 toneladas en la de arroz (25 por ciento) respecto del año pasado, añadió la agencia con sede en Roma.
"Con esta baja producción en 2007, el déficit de cereal para el año de mercadeo 2007-2008 está estimado en 1,6 millones de toneladas", indicó.
"Esta es la mayor brecha que se produce en el país desde 2001. Se necesitará asistencia externa para cubrirla", dijo Paul Risley, portavoz de la oficina asiática del PMA.
Pero esta urgencia no podría producirse en peor momento. El rápido aumento de los precios internacionales de las materias primas supone un desafío para las agencias de ayuda como el PMA, que no lo tenían en años previos cuando debían comprar arroz y otros cereales para alimentar a poblaciones vulnerables en varios países, incluyendo Corea del Norte.
El PMA alimenta a cerca de un millón de los 23 millones de norcoreanos a través de un programa que comenzó en 1998. Para afrontar el incremento de los precios, la agencia llamó a recolectar 15,9 millones de dólares para añadirlos a un fondo de 26,5 millones para el programa norcoreano.
"Si tenemos suerte, podremos proveer 75.000 toneladas de alimento, que es menos de cinco por ciento del déficit para este año", dijo Risley.
La actual asistencia del PMA a Corea del Norte significa una drástica caída de las cifras de 2005, cuando alimentaba a casi un cuarto de la población. Entonces, ese país recibió cerca de un millón de toneladas de asistencia en arroz, convirtiéndose en el mayor receptor de ayuda.
"En 2005, último año del que se dispone información oficial disponible sobre el arroz, la ayuda fue de 2,3 millones de toneladas, contra las 1,2 millones de 2001", dijo el secretario del grupo intergubernamental sobre granos de la FAO, Abdolreza Abbassian.
"La ayuda total de cereal en 2005-2006 fue estimada por la FAO en unos 8,5 millones de toneladas, de las cuales solo el trigo fue de 5,3 millones de toneladas", añadió.
"La asistencia en arroz creció lo suficiente para satisfacer la demanda en Corea del Norte", reveló en entrevista telefónica desde Roma. "La FAO estima que la ayuda alimentaria en embarcaciones de cereal cayó a unos siete millones de toneladas entre 2006 y 2007, prevé una nueva disminución a cinco millones de toneladas en 2007-2008, también por los altos precios", indicó.
Además del alza de los precios internacionales, los norcoreanos deben lidiar con el desafío político de la vecina Corea del Sur, principal proveedor de ayuda alimentaria en arroz, judías y demás legumbres. El nuevo líder en Seúl, el presidente Lee Myung-bak, llegó al poder gracias a promesas de adoptar una línea más dura con el régimen en Pyongyang.
El nuevo mandatario exigirá avances en derechos humanos en Corea del Norte a cambio de la asistencia, cuando sus predecesores no exigían nada en el pasado.
Esta presión sin precedentes en tres frentes distintos arrastran a Corea del Norte a una crisis alimentaria similar a la que sufrió en los años 90, cuando, según algunas estimaciones, murieron entre medio millón y tres millones de personas.
Corea del Norte es gobernada por una dictadura desde 1948. Su actual líder es el presidente Kim Jong Il. La desnutrición está propagada: alrededor de 37 por ciento de los niñas y niños están poco desarrollados y 23 por ciento están por debajo del peso normal.
En 2005, Kim reintrodujo un sistema de distribución pública de alimentos que había colapsado en los años 90 y preparado el camino para que se desatara el hambre. Bajo ese sistema, todos los granos en el país son recolectados y luego repartidos por el Estado.
Actualmente, más de 6,5 millones de personas en Corea del Norte "sufren de inseguridad alimentaria, una cifra que podría aumentar si no se toman acciones para afrontar la creciente escasez de alimentos", alertó el PMA.