REFUGIADOS-PAKISTÁN: Afganos temen volver a su país

Las autoridades de Pakistán ordenaron a alrededor de 90.000 refugiados afganos abandonar el campamento de Jalozai, en el que han vivido durante casi tres décadas.

El gobierno pakistaní envió al campamento, 35 kilómetros al oriente de la ciudad de Peshawar, en la zona fronteriza con Afganistán, topadoras que destruirán las improvisadas viviendas luego de la fecha límite para la repatriación voluntaria, el 15 de abril.

En julio de 2007, el mayor campamento de refugiados de Pakistán, Kacha Garhi, fue arrasado luego de su cierre, dispuesto por las autoridades.

Quienes decidan no retornar a Afganistán tendrán la opción de trasladarse a otros dos campamentos de refugiados, que permanecerán abiertos hasta 2009. Se estima que muchos lo harán, ya que temen regresar a causa de la violencia y el desempleo.

"Estamos mucho mejor aquí. Gano alrededor de 35 dólares, que es bastante dinero", dijo Abdul Waheed, un vendedor de frutas que ha vivido en Jalozai durante los últimos 16 años.
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Sus tres hijos y sus tres hijas tampoco quieren regresar. "En Afganistán no hay trabajo, escuelas, negocios ni centros de salud. Todo está en ruinas", agregó.

Sin embargo, otro refugiado, Rasool Mahammad, quien vivió en Jalozai durante 13 años, se está preparando para partir. "Ya empacamos nuestras pertenencias. Mis dos hijos han ido a Kabul para registrarse en un campamento allí y encontraron una casa para nuestra familia" de 12 miembros, señaló.

El Comisionado para los Refugiados Afganos, Nasir Azam, descartó una extensión del plazo que vence el 15 de abril. Representantes de los habitantes del campamento habían pedido unas semanas más de tiempo, para que miles de niños pudieran completar el año escolar, que culmina a fines de abril.

Ghazal Gul, quien cursa el ultimo año en una escuela de Jalozai, fue categórico al señalar que se familia no retornará. "No podemos ir. Nos quedaremos con parientes si nos fuerzan a abandonar el campamento. No hay nada por lo que valga la pena vivir en Afganistán", afirmó.

Una mujer vestida con una "burka" celeste, con su bebé en brazos, quien se identificó como Raeesa Bibi, de 39 años, no quiere volver a Afganistán. "Mi marido murió de cáncer hace tres años. Trabajo en las casas de pakistaníes que alimentan a mis tres hijos y atienden otras de mis necesidades", señaló.

Teme que en su país tenga que mendigar para vivir y que sus hijos mueran de hambre.

Las autoridades de Pakistán ya han comenzado a tomar medidas drásticas. Alrededor de 250 negocios en Jalozai, propiedad de afganos, fueron demolidos el 5 de marzo.

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) señala que 2,8 millones de afganos retornaron a su país desde 2002. Las autoridades pakistaníes consideran que alrededor de 1,2 millones viven en situación ilegal. "Cada día, unos 50 afganos son arrestados y deportados", dijo a IPS el oficial de policía Tahir Khan.

La decisión de cerrar Jalozai fue tomada durante una jirga (asamblea tribal) el 5 de septiembre de 2007. Los refugiados acordaron voluntariamente evacuar el campamento antes del 30 de abril de este año.

Maulvi Mohammad Qayyum, uno de los participantes en esa asamblea, dijo a IPS que tenían la esperanza de que el gobierno afgano y Acnur establecieran campamentos para quienes retornaran, pero eso no ha ocurrido hasta el momento.

Jalozai fue establecido a principios de los años 80 por la Organización de las Naciones Unidas. Afganistán ha estado envuelto en la violencia desde la invasión en 1979 por parte de la disuelta Unión Soviética, lo que llevó a Estados Unidos a financiar grupos insurgentes que operaban desde Pakistán.

Millones de afganos se trasladaron a Irán y Pakistán para escapar a los sucesivos años de guerra, hambre y sequías.

El gobierno del presidente afgano Hamid Karzai, instalado luego de la invasión liderada por Estados Unidos en 2001 ha estado pidiendo a los refugiados que retornen al país. Nuevo de los 24 campamentos de la zona fronteriza de Pakistán con Afganistán han sido cerrados.

Más de dos millones de afganos se han registrado, en el marco de un programa de Acnur, para recibir del gobierno de Pakistán el estatus de residentes temporarios por tres años.

Acnur ha supervisado la repatriación voluntaria de afganos, pero el proceso se ha visto demorado a causa del resurgimiento de la milicia islamista Talibán en el sur de Afganistán, lo que generó una nueva ola de desplazamientos forzosos. Alrededor de 350.000 refugiados retornaron en 2007. Cada uno recibió aproximadamente 100 dólares, para gastos de transporte y reinserción.

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