Los precios del petróleo llegaron esta semana a los 111 dólares por barril de 159 litros, impulsados por la debilidad de la divisa estadounidense. Pero esa burbuja no puede ser infinita y quizá estalle en el mediano plazo, apuntaron analistas.
"Estamos en presencia de una burbuja bursátil-petrolera", dijo a IPS el experto en geopolítica petrolera Elie Habalián. "Los precios pasaron en dos meses de alrededor de 90 a 110 dólares por barril, un alza mucho mayor que la real devaluación del dólar, que en el mismo período pasó de 1,46 a 1,56 unidades por euro."
Esa burbuja "en algún momento será pinchada y va a explotar, con una drástica caída de precios en el mediano o largo plazo, y si la OPEP la alimenta crea cuchillo para su propia garganta", según Habalián, ex gobernador (representante) de Venezuela en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
¿Por qué? "Si usted está en un gobierno (petrolero) y recibe miles de millones de dólares cada día, está muy feliz y no ve más allá de sus narices, no capta que pagará el precio por ese efectivo más adelante", advirtió en una reciente conferencia en Madrid el jeque saudita Ahmed Zaki Yamani, director del centro de Estudios Globales de la Energía (CGES, por sus siglas en inglés), con sede en Londres.
Yamani, durante décadas ministro de Petróleo de Arabia Saudita, dio testimonio de primera mano de cómo, en los años 70, desde diversos cargos en el gobierno de Estados Unidos, el ex secretario de Estado (canciller) Henry Kissinger animó el alza en los precios del crudo, pero ello derivó en pérdida de su influencia en el mercado por parte de la OPEP.
"Hasta entonces, la OPEP tenía 70 por ciento de la oferta. Ahora tiene 30 por ciento y los productores fuera de la OPEP tomaron" la diferencia, dijo Yamani, al relatar el surgimiento de nuevas zonas productoras en el Mar del Norte y México.
Como ya no hay nuevas grandes zonas donde explotar petróleo, argumentó el jeque saudita, los altos precios estimulan esta vez la emergencia de energías alternativas. "Pero el real cambio llegará el día en que pueda usarse el hidrógeno a un precio razonable", sostuvo.
Aún antes de que se aproxime esa perspectiva futurista, "los precios serán impactados por las medidas que tomen Estados Unidos y el resto del mundo para incidir sobre el problema de fondo, que es el déficit comercial estadounidense", sostuvo Habalián.
Ese déficit fue de 790.000 millones de dólares en 2007, tras exportar bienes por 1,16 billones de dólares e importarlos por 1,95 billones, según cifras del Departamento de Comercio en Washington.
El debilitamiento de la moneda estadounidense —disparado por la crisis de pagos en el mercado inmobiliario, ante la cual Washington redujo las tasas de interés y así indujo la devaluación de su moneda ante otras divisas— "llevó a los tenedores de dólares a refugiarse en el oro, tanto el amarillo (la cotización de la onza, en récord, sobrepasó los 1.000 dólares) como el negro (el petróleo)", argumentó el experto.
Mientras que el mundo demanda y consume unos 86 millones de barriles por día, en los mercados de futuros, como "petróleo de papel", se transa a menudo una cifra dos veces o más la correspondiente al consumo real, inflando la burbuja.
Incluso este viernes, tomas de ganancias hicieron retroceder el precio del crudo West Texas Intermediate (WTI), el precio de referencia de Estados Unidos, hasta cerca de 109 dólares por barril, en tanto el Brent del Mar del Norte, el de Europa, bajó de los 107 dólares.
Pero sólo en esta semana aumentaron unos cinco dólares como promedio, según informó el Ministerio de Energía en Venezuela: el WTI pasó de 102,76 dólares a 108,41, y el Brent de 10,47 dólares a 105,12, y la cesta de 12 crudos de la OPEP, de 96,89 dólares a 100,56.
Los socios del grupo son Angola, Arabia Saudita, Argelia, Ecuador, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela.
Para los países del Sur que son importadores netos de petróleo, "estos altos precios son una verdadera tragedia, que contribuye a que sus pueblos se vayan anarquizando y sus condiciones materiales de vida se hagan más precarias".
"La OPEP debería abordar este problema, sin condicionamientos políticos a los beneficiarios, que no deben ser las víctimas de una ola de especulación bursátil", sostuvo Habalián.
El experto descarta que la solución esté en aumentar la oferta de crudo. "El mercado está realmente abastecido y si la OPEP produce más petróleo lo que va a lograr es inflar aún más la burbuja especulativa", apuntó Habalián.
El ministro de Energía venezolano Rafael Ramírez ha reiterado que, en su opinión, el mercado está abastecido al punto de que la OPEP no debe modificar su actual oferta —poco más de 30 millones de barriles diarios— durante un semestre.
"Los precios están más allá de los fundamentos del mercado, debido a aspectos como la devaluación del dólar y la situación de la economía de Estados Unidos", dijo Ramírez.
Para Luis Giusti, también del CGES, "de los más de 100 dólares por barril hay unos 30 que son puramente algo financiero, de modo que si vamos a los fundamentos (del mercado) estaríamos hablando de que el precio debería ser de 70 a 75 dólares" por barril.
Entre tanto, Venezuela comenzó a seguir los pasos de Irán y cotizó en euros en vez de dólares varios de los recientes cargamentos que ha despachado, informó José Suárez, de la firma especializada Petrofinanzas.
Caracas y Teherán han planteado en la OPEP abandonar el dólar como divisa de referencia e ir al euro o a una cesta de monedas.
Aunque "conviene advertir que la economía estadounidense tiene problemas, pero no está derrumbándose, y el fortalecimiento del euro también en algún momento deberá detenerse. También los europeos necesitan hacer competitivas sus exportaciones", subrayó Habalián.