El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ganó el domingo las elecciones generales de este país, confirmando la permanencia de su líder, José Luis Rodríguez Zapatero, en la jefatura del gobierno.
Con estos resultados, los socialistas se aseguran 169 escaños en el parlamento, cinco más que en la última legislatura, un aumento que también experimenta el PP, que pasará de 148 a 153 legisladores. La concurrencia a las urnas fue de algo más de 75 por ciento.
Con todo, el PSOE no logró la mayoría absoluta de 176 escaños, en un total de 350, para gobernar sin necesidad de apoyos de formaciones menores.
"Quiero abrir una etapa que huya de la confrontación y busque el acuerdo en los asuntos de Estado. Gobernaré para todos, pero pensando antes que nadie en los que no tienen de todo", dijo Zapatero en las celebraciones de la victoria.
El PP reconoció la derrota en primer lugar por boca del senador Pío García Escudero, quien sostuvo que "felicito al PSOE. La victoria es clara y ha ganado en buena lid. Hemos tenido un gran resultado, una subida muy importante en escaños y en porcentaje de votos. Estamos satisfechos".
La coalición Izquierda Unida (de verdes y comunistas) sufrió un duro revés al no conseguir siquiera cuatro por ciento de los sufragios y perder tres de los cinco escaños que ocupaba. Su líder, Gaspar Llamazares, admitió el fracaso y anunció su renuncia al frente de la alianza.
La diferencia promedio que preveían las encuestas, de unos cuatro puntos, entre el PP y el PSOE, se confirmó con los resultados.
Aunque estaba prohibido divulgar sondeos desde cinco días antes de los comicios, El Periódico de Barcelona continuó publicándolos a lo largo de la semana y hasta la víspera de las elecciones por medio de un sitio de Internet alojado en Andorra, pequeño país de los montes Pirineos, entre España y Francia.
Esa encuesta reflejó que luego del asesinato del ex concejal socialista Isaías Carrasco, cometido el viernes y atribuido por el gobierno al grupo separatista y extremista vasco ETA, el PSOE se confirmó en las preferencias de los votantes.
Todo indica que ese apoyo supone un sí de la mayoría de los ciudadanos a la política antiterrorista de Zapatero —que en los últimos cuatro años se llevó adelante con el consenso de todos los grupos parlamentarios, excepto el del PP— así como un rechazo al uso electoral que hizo del tema la fuerza centroderechista.
Treinta y cinco millones de españoles estaban convocados a las urnas en estas octavas elecciones desde que se aprobó la Constitución de 1978. De ellos, 400.000 jóvenes mayores de 18 años podían ejercer por primera vez su derecho al voto. Al parecer lo hicieron mayoritariamente a favor de Zapatero, que se hizo popular entre ellos al retirar a España de la guerra de Estados Unidos contra Iraq, apenas investido presidente en 2004.
