ECUADOR-CHILE: La conveniencia de ser amigos

La visita oficial del presidente de Ecuador, Rafael Correa, a Santiago se lleva a cabo apenas solucionado el conflicto andino que tuvo a ese país como protagonista y cuatro días antes de que los gobiernos de Chile y Perú se vean las caras en la Corte Internacional de Justicia, por su litigio marítimo.

La presencia de Correa desde el lunes en Chile estaba planificada antes de que estallara el conflicto por la incursión del ejército colombiano en territorio ecuatoriano, que terminó con la vida de un miembro del secretariado de la guerrilla izquierdista Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y de 24 personas más. Ese problema diplomático, que también tuvo como protagonista al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien terció a favor de Quito, llegó a una aparente solución el viernes 7, durante la última reunión del Grupo de Río, celebrada en República Dominicana.

Pese a la relativa calma de estos momentos en la región, la visita de Correa es vista como una oportunidad para Quito y Santiago de sacar dividendos políticos de acuerdo a sus respectivas coyunturas internacionales.

"Chile manifestó desde el primer día su rechazo ante lo que consideramos una violación de la soberanía y la integridad territorial del Ecuador", recordó el lunes la presidenta Michelle Bachelet en la conferencia de prensa que ofreció junto a Correa, quien dejará Santiago este martes.

La mandataria insistió en que Chile "es amante de la paz y su política exterior se sustenta en el respeto estricto del derecho internacional, así como el apoyo a las instituciones multilaterales, como herramientas fundamentales para la paz y la cooperación internacional".
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La crisis, desatada el 1 de marzo por la violación de la soberanía ecuatoriana cometida por fuerzas militares y policiales de Colombia, llegó a su clímax unos días después, cuando Ecuador y Nicaragua rompieron relaciones con Bogotá y Venezuela movilizó tropas a la línea fronteriza colombiana.

En este momento, "Ecuador necesita mostrarse al mundo con amigos en el vecindario, con amigos regionales" para fortalecer su postura en torno al conflicto con Colombia, comentó a IPS el politólogo y doctor en derecho y relaciones internacionales chileno Jaime Abedrapo.

Asimismo, la presencia de Correa en Santiago reviste importancia para el gobierno chileno, dado el significativo rol que juega Quito en la disputa que mantienen Chile y Perú por la delimitación de sus fronteras marítimas.

Si bien la invitación hecha por Chile al mandatario ecuatoriano se enmarca dentro de la política de acercamiento e integración regional prioritaria para Bachelet, es evidente, según Abedrapo, que el "empuje" mostrado por Santiago para llevarla a cabo responde a la situación que se vive hoy con Perú.

El 16 de enero, el gobierno del peruano Alan García presentó ante la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, Holanda, una demanda contra Chile argumentando que los tratados que establecen las fronteras marítimas entre los dos países son de carácter pesquero y no específicamente limítrofes.

Por ello, Lima pretende redefinir la frontera de acuerdo a un criterio de equidistancia, que despojaría a Chile de miles de kilómetros cuadrados de mar.

La actual frontera marítima fue establecida en dos tratados: la Declaración sobre Zona Marítima de 1952 y el Convenio sobre Zona Especial Fronteriza Marítima de 1954, ambos firmados también por Ecuador.

Este viernes, Santiago y Lima deberán verse por primera vez las caras en la reunión de procedimiento de carácter privado, citada por la presidenta del tribunal de La Haya, Rosalyn Higgins, para planificar el calendario de alegatos.

En su estadía en Santiago, donde se reunió con representantes de los tres poderes del Estado, empresarios y dirigentes de la oposición derechista, Correa señaló que el diferendo entre Chile y Perú debe resolverse por la "vía jurídica" y "en forma pacífica", pero enfatizó que Quito considera vigentes todos los tratados firmados por su país en esta materia.

La Declaración Conjunta firmada por Bachelet y Correa el lunes fue más contundente.

El punto 15 señala que ambos mandatarios "destacaron la plena coincidencia respecto de la vigencia, alcances y contenidos de los Tratados del Sistema del Pacífico Sur y expresaron su satisfacción por los logros derivados de los mismos. Confirmaron asimismo su visión común frente a temas vinculados con el Derecho del Mar y su amplia cooperación en materia de asuntos marítimos".

"Probablemente la cancillería chilena esperaba más, pero se trata de una señal política importante. Ahora la pregunta es: ¿cuánto de esto puede repercutir efectivamente en la corte de La Haya?", señala Abedrapo. A su juicio, esto sólo se podrá comprobar en el curso del proceso.

De todas maneras, el académico de la Universidad Diego Portales cree que la postura de Correa también puede redituarle beneficios a su país en el mediano y largo plazo, en caso de que Perú cuestione los límites vigentes con ese país.

"Chile está muy, muy tranquilo en la solidez de sus argumentos y lo vamos a mostrar paso a paso en La Haya. Creo que la opinión y la voz de Chile va a prevalecer", expresó el lunes el canciller chileno Alejandro Foxley.

En otro ámbito, Bachelet y Correa firmaron un Acuerdo de Asociación Estratégica, el primero en su tipo firmado entre dos países de América del Sur, que plasma las buenas relaciones históricas de ambas naciones. Además de aspectos económicos, éste versa sobre diálogo y cooperación política, social y cultural.

Si bien considera "relevante" la firma de este tratado, el politólogo chileno duda del real impacto que pueda tener.

"Ecuador era 'el' país con el que Chile podía firmar un acuerdo de asociación estratégica en América Latina, porque entre ellos no hay conflictos de intereses ni contenciones, pero creo que va a tener un impacto menor", indicó Abedrapo.

"La región ha ratificado tantos compromisos de esta naturaleza (de cooperación política, económica, social y cultural), los que han fructificado tan poco, que yo no me hago falsas expectativas. Conociendo la historia de la región, creo que hay que ser realista", reflexionó.

Chile y Ecuador también suscribieron un nuevo Acuerdo de Complementación Económica, que sustituirá el que rige desde 1995 y que contempla nuevas disposiciones en materia de normas sanitarias, fitosanitarias y de origen, así como asuntos aduaneros y entrada temporal de personas de negocios.

En 1994 las exportaciones chilenas a Ecuador no superaban los 83 millones de dólares. En 2007 llegaron a los 460 millones de dólares. En 1994, las importaciones desde Ecuador llegaron a 187 millones de dólares, mientras que el año pasado superaron los 757 millones de dólares. Asimismo, se informó que las estatales Empresa Nacional del Petróleo de Chile y Petroecuador acordaron explorar reservas de gas en el golfo de Guayaquil. Esto se da en momentos en que Chile vive una grave crisis energética, que puede derivar inclusive en un racionamiento eléctrico en los próximos meses.

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