La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, se comprometió a trabajar de forma «rápida» y «eficaz» para lograr la liberación de los rehenes en poder de las FARC, aseguró Juan Carlos Lecompte, esposo de la ex candidata presidencial colombiana Ingrid Betancourt, atrapada por el grupo guerrillero en 2002.
El ministro interino de Relaciones Exteriores de Chile, Alberto Van Klaveren, dijo que la presidenta apoya todas las iniciativas de carácter humanitario que permitan lograr la libertad de los secuestrados en poder de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia).
Lecompte arribó el lunes a Santiago invitado por el recién creado Partido Ecologista de Chile y este martes se reunió con Bachelet en el Palacio de La Moneda, la sede del gobierno.
Durante la reunión de 40 minutos, Lecompte detalló a la presidenta chilena las cuatro formas en las que a su juicio puede ayudar en el proceso de liberación de su esposa y los demás rehenes civiles y prisioneros de guerra de las FARC.
"La primera es apoyar el canje humanitario que desde hace años estamos tratando de llevar a cabo, que tiene un cuello de botella: la negativa del presidente colombiano Álvaro Uribe a desmilitarizar la zona exigida por la guerrilla", dijo Lecompte a IPS.
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El canje humanitario, reclamado por la guerrilla, supone el intercambio de unos 40 rehenes civiles y prisioneros de guerra (soldados y policías) en poder de las FARC por varios cientos de insurgentes presos, lo que se pactaría y se llevaría a cabo en una zona sin presencia militar.
La segunda opción es respaldar la propuesta que su esposa, quien también tiene nacionalidad francesa, y Luis Eladio Pérez, uno de los cuatro parlamentarios liberados por las FARC el 27 de febrero, idearon en cautiverio, cuyo contenido no ha sido revelado.
"Uribe ya le dio su beneplácito (a esa iniciativa) y este martes Pérez se la presentó al presidente francés Nicolas Sarkozy", aseguró Lecompte. "Si se decide mantenerla en reserva, la presidenta Bachelet accedió a recibir a Luis Eladio para que le informe sobre ella", agregó.
La tercera alternativa es apoyar las gestiones que realiza el presidente venezolano Hugo Chávez, quien consiguió que la guerrilla liberara a seis secuestrados este año. La cuarta es proponer una solución nueva, ideada por el gobierno de Chile, dijo Lecompte, quien retornará a Colombia este viernes, para luego dirigirse a Francia.
"La presidenta me dijo que iba a estudiar las diferentes alternativas, pero me garantizó que se iba a poner a trabajar de lleno para buscar una solución rápida y eficaz para la liberación de los secuestrados", enfatizó. Lecompte calificó a Bachelet como una persona "muy humana, cálida, cordial y comprensiva. Sentí que hizo un compromiso de corazón, que su compromiso es de verdad".
A su juicio, la historia de Bachelet, quien fue apresada y torturada por la dictadura militar del fallecido general Augusto Pinochet (1973-1990), le da "autoridad moral para intervenir" en las gestiones para la liberación de los rehenes de las FARC.
"La presidenta expresó su apoyo a todas las iniciativas de carácter humanitario que se realicen y reiteró la disposición del gobierno de apoyar todos los esfuerzos que se hagan para la liberación de los secuestrados en Colombia", señaló Van Klaveren a la salida del encuentro.
Asimismo, hizo un llamado a la guerrilla para que libere "incondicionalmente" a Betancourt y a los demás rehenes. Agregó que el gobierno chileno condena la práctica del secuestro, "que es una violación muy flagrante de los derechos humanos, una forma repudiable de tortura".
Lecompte está convencido de que el ataque de las fuerzas armadas colombianas a un campamento de las FARC en Ecuador, perpetrado el pasado 1 de marzo, frustró la liberación de su esposa.
En el operativo militar murieron 25 personas, entre ellas "Raúl Reyes", uno de los siete miembros del secretariado del Estado Mayor de las FARC.
La muerte de "Reyes" fue un "percance mayor", dijo Lecompte. Si no hubiera ocurrido, el 14 ó 15 de este mes habrían sido liberados 12 rehenes, entre ellos Betancourt, aseguró.
La violación de la soberanía ecuatoriana provocó una grave crisis diplomática entre Bogotá y Quito, en la que Caracas y Managua cerraron filas con Ecuador. El conflicto, durante el cual el presidente venezolano Hugo Chávez agitó el fantasma de una guerra regional, se solucionó en la última cumbre del Grupo de Río, celebrada el 7 de este mes en República Dominicana.
Este martes, tras una maratónica reunión, los cancilleres de los países que integran la Organización de los Estados Americanos, emitieron una resolución rechazando "la incursión militar de Colombia".
Lecompte señaló que el grave estado de salud de Betancourt, quien padecería una enfermedad hepática crónica, obliga a actuar lo más rápido posible.
Chávez "es la única persona en el mundo que la guerrilla oye y respeta" y por ello es "la persona idónea para resolver el problema. Él ha mostrado resultados concretos", subrayó.
En cambio, Lecompte criticó a Uribe, quien ha optado por la vía armada poniendo en peligro la vida de los rehenes, dijo.
A pedido de Uribe, Chávez y la senadora opositora colombiana Piedad Córdoba iniciaron en agosto de 2007 gestiones para lograr un acuerdo humanitario, mediación que fue cancelada en noviembre por el presidente colombiano.
El 10 de enero las FARC liberaron a Clara Rojas, compañera de fórmula de Betancourt, y a la ex parlamentaria Consuelo González de Perdomo. A ellas se sumaron el 27 de febrero cuatro ex parlamentarios: Gloria Polanco, Luis Eladio Pérez, Orlando Beltrán y Jorge Eduardo Gechem.
Tras la reunión con Bachelet, Lecompte tiene programadas citas con el candidato presidencial del partido opositor y derechista Renovación Nacional, Sebastián Piñera, el presidente del Senado, Adolfo Zaldívar, y el intendente de la Región Metropolitana de Santiago, Álvaro Erazo.