CHINA: Antorcha del boicot olímpico arranca desde Australia

La represión en China a tibetanos, musulmanes de la comunidad uyghur y miembros de la comunidad religiosa Falun Gong da origen a llamados al boicot de los Juegos Olímpicos de Beijing desde Australia, la gran potencia deportiva de Oceanía.

"El régimen comunista de China es uno de los peores violadores de los derechos humanos del mundo. Participando en las olimpiadas podríamos convertirnos en cómplices", dijo el senador Andrew Bartlett, del partido Demócratas Australianos, a la radio ABC.

Bartlett emitió su llamado al boicot mientras circulan versiones sobre las medidas de seguridad lanzadas por la policía y las fuerzas armadas chinas en Tíbet, que incluyen registros domiciliarios y arrestos a granel.

Mientras, el gobierno del primer ministro Kevin Rudd, del centroizquierdista Partido Laborista, anunció que no considera la opción del boicot, aunque pidió formalmente a las autoridades chinas permiso para que sus representantes diplomáticos visiten Tíbet.

Entre quienes rechazan los llamados al boicot también figuran los atletas que participarán en el torneo, el Comité Olímpico Australiano y el ex primer ministro Malcolm Fraser, del derechista y conservador Partido Liberal, quien en 1980 apoyó como jefe de gobierno los Juegos Olímpicos de Moscú.
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Docenas de personas murieron en la represión a las manifestaciones y los choques con las fuerzas de seguridad que se han suscitado en la Región Autónoma de Tíbet desde el 10 de este mes, 49 aniversario de la fallida rebelión contra el dominio chino.

Mientras los medios de comunicación de todo el mundo se concentran en Tíbet, también surgen llamados de organizaciones que luchan por los derechos humanos en otras regiones de China o controladas por la potencia asiática.

Damian Rachmat, ex presidente de la Asociación Australiana pro Turkistán Oriental (ETAA, por sus siglas en inglés), dijo a IPS que este país debería boicotear los Juegos Olímpicos. "La situación de los derechos humanos es muy problemática en China, en Tíbet y en Turkistán", dijo.

La ETAA lucha por la independencia de Turkistán, para la instauración allí de un régimen democrático y de respeto por los derechos humanos. China se refiere a esa área de mayoría musulmana, ubicada en el extremo occidental del país, en Asia central, como Región Autónoma de Xinjiang

Según la ETAA, la población en Turkistán Oriental de la etnia han, mayoritaria en China, creció de seis por ciento del total en 1949 a cuarenta por ciento en la actualidad, en lo que Rachmat describe como una política de "asimilación étnica".

La participación en los Juegos Olímpicos de Australia constituiría un respaldo a esta política, agregó. Este país obtuvo 49 medallas en los de Atenas, celebrados en 2004, y albergó los de Sydney en 2000.

El gobierno chino quiere eliminar a la comunidad étnica uyghures, mayoritaria en Turkistán Oriental, dijo la presidenta del Congreso Mundial Uyghur, Rebiya Kadeer, a la cadena australiana de televisión SBS.

"Destruyen nuestras creencias y nos arrastran hacia la inmoralidad. Hostigan, encarcelan y ejecutan a escritores e intelectuales uyghures que se manifiestan contra el gobierno chino. Los llaman separatistas o terroristas y los eliminan poco a poco", aseguró Kadeer en una reciente visita a Australia.

Informes oficiales de un supuesto "ataque terrorista" uyghur —el secuestro abortado este mes de un avión en Urumqi, capital de Xinjiang— fueron falsedades urdidas para justificar una nueva ola represiva, según la dirigente.

La situación en Turkistán Oriental empeora, aseguró Rachmat. "El año pasado, dijeron haber encontrado algunos terroristas. En enero de 2007, informaron que habían matado a 18, y este mes indicaron que mataron a dos", dijo a IPS.

La represión no se refiere solo a las regiones de Tíbet y Turkistán: los creyentes de la religión Falun Gong —también conocida como Falun Dafa— son objeto de una intensa persecución.

"Supimos la semana pasada que hubo un par de cientos de arrestos" de creyentes en esa fe, dijo Michael Pearson-Smith, de la Asociación Falun Dafa de la australiana provincia de Victoria (FDAV).

El relator especial de las Naciones Unidas contra la Tortura, Manfred Nowak, condenó el año pasado a China por su práctica de extraer órganos para transplantes de feligreses vivos de Falun Gong.

"Gran cantidad" de creyentes sufrieron esa práctica, indicó Nowak en un informe.

De todos modos, la FDAV no ha tomado una posición sobre el boicot. "Siempre dijimos que no somos una organización política y que no nos involucraremos en tales actividades", afirmó. "Algunos ven nuestra actividad como política, y otros como una cuestión de derechos humanos."

El primer ministro Kevin Rudd prevé viajar a fines de este mes a China. Mientras, el canciller Stephen Smith pidió "calma y contención a todas las partes" en el conflicto en Tíbet.

"No es función del Comité Olímpico Internacional atender asuntos como los derechos humanos o cuestiones políticas, que son consideradas de manera más adecuada por gobiernos u organizaciones especializadas", dijo John Coates, presidente del Comité Olímpico Australiano.

El senador Bartlett sostuvo en una sesión parlamentaria: "Si los Juegos Olímpicos fueran en algún lugar como Zimbabwe, todos decidiríamos boicotearlos en un instante. Pero ahora se trata de la políticamente poderosa China."

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