La publicación del libro del obispo José Antonio Pagola titulado «Jesús. Aproximación histórica», que reivindica el sentir humano del fundador del cristianismo, suscita una reacción crítica de la cúpula de la Iglesia Católica, que puede expresarse en una declaración de censura en los próximos días.
El reconocido teólogo Pagola ha sintetizado este miércoles su pensamiento al decir que "Dios no lo llama (a Jesús) a dominar el mundo como el emperador de Roma, sino a servir a quienes viven oprimidos. No será un Mesías dominador sino servidor. El reino de Dios no se impone con poder, se ofrece con amor".
Por eso subraya que "la Iglesia tiene que ahuyentar hoy todas las tentaciones de poder, gloria o dominación, gritando con Jesús: "¡Vete, Satanás!". El poder mundano es una oferta diabólica. Cuando los cristianos lo buscamos nos alejamos de Jesús."
La Congregación para la Doctrina de la Fe (ex Santo Oficio de la Inquisición) prepara "una notificación de censura" sobre el libro, que ya lleva vendidos más de 40.000 ejemplares desde su publicación a comienzos de diciembre, indicó el ex senador socialista Juan González Bedoya, considerado el periodista más experto en temas religiosos y redactor desde hace 26 años del diario madrileño El País.
Pagola entiende, y así lo desarrolla en su libro, que "una cosa es el Jesús histórico y otra el Cristo de la Fe", que Jesús aún es desconocido y que el estudio interdisciplinario, que él impulsa, "está ayudando a descubrirlo con unos matices insospechados".
En una nota contestando a las críticas, explica que Jesús "vive a Dios" como "amigo de la vida, que se interesa más por la vida dichosa y digna de las personas que por el culto, la religión o el sábado; un Dios que busca a los perdidos, no condenándolos desde lejos, sino buscándoles desde cerca; un Dios que es feliz cuando nos ve felices a nosotros".
"Me impresiona mucho cómo contempla Jesús a Dios: nunca lo ve desentendido de su proyecto de transformación de la humanidad", añadió.
El teólogo no atiende preguntas de la prensa desde que lo criticó un miembro de la CDF, el también obispo Demetrio Fernández González, pero previamente declaró que "hay tantas personas decepcionadas ante el cristianismo real que conocen y que se han distanciado de la Iglesia".
Para revertir eso se requiere una mejor y más auténtica visión de Jesús, sostiene, pensando en los últimos, o sea en el sector más bajo de la sociedad, los pobres.
"Jesús tenía el corazón y la mirada puestos en ellos pienso, por ejemplo, en enfermos crónicos, discapacitados, hambrientos del mundo, mujeres maltratadas, en las prostitutas", a los que considera "olvidados por la Iglesia", comentó Pagola.
Su conclusión es que, "si Jesús atrae y la Iglesia no, parece claro que la Iglesia atraerá cuando se parezca más a Jesús, cuando nuestras actitudes, nuestro lenguaje y, sobre todo, nuestro corazón, se parezcan un poco más al de Jesús. Sólo atraerá una Iglesia capaz de mostrar un rostro más claro, más sencillo, más accesible, más limpio de Jesús".
Eso, porque "la compasión por el hombre y la mujer de hoy es quizá lo único que puede hacer a la Iglesia más humana y más creíble. Por eso, la Iglesia más fiel a Jesús es probablemente ese ejército de cristianos y cristianas que gastan su vida al servicio de gentes marginadas, olvidadas o humilladas".
Por esa razón en su libro analiza: "¿Qué actitud adoptó Jesús frente a los ricos de su tiempo? ¿a qué personas se acercó de manera preferente? ¿Cómo reaccionaba ante el sufrimiento?" y en la entrevista recuerda que aprendió más el Evangelio con su "ama" en la cocina de casa que de los catedráticos de Roma y Jerusalén.
El obispo Fernández González afirmó el 24 de enero que "el Jesús de Pagola no es el Jesús de la fe de la Iglesia" y que ese libro "puede hacer tanto daño a nuestros fieles, sobre todo a los más sencillos".
Añadió que Pagola reduce a Jesucristo a ser "un hombre excepcional, pero que no es Dios consubstancial al Padre", dejándose "llevar por prejuicios y a priori".
Según Fernández González, "la muerte no es un accidente en la historia de Jesús, es el momento supremo de la glorificación por parte del Padre, que culminará en la resurrección, tras entregar su vida para el perdón de los pecados. Para Pagola, Jesús es un terapeuta que acoge al hombre pecador".
Concluye afirmando que en la obra de Pagola "asoma la tentación arriana (que niega la Trinidad), que ha recorrido la historia del cristianismo reduciendo a Jesucristo a un hombre excepcional, pero que no es Dios consubstancial al Padre".
Según otro sacerdote, Luis J. Argüello, vicario pastoral de Valladolid, la cuestión central del libro es responder a la pregunta ¿Quién es Jesús? Y la respuesta que da es que Jesús "no aparece como Dios al encuentro del hombre, sino el hombre que busca a Dios, no reclama que crean en Él sino en su modo de creer en Dios como Padre compasivo. Realiza curaciones, que no milagros".
El jesuita Ignacio Arregi, ex director de la corresponsalía en España de la Radio Vaticana, afirmó que el ataque público de "un obispo a un sacerdote de la talla espiritual y científica de Pagola no sólo es inoportuno y ofensivo, sino que se contradice con el espíritu de diálogo y caridad fraterna que debe brillar sobre todo en las altas esferas de la Iglesia."
Otro sacerdote, José María Castillo, quien a los 78 años de edad dejó a los jesuitas de los que formaba parte, también defiende a Pagola y lo hizo enviándole una carta para expresarle su "profunda gratitud y reconocimiento" por el libro, que "hace una presentación muy seria, muy profunda y bien documentada de lo que Jesús representa para nosotros".
Adiciona que "los teólogos de la Conferencia Episcopal te han atacado utilizando mentiras que constituyen difamaciones y calumnias".
"Pero sabemos que la difamación y la calumnia son delitos en el ordenamiento jurídico español, pero lo más triste del caso es que los mencionados teólogos hacen eso con conciencia de impunidad y porque saben que pueden decir lo que les conviene, lo que a ti te desprestigia, pero que, a pesar de todo eso, a ellos no les va a pasar nada", agregó.
Y culminó diciendo que, "si la Iglesia Católica, como a hijos suyos no nos defiende, apelaremos a que la justicia ordinaria nos defienda como ciudadanos que somos".
Esta polémica entre quienes defienden al Jesús de los pobres y los que pasan de ello, se produce en momentos muy críticos en España, en plena campaña electoral para las elecciones generales del 9 de marzo y respecto a las cuales la Conferencia Episcopal emitió un comunicado llamando (indirectamente) a votar por el centroderechista Partido Popular (PP).
Esta agrupación opositora es ubicada por las encuestas entre tres y cuatro puntos porcentuales de intención de voto por debajo del gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE).