La Unión Europea (UE) planea permitir que la policía analice datos de solicitantes de asilo, pero preocupa que las víctimas de persecución sean tratadas como presuntos delincuentes.
Durante 2007, la mayoría de los 27 gobiernos de la UE coincidieron en que la policía y otras autoridades deberían tener acceso a Eurodac, base de datos que almacena las huellas digitales de postulantes al asilo político.
Un documento discutido por los diplomáticos del bloque recomendó que esto se implemente "a fin de lograr plenamente el objetivo de mejorar la seguridad y potenciar la lucha contra el terrorismo".
Aunque la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE, fue urgida a presentar una propuesta formal en esta materia a la brevedad posible, sus funcionarios cuestionaron el pedido.
La presidenta de un departamento de la Comisión que maneja asuntos vinculados al asilo, Angela Martini, admitió el 31 de enero que la idea genera "algunas dudas" entre sus colegas.
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Dirigiéndose a los miembros del Parlamento Europeo, Martini señaló que varios temas son examinados antes de se haga cualquier propuesta. Estos tienen que ver con la protección de datos, la posible "estigmatización de solicitantes de asilo" y el valor de darle a la policía acceso a esta información, agregó.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) sugirió que la medida en discusión tiene el potencial de fomentar la hostilidad hacia las personas que buscan asilo.
"Esto podría ser peligroso en un momento en que la xenofobia y el racismo están en alza en algunos estados miembro" de la UE, dijo a IPS el portavoz de Acnur Gilles Van Moortel.
En el marco de normas aprobadas por los gobiernos del bloque en 2000, se toman huellas dactilares de cada solicitante de asilo mayor de 14 años que ingresa a la UE. Luego se las transmite para su almacenamiento en una base de datos ubicada en Bruselas.
Esa base, administrada por la Comisión Europea, se usa para establecer si alguien que pide asilo en un país de la UE ya presentó una postulación previa en otro.
Acnur cree que abrir la base de datos a la policía iría contra el espíritu de la Convención de Refugiados de 1951, piedra angular del derecho internacional en materia de asilo político.
Ese documento estipula que nadie debería ser devuelto a un país donde teme ser perseguido.
Si la policía dentro de la UE puede acceder a Eurodac, existe el riesgo de que pueda transmitir esa información a sus contrapartes en el país de origen del solicitante de asilo, lo que podría poner en peligro la seguridad de esa persona, observó Van Moortel.
También sugirió que la medida que se contempla podría tener consecuencias sanitarias adversas. Entre los solicitantes de asilo hay personas cuyos derechos han sido abusados por la policía en los países de los que proceden, señaló. Como resultado, pueden ser víctimas de daños psicológicos si luego se los trata como presuntos delincuentes en un país en el que buscan protección.
"Tenemos que recordar que postularse a la protección no es y nunca será un delito", sostuvo Bjarte Vandvik, secretario general del Consejo Europeo sobre Refugiados y Exiliados.
Aunque muchos de los perpetradores de las peores atrocidades de los últimos tiempos en Europa occidental —como los atentados con explosivos en Londres, el 7 de julio de 2005— nacieron en la propia UE, algunos políticos han creado la impresión de que quienes buscan asilo plantean una amenaza.
"El acto no delictivo, internacionalmente reconocido y perfectamente comprensible de postularse para el asilo cada vez es más visto en conexión con amenazas a la seguridad en Europa. Pero hay muy poca evidencia para vincular estas cosas", afirmó Vandvik.
La europarlamentaria liberal británica Sarah Ludford dijo haber recibido garantías del comisario europeo para la Justicia, Franco Frattini, en cuanto a que los oficiales de policía solamente tendrían acceso a Eurodac "en casos bien definidos, donde hay una preponderante preocupación de seguridad".
Sin embargo, Ludford se negó a aceptar esta garantía. "Hay problemas con Eurodac y habrá muchos más cuando se lo use con fines policiales, y no será el menor el peligro de estigmatizar a los solicitantes de asilo como delincuentes", agregó.
En un informe emitido en junio del año pasado, la Comisión determinó algunas debilidades en el funcionamiento del sistema.
Por ejemplo, datos que debían haberse borrado cuando la persona que había pedido asilo obtenía la ciudadanía de un estado miembro de la UE.
"Desafortunadamente, esa eliminación no se hace automáticamente, porque el estado miembro que introdujo los datos no está al tanto del cambio de estatus", señala el informe.
Pese a que organizaciones de extrema derecha denuncian que los extranjeros están "inundando" Europa, el reporte de la Comisión también indica que cada vez hay menos pedidos de asilo.
En 2003 se registraron las huellas digitales de casi 240.000 solicitantes de esta protección. Pero esta cifra cayó a 187.000 en 2005, pese a que los integrantes de la UE habían aumentado de 15 a 25 países ese año.