ELECCIONES-ESPAÑA: Bajo amenaza de ETA

La campaña para las elecciones del 9 de marzo en España comenzará oficialmente esta medianoche, ante lo cual el alerta antiterrorista se activará al máximo debido al temor de atentados por parte del grupo separatista vasco ETA.

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, indicó por Televisión Española que las medidas implican el aumento de la vigilancia general, con preferente atención y protección de las sedes partidarias, de lugares en los que se celebren actos, en las estaciones de ferrocarril y en aeropuertos, así como en grandes superficies comerciales y edificios públicos y emblemáticos.

"Aunque la banda terrorista (Euskadi ta Askatasuna, Patria Vasca y Libertad en lengua vascuence) está débil, más débil que nunca, de aquí a las elecciones van a intentar cometer un atentado y nuestra obligación es evitarlo por todos los medios", manifestó.

Pérez Rubalcaba entiende que esa debilidad está motivada por las numerosas detenciones de dirigentes y miembros del grupo terrorista llevada a cabo en los últimos años y, muy en especial, "a la actuación muy seria de la policía y de la Guardia Civil y a la cooperación con Francia, que está en mejor momento que nunca".

El 9 de marzo se celebrarán en España dos procesos electorales. Por una parte las generales que decidirán si sigue gobernando el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) o toma la posta el centroderechista Partido Popular, que lidera desde hace cuatro años la oposición. La otra instancia comicial es en Andalucía, donde los dos mismos partidos se disputan el liderazgo.

La precampaña ha sido larga y enconada entre los dos grandes partidos, acompañados por la Izquierda Unida (la coalición de comunistas y verdes), por las formaciones nacionalistas de Cataluña, País Vasco, Galicia y Canarias y otros grupos minoritarios, pero que han tenido y previsiblemente tendrán su importancia en el futuro.

Es que estas agrupaciones con menos caudal de votos que el PSOE y el PP pueden resultar clave en el parlamento, ya que según todas las encuestas apuntan a que no habrá mayorías absolutas y quien pretenda llegar al gobierno necesitará del apoyo de estas minorías.

Las acciones proselitistas han estado muy personalizada en el actual jefe del gobierno español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, y en el líder del PP, Mariano Rajoy, de hecho los únicos candidatos con posibilidades reales de ganar.

En tanto en Andalucía, la región con más cantidad de habitantes de España y la de mayor caudal de adherentes socialistas al punto de que suele ser llamada "el granero del PSOE", también el 9 de marzo se determinará en las urnas si sigue gobernando Manuel Chaves, el presidente del PSOE y ganador de los cinco comicios anteriores, o si lo reemplaza Javier Arenas, del PP.

Zapatero presta tanta atención a esta región que decidió abrir la campaña oficialmente esta medianoche en una de sus provincias, Cádiz, acompañado de Chaves y de otros dirigentes de esta comunidad autónoma del sur de España.

Rajoy, por su parte, lo hará en Madrid, ciudad y región central del mismo nombre que en los primeros años de transición de la dictadura de Francisco Franco (1939-1975) a la democracia fueron gobernadas por socialistas y que en las últimas décadas pasaron a mano del PP, que obtuvieron sus gobiernos al lograr mayorías absolutas en los parlamentos respectivos.

La economía ha tenido incidencia en las últimas semanas y la tendrá también en la campaña hasta el 9 de marzo a juzgar por lo que se ha dicho en los actos y en el primer gran debate que enfrentó este jueves en un canal privado de televisión al vicepresidente segundo del gobierno y ministro del área, Pedro Solbes, con Manuel Pizarro, ex presidente de la firma energética Endesa.

Pizarro ingresó al Partido Popular para hacerse cargo de la economía en caso de que ese partido vuelva al gobierno. Otros asuntos que han centralizado la discusión son los extranjeros indocumentados, que ya levantó gran polémica después del anuncio que hizo Rajoy de que, si gana las elecciones, establecerá un "contrato de integración de inmigrantes".

Esa propuesta, a juicio de los socialistas y de la mayoría de los restantes sectores políticos, trata de poner dificultades a los inmigrantes procedentes de Iberoamérica, del norte de África y de los países de Europa oriental.

También la lucha antiterrorista estará presente en estos 15 días de campaña, tras la repetida afirmación de lo dirigentes del PP de que, si los socialistas continúan en el gobierno, negociarán nuevamente con ETA, como hicieron antes del atentado de diciembre de 2006 en la Terminal 4 del aeropuerto madrileño de Barajas, que costó la vida a dos inmigrantes ecuatorianos.

Esta presunta negociación fue negada rotundamente por el ministro Pérez Rubalcaba, al anunciar que se activaría al máximo la alarma antiterrorista.

Pérez Rubalcaba recordó que todos los presidentes de España desde la recuperación de la democracia negociaron con el grupo terrorista en busca de su disolución. Así lo hicieron el conservador Adolfo Suárez (1976-1981), el socialista Felipe González (1982-1996) y el centroderechista José María Aznar (1996-2004).

"Mintiendo sobre ETA tuvieron que salir del gobierno y mintiendo se van a quedar en la oposición", añadió el funcionario de Zapatero.

Todo indica, entonces, que la campaña dialéctica, como decíamos, va arreciar a partir de las 12 de esa noche, hora local.

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