Una misión de alto nivel de Angola desea atraer inversores portugueses hacia nuevas oportunidades de negocios que emanan de la estabilidad en esa ex colonia lusa africana, una de las economías de mayor crecimiento en el mundo. Pero el capital extranjero debe olvidarse del lucro fácil.
Aguinaldo Jaime, adjunto del primer ministro de Angola, encabezó la misión que se multiplicó en actividades durante la visita de una semana que concluyó en la víspera, no dejó de advertir que el capital extranjero es bienvenido, pero sólo podrán tener éxito las empresas que transfieran tecnología y centros de decisión a la nación luso-africana.
Jaime, número dos del primer ministro Fernando da Piedade Dias dos Santos, recomendó las sociedades mixtas con empresarios locales como "la mejor vía" para la inversión externa, que de esa forma puede contribuir a la mejoría de las condiciones de vida de la población, en lugar de "conseguir lucros rápidos y repatriar capitales".
A pesar de ser considerado por los analistas económicos lusos uno de los miembros del gobierno angoleño más receptivos al capital portugués, Jaime no dejó por eso de denunciar en varias ocasiones durante el periplo que "la postura casi vergonzosa de aquellos, que tal vez porque no creen en Angola, no transfieren tecnología ni centros de decisión".
Esta actitud "está condenada a plazo" y en esta nueva etapa que se abre, "es necesario que seamos francos en nuestra asociación, mantener el corazón abierto", sentenció Jaime ante unos 200 empresarios portugueses que repletaban la platea de la Asociación Comercial de Lisboa (ACL).
Aunque ya no son obligatorias por ley las asociaciones con empresarios locales, en la conferencia titulada "La internacionalización de la economía angoleña: desafíos y oportunidades", pronunciada en la ACL, se recomendó las sociedades mixtas como "la mejor vía" para los inversores y la que da una señal positiva para mejorar las precarias condiciones de vida de la población.
El empresario Manuel de Paula Calçada, quien nació en 1962, en la todavía provincia de ultramar portuguesa de Angola, dijo a IPS que en 2006 visitó su tierra natal debido a "a las grandes oportunidades de inversiones en diversas áreas, ahora mucho más facilitadas", en especial "para quienes pensamos asociarnos con angoleños".
Calçada admitió que una empresa extranjera interesada en realizar actividades en Angola "debe tener muy en cuenta que las infraestructuras reflejan hoy cuatro décadas de guerras", lo cual se traduce en "muchas dificultades en los sistemas básicos, tales como electricidad y abastecimiento de agua, esenciales para llevar a cabo un proyecto".
En efecto, tal como señaló el ministro Jaime, no es una imposición legal asociarse con locales, "pero es recomendable hacerlo", apuntó el empresario, porque de esa manera el registro de actividades, pasa a ser "mucho más simple".
Angola, de 1,25 millones de kilómetros cuadrados y 14 millones de habitantes, "es un país de vastas oportunidades, donde prácticamente todo debe ser reconstruido y ser levantado de las cenizas de la guerra, lo cual se traduce en un enorme crecimiento económico, que el año pasado superó 27 por ciento", recordó Calçada al concluir su diálogo con IPS. "Angola continuará viviendo en un futuro de estabilidad política", garantizó Jaime ante la persistente interrogante de los empresarios extranjeros sobre las condiciones de inversión en ese país de África austral, escenario de 40 años de violencia, divididos en los 13 años de lucha de emancipación de Portugal en 1974 y luego en la guerra civil que finalizó en 2002.
A este respecto, recordó que tras la muerte en combate en febrero de 2002 de Jonas Savimbi, el líder de la entonces rebelde Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (Unita), y de los consecuentes acuerdos de paz de Luena ese mismo año, se pedía en las cúpulas de la gobernante Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA) "la decapitación de la Unita".
No obstante el triunfo militar, fue el presidente José Eduardo dos Santos quién impuso un acuerdo para integrar a los rebeldes en el circuito democrático "una prueba de magnanimidad que no es muy común", recordó. En la actualidad, el parlamento angoleño está integrado por el mayoritario MPLA, con 129 lugares, y la Unita con 70 asientos, además de varios partidos minoritarios con representación poco relevante.
Lograda la paz y con el sistema parlamentario en pleno funcionamiento, Jaime vaticinó "un futuro radiante para la economía y para el país", presidido por Dos Santos, a quien describió como "un obrero de la paz y la reconciliación".
Precisó también algunas conquistas a nivel macroeconómico, realzando entre ellas a la estabilidad cambiaria, el equilibrio de las cuentas públicas, la merma de las tasas de interés y la estabilización de la inflación que se fijó en cerca de 10 por ciento.
En diversas ocasiones durante su visita a Portugal, Jaime tranquilizó a los empresarios lusos respecto a la creciente presencia de China en su país.
China "no debe ser una preocupación" para los inversores portugueses o de otros países, ya que en Angola "hay un manantial muy grande de oportunidades y nadie debe tener miedo de la competencia", sostuvo.
Consultado durante la conferencia en la ACL por el profesor universitario de Miguel Beleza, sobre la excesiva dependencia del petróleo, Jaime se confesó bastante tranquilo con el ritmo de crecimiento de las actividades económicas no extractivas.
Citó el recientemente creado Banco de Desarrollo de Angola, que maneja un fondo destinado a proyectos sociales, alimentado con cinco por ciento de los ingresos petrolíferos del país.
"El petróleo no es una riqueza infinita, un día deja de existir, además de que los precios no se van a mantener en el nivel actual", sentenció.
Respecto de los reiterados exhortos del primer ministro portugués, José Sócrates, a naciones lusófonas con economías fuertes tales como Brasil y Angola para invertir en su país, Jaime dijo en una entrevista el lunes a Jornal de Negocios, de Lisboa, que se recogió el guante del desafío con la presencia de la petrolera angoleña Sonangol en Portugal.
"La entrada de Sonangol en Portugal es una respuesta al reto de Sócrates", expresó en la citada entrevista, donde también identificó a la empresa Angola Telecom como "un buen asociado que reúne condiciones para internacionalizarse".
En efecto, además de la nacional Galp y de las conocidas BP inglesa, la anglo-holandesa Shell, la francesa Total, la española Repsol, la italiana Agip o la estadounidense ExxonMobil, los portugueses pueden optar por Sonangol, que compite codo a codo con estas grandes firmas trasnacionales en la oferta de combustible en autopistas y carreteras de todo el país.