El sexto aniversario de la captura por parte de las FARC de Ingrid Betancourt, ex candidata a la presidencia de Colombia, presenta una enorme diferencia respecto de otros marcados por el estancamiento en su situación, sin señales de posible liberación. «Hoy hay esperanza», dijo a IPS su esposo Juan Carlos Lecompte.
Betancourt, de nacionalidad colombo-francesa, fue tomada de rehén el 23 de febrero de 2002 por la guerrilla campesina de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), surgida en 1964.
"En años pasados no ocurría nada. Era una incertidumbre total". Pero la parálisis terminó "debido a la internacionalización del problema", añadió Lecompte.
Este aniversario del secuestro de Betancourt pasa bajo el signo de una tensa expectativa debido a que el gobierno de Colombia afirmó conocer el lugar donde estarían cuatro rehenes a punto de ser liberados unilateralmente por las FARC, tras la gestión del presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
Lecompte y su suegra, Yolanda Pulecio, así como otros 15 familiares de los entre 40 y 45 políticos, militares y policías que mantienen las FARC en su poder, se entrevistaron el jueves con el canciller de Francia, Bernard Kouchner, quien esta semana visitó Venezuela y Colombia.
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Las FARC exigen por la libertad del grupo un acuerdo que permita excarcelar entre 400 y 500 guerrilleros. Entre los cautivos de la guerrilla están tres estadounidenses que trabajaban para el Plan Colombia, de contrainsurgencia y antidrogas financiado y dirigido por Washington.
En Estados Unidos, a su vez, están presos dos guerrilleros, cuya extradición fue otorgada por el derechista presidente colombiano Álvaro Uribe.
"Le agradezco al gobierno francés estar siempre al lado de nosotros y apoyarnos. Sin ellos estaríamos muy solos, la verdad", señaló Lecompte. Francia lidera, junto con Suiza, el "grupo de países amigos" que busca el acuerdo entre las partes.
Últimamente, las FARC excluyeron de dicho grupo a España. Acepta las gestiones internacionales, pero busca negociar directamente un acuerdo con el gobierno colombiano, que éste evade hasta el momento.
Tras su reunión con Uribe, Kouchner indicó que trató el tema del rescate por la fuerza y otras medidas de presión militar que Uribe prioriza por encima de la negociación.
Kouchner dijo que recomendó "al presidente Uribe contenerse, y lo entendió perfectamente". Las FARC hasta ahora han cumplido su palabra de ejecutar a los cautivos en anteriores episodios de presión militar.
En rueda de prensa en Bogotá, Kouchner reafirmó que "los acuerdos humanitarios son posibles, y por lo tanto nos empeñamos en conseguirlo. Trabajamos con el gobierno colombiano para que esas liberaciones se vayan multiplicando lo más rápidamente" posible.
"La urgencia es grande", dijo Kouchner, debido al estado de salud de varios rehenes, incluida la propia Betancourt, cuya prueba de supervivencia gestionada por Chávez en noviembre, aunque interceptada por el gobierno Uribe, muestran su derrota física ante las extremas condiciones de cautiverio a la intemperie en la selva. Uribe rechazó la propuesta de Kouchner de incluir a Venezuela en el nuevo grupo de "países amigos" que se conforma por iniciativa de su país y de Brasil.
A mediados de agosto, el mandatario de Colombia aceptó la mediación de Chávez, pero la rompió unilateralmente el 21 de noviembre y con ello provocó una grave crisis diplomática entre los dos países fronterizos.
Con todo, Chávez ha logrado la libertad unilateral de las políticas Consuelo González y Clara Rojas, el 10 de enero. Por gestión suya también se adelanta el proceso, ahora en posible riesgo, de liberar a los también políticos Gloria Polanco, Luis Eladio Pérez, Orlando Beltrán y posiblemente a Jorge Eduardo Gechem.
Las liberaciones unilaterales de civiles por parte de las FARC han sido acompañadas por la polémica declaratoria de Chávez, a mediados de enero, de dar el estatus de beligerancia a esta guerrilla colombiana, que figura en listas negras internacionales como "terroristas".
La discusión sobre beligerancia se ha centrado en si las FARC deben acatar primero el derecho internacional humanitario para merecer ese reconocimiento o si se les da ese estatus al tiempo que éstas avanzan en el cumplimiento de esa normativa, como es la posición de Chávez.
Lecompte no se mete en esa discusión. "Mi problema son los secuestrados y el campo humanitario Esperemos que estas liberaciones se sigan dando y que la siguiente entrega que se dé, ojalá sean Ingrid y los demás".
"La intervención de la senadora (colombiana) Piedad Córdoba y del presidente Hugo Chávez ha sido fundamental", añadió, posición que comparten todas las demás familias, a pesar de la fuerte polarización en Colombia contra ambos mediadores, a partir de los agrios enfrentamientos entre los dos presidentes.
Ha sido fundamental "también la entrega y compromiso que desde un comienzo Francia nos ha dado. Y ahora, con la llegada al poder de (Nicolas) Sarkozy, éste le ha dado más fuerza y contenido. Entre Francia y Venezuela están nuestros principales aliados", opina Lecompte.
"Todos los familiares, todos sin excepción, también las madres de los soldados y policías, hemos hecho un trabajo duro en divulgar el drama, en conseguir ayudas y solidaridades en todo el mundo. En eso se nos va la vida", dijo Lecompte, quien el martes llegó a Colombia procedente de España y en marzo viajará a Chile.
En su discurso de posesión el año pasado, el presidente francés advirtió que la liberación de Betancourt estaría entre sus prioridades.
A fines de junio se conoció la trágica muerte de 11 rehenes, todos ex diputados regionales que perecieron en circunstancias aún no aclaradas. Según las FARC, los secuestrados fueron abatidos el 18 de ese mes en medio del "fuego cruzado" con una fuerza militar que la guerrilla no identificó.
Esa tragedia conmovió al mundo, pero, por fin, a la propia Colombia, cuya opinión pública aparentaba letargo tras decenios de guerra. El 5 de julio y el 4 de febrero, los colombianos realizaron marchas masivas contra el secuestro y las FARC. "Hay muchas personas que han oído nuestro llamado. También la presidenta de Argentina (Cristina Fernández) y el ex presidente (de ese país) Néstor Kirchner. Eso ha sido un fruto del trabajo de todos" los familiares, señaló Lecompte.
En cambio, "no veo mucho cambio en el gobierno colombiano. Ellos están atrincherados en sus posiciones y no quieren ceder nada. Eso es lo que ha alargado este drama", con uniformados que llevan más de 10 años cautivos en espera de una solución.
"Nosotros estamos por el acuerdo humanitario y eso es un compromiso de Francia, que vino a decirnos que el acuerdo humanitario es para ellos una prioridad", apuntó.
"Si a Ingrid la liberan en los próximos meses, ellos (gobierno de Sarkozy) van a seguir trabajando por el acuerdo humanitario, porque esa es la manera más expedita para liberar a todos los secuestrados. El mensaje que vino a agitar Francia es ese", indicó.
Que a Uribe "no se le ocurra intentar un rescate" militar de quienes están en proceso de ser liberados, advirtió Lecompte.
